De los 233 espacios litorales protegidos analizados por la organización ecologista, "120 están acosados por el urbanismo, las infraestructuras o la contaminación", según el informe 'Destrucción a toda costa' presentado el martes.
"Ni siquiera los Espacios Naturales Protegidos (ENP) de la costa, supuestamente amparados por la legislación, están a salvo de la destrucción del litoral que ha imperado los últimos años", denunció.
Además Greenpeace detectó "478 casos de corrupción urbanística, con 625 imputados, de los que más de la mitad son cargos públicos", generalmente a nivel local, según el comunicado de la organización.
"Los casos de corrupción urbanística siguen siendo una constante en la práctica totalidad de las comunidades autónomas costeras", según la organización, que también destaca problemas de contaminación.
La declaración de "espacio protegido" de un lugar es "papel mojado" si los políticos "descubren que esa protección es incompatible con algún proyecto urbanístico" e "intentan saltarse la norma que ellos mismos elaboraron", declaró la responsable de la campaña de Costas de Greenpeace, Pilar Marcos.
El "peor ejemplo" de destrucción costera para la organización es el hotel El Algarrobico, en Almería, un gran edificio blanco de 21 plantas construido ilegalmente al lado del mar, en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.
Greenpeace denuncia que el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, ha olvidado y paralizado muchos avances en materia de protección costera, por lo que le pide entre otras cosas "la demolición de edificaciones ilegales".
España, que sufre una recesión económica desde mediados de 2008, basó su fuerte crecimiento de la última década en el sector de la construcción inmobiliaria, que se vio gravemente afectado por la crisis financiera internacional.
A pesar de ello se siguen construyendo viviendas, y se estima que existen cerca de 1,2 millones de viviendas vacías y sin vender.
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