domingo, 4 de julio de 2010

Neoliberalismo obligatorio / Ignacio Ramonet


Inclina la cerviz, altivo sicambro; adora lo que quemaste y quema lo que adoraste", ordenó el obispo Remigio al bárbaro Clodoveo cuando tuvo éste que convertirse al cristianismo para ser rey de Francia. Y eso mismo parecen haberle exigido al socialdemócrata José Luis Rodríguez Zapatero, los jefes de Gobierno del Eurogrupo, en Bruselas, el 7 de mayo pasado, cuando se sumaron al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a los mercados financieros para obligarle a renegar de toda veleidad social, y a convertirse en el acto al credo neoliberal.

Apenas cinco días después, con el fanatismo de los conversos (mas con pretendido " desgarro interior "), el Presidente del Gobierno -que afirmaba, en 2004, "gobernaré para los más débiles", y reiteraba, en 2008, "gobernaré pensando en los que no tienen de todo"- anunciaba un plan de ajuste terriblemente impopular.

Cinco millones de pensionistas, tres millones de funcionarios, cientos de miles de ancianos necesitados de asistencia y medio millón de futuros padres de 2011 padecerán las consecuencias del brutal recorte. Al mismo tiempo, otros jefes de gobierno socialdemócratas, en Grecia y en Portugal, se veían también forzados a ir a Canossa, a retractarse y humillarse, y a acatar las tesis ultraliberales que hasta entonces, en principio, habían combatido.

Insólito cambio. Porque hace menos de dos años, después de la quiebra del banco Lehman Brothers en Estados Unidos, los partidarios del neoliberalismo estaban derrumbados y a la defensiva. Ellos eran quienes renegaban entonces. La "crisis del siglo" parecía demostrar el fracaso de su ideología de la desregulación, y la necesidad de recurrir de nuevo al Estado para salvar la economía y preservar la cohesión de la sociedad.

Los Gobiernos, incluso los de derechas, recobraban su función de actores primordiales del área económica; nacionalizaban entidades financieras y empresas estratégicas, inyectaban masivamente liquidez en el sistema bancario, multiplicaban los planes de estímulo... Tanto gobernantes como economistas se felicitaban por esas decisiones que correspondían a las lecciones sacadas de la crisis de 1929, cuando se demostró que las políticas de deflación, de austeridad y de restricción del crédito condujeron a la Gran Depresión.

Por eso, en otoño de 2008, todo el mundo anunció el "regreso a Keynes". Estados Unidos lanzó un plan de rescate de los bancos de 700.000 millones de dólares, seguido de otro de 800.000 millones de dólares. Los Veintisiete de la Unión Europea (UE) se pusieron de acuerdo en un paquete de estímulo de 400.000 millones de euros. Y el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, constatando, en noviembre de 2008, que "los tres años consecutivos de superávit presupuestario nos permiten ahora incurrir en déficit sin poner en riesgo la credibilidad de las finanzas públicas", anunció un ambicioso Plan de Estímulo a la Economía y al Empleo de 93.000 millones de euros.

Además, en varias Cumbres del G-20, los dirigentes de los Estados más poderosos decidían terminar con los paraísos fiscales, controlar los fondos de alto riesgo ( hedge funds ) y sancionar los abusos de los especuladores causantes de la crisis. José Manuel Durão Barroso, Presidente de la Comisión Europea, declaraba: "Las autoridades políticas no toleraremos nunca más que los especuladores vuelvan a levantar cabeza y nos arrastren a la situación anterior".

Y sin embargo, hemos vuelto a la situación anterior. De nuevo los mercados y los especuladores tienen la sartén por el mango. Y las autoridades políticas se arrodillan. ¿Qué ha ocurrido? El peso de la deuda soberana consentida por los Estados para salvar a los bancos (1) ha servido de pretexto para un espectacular cambio de situación. Sin el mínimo reparo, los mercados y la especulación financiera, apoyados por las agencias de calificación (totalmente desacreditadas hace apenas unos meses), atacan directamente, en el seno de la UE, a los Estados endeudados, acusados ahora de vivir por encima de sus posibilidades. El objetivo principal es el euro. El Wall Street Journal (2) reveló que un grupo de importantes responsables estadounidenses de hedge funds , reunido el 8 de febrero en un hotel de Manhattan, habría decidido aliarse para hacer bajar la moneda única europea a 1 euro frente a 1 dólar. En aquel momento el euro valía 1,37 dólares; hoy ya sólo vale 1,22 y sigue amenazado...

Los mercados quieren su revancha. Y reclaman, con más vigor que nunca, en nombre de la "indispensable austeridad", el desmantelamiento de la protección social y la drástica reducción de los servicios públicos. Los Gobiernos más neoliberales aprovechan para exigir mayor "integración europea" en cuyo nombre tratan de forzar la adopción de dos instrumentos que no existen: un gobierno económico de la Unión y una política fiscal común. Con el apoyo del FMI, Alemania ha impuesto planes de ajuste a todos los miembros de la UE (Grecia, Portugal, España, Italia, Francia, Reino Unido, Rumanía, Hungría, etc.) cuyos Gobiernos, de pronto obcecados por la reducción del gasto público, han acatado sin rechistar. Aunque ello amenace a Europa con caer en una profunda Depresión

En la misma línea, Bruselas desea sancionar a los países que no respeten el Pacto de estabilidad (3). Berlín pretende ir más lejos y añadir una sanción altamente política: la suspensión del derecho de voto en el Consejo europeo. Con un claro objetivo: ningún Gobierno debe salirse del carril neoliberal.

En el fondo, ese es el saldo político de la actual crisis de la deuda soberana: no parece quedar espacio, en el seno de la UE, para ninguna opción de progreso. ¿Admitirán los ciudadanos semejante regresión? ¿Puede aceptarse que quede descartada cualquier solución democrática de izquierdas de impulsar al avance social?


Notas:
(1) Un informe de la Comisión Europea señala que el total de fondos comprometidos para los bancos asciende a 3,3 billones de euros, o sea ¡el 28% del PIB de la UE!, El País , Madrid, 20 de junio de 2010.
(2) The Wall Steet Journal , Nueva York, 26 de febrero de 2010. http://online.wsj.com/article/ SB10001424052748703795004575087741848074392.html
(3) Adoptado en 1997 y que limita a 3% del PIB el déficit público.

González Pons recalca que "Camps es el candidato" a la Generalitat y que "no hay ninguna razón hoy para que no lo sea"

VALENCIA.- El vicesecretario general de Comunicación del PP, Esteban González Pons, ha recalcado este domingo que el presidente del Gobierno valenciano y del PPCV, Francisco Camps, "es el candidato" y "siempre ha sido el candidato del PP a la Presidencia de la Generalitat y no hay ninguna razón hoy para que no lo sea".

González Pons se ha pronunciado así en una rueda de prensa convocada este domingo en Valencia para abordar asuntos de actualidad política, preguntado por unas declaraciones de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, acerca de supuestas dudas sobre la proclamación de Camps como candidato a la reelección.

Al respecto, ha asegurado desconocer esas manifestaciones de la dirigente 'popular', aunque ha insistido en que "Camps es el candidato" y "no necesita esperar a ninguna proclamación".

González Pons ha señalado que "habrá una acto de proclamación de todos los candidatos autonómicos del PP quizá a finales de julio, pero mucho más probablemente en el mes de septiembre", y "una segunda proclamación de candidatos del PP a las alcaldías de las capitales de provincia en el mes de octubre".

"Y a partir de ahí, habrá actos específicos en cada una de las comunidades, pero Camps no necesita esperar a ninguna proclamación, siempre ha sido el candidato del PP a la Presidencia de la Generalitat y no hay ninguna razón hoy para que no lo sea", ha sentenciado.

El PP ratifica el apoyo del PPCV a Carlos Fabra

VALENCIA.- El vicesecretario general de Comunicación del PP, Esteban González Pons, ha ratificado este domingo el apoyo mostrado por el PPCV al presidente del PP de Castellón y de la Diputación provincial, Carlos Fabra, imputado por presuntos delitos de cohecho, tráfico de influencias y contra la administración pública, tras la decisión del titular del juzgado de primera Instancia e Instrucción número 1 de Nules de continuar con el procedimiento respecto de Fabra, del empresario Vicente Vilar y de sus respectivas ex esposas.

"En la Dirección Nacional del partido este tema no ha sido abordado y por tanto, el PP respalda lo que a este respecto haya dicho el PPCV", ha señalado al ser preguntado en rueda de prensa por si la dirección del PP considera compatible la situación procesal de Fabra con el cargo institucional que desempeña.

Por su parte, el secretario general del PPCV, Antonio Clemente, ha recordado que Carlos Fabra "ya ha anunciado" que "no se va a volver a presentar" a la reelección por motivos de salud, al tiempo que ha remarcado que "el PP siempre ha defendido la presunción de inocencia" y que "en este momento, no se ha demostrado" que Fabra "no haya seguido" el código ético del partido.

"En el PP siempre hemos defendido la presunción de inocencia, entonces pensamos que una persona siempre es inocente mientras no se demuestre lo contrario", ha recalcado Clemente, quien ha reprobado que "desde que gobiernan los socialistas, esto ha cambiado y todo el mundo es culpable mientras no se demuestre lo contrario".

En este punto, preguntado por la utilidad del código ético del PP en situaciones como la de Carlos Fabra, defendió que "el código ético sirve para que existan unas normas dentro del PP" y que "en este momento, no se ha demostrado que el señor Fabra lo haya modificado o no lo haya seguido".

Clemente ha afirmado además que, "desde un punto de vista personal", le parece "una crueldad" que "se haya planteado justamente en este momento" el procedimiento, tan sólo "dos meses después" de que Fabra haya "sufrido una intervencion" quirúrgica, pese a que "este juicio lleva preparándose durante años y años".