ALICANTE.- Francisco Camps y Ramón Luis Valcárcel, presidentes de la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia, respectivamente, apuestan por fusionar la Caja de Ahorros del Mediterráneo y Caja Murcia. El acuerdo entre los dos gobiernos tropieza, sin embargo, con las exigencias del presidente ejecutivo de Caja Murcia, Carlos Egea, que exige más contraprestaciones a las acordadas inicialmente, según 'El País'.
La fusión, caso de llegar a buen puerto, sería la primera interregional que se produciría en España y no necesariamente debería acabar ahí. Las opciones para ulteriores acuerdos con Caja Madrid e, incluso, con Bancaja siguen abiertas, según fuentes vinculadas a la operación.
Portavoces oficiales de Caja Murcia insistieron ayer en que las negociaciones estaban rotas por completo, una afirmación que era desmentida desde Alicante, donde se relativizaba la posición de fuerza de la entidad murciana, asegurando que lo único que buscaba Caja Murcia era consolidar más su postura en las negociaciones.
El principio de acuerdo pasa por compartir al 50% la representación en todos los órganos de gobierno de ambas entidades. La sede social de la caja fusionada se ubicaría en Murcia. La sede operativa se mantendría en Alicante. El detalle no es menor, puesto que las oficinas centrales de la CAM emplean a casi 1.000 trabajadores en la actualidad.
No es la primera vez que la CAM se acerca a Caja Murcia. Y la oferta negociada este fin de semana era aparentemente generosa.
La CAM, con unos activos de 75.532 millones de euros, es mucho mayor que Caja Murcia, cuyos activos suman 22.163 millones. Pero, sobre el papel, Caja Murcia supera a la CAM en muchos otros indicadores.
La CAM cerró 2009 con unos beneficios de 203 millones de euros. Caja Murcia ganó 182. El coeficiente de solvencia de la CAM era del 11,4%. El de Caja Murcia, del 15,6%. La CAM presentó un índice de morosidad del 4,53%. La ratio de mora en Caja Murcia es del 2,68%. Y la cobertura de la morosidad alcanzaba el 71% en la CAM frente a un 107% en Caja Murcia.
Las ratios de Caja Murcia y el volumen de la CAM, según fuentes conocedoras de las negociaciones en las que han participado representantes de las dos cajas y de los dos gobiernos autonómicos, hacen aconsejable la fusión que, por otra parte, apenas supondría coste social alguno, toda vez que en Murcia, donde el problema podría ser mayor, no se ha producido una competencia salvaje entre las dos entidades.
Por otra parte, las ratios de CAM y Caja Murcia son difícilmente contestables por el Banco de España, que ha dado luz verde a fusiones más dificultosas.
El principio de acuerdo, pendiente de cerrar por las exigencias de Carlos Egea, contempla una presidencia rotatoria que podría ser bicéfala en el primer año. La sede operativa estaría en Alicante, la social en Murcia y los órganos de gestión, paritarios. Para la CAM es muy importante mantener la sede operativa, eso significaría el mantenimiento de 1.000 puestos de trabajo y una mayor cercanía a los puestos de gestión.
No es la primera vez que se produce un acercamiento entre la CAM y Caja Murcia. Ambas entidades ya mantuvieron conversaciones en otoño pasado. Caja Murcia sólo se acercó a la CAM cuando la Junta de Andalucía le impidió cualquier contacto con Caja Sur, la primera opción de Carlos Egea, el presidente ejecutivo de la entidad murciana. Fuentes financieras de Alicante apuntan que Carlos Egea hizo valer entonces los indicadores de Caja Murcia para exigir "el control prácticamente absoluto" de una futura caja fusionada.
Un año después, la situación financiera ha cambiado, internacionalmente, en el país y en el sector de cajas de ahorro, La otra alternativa, la de la fusión con Caja Madrid, cayó como un jarro de agua fría en la capital de la Comunidad Valenciana. "La CAM se diluiría como un azucarillo en el seno de Caja Madrid y se convertiría en una 'territorial' de la madrileña", se ha llegado a señalar.
La opción de la fusión de la CAM con Caja Murcia parte con notable respaldo entre el empresariado y la clase política de Alicante. Esos sectores recelan de una hipotética unión con Caja Madrid, básicamente, porque la sede operativa, por tamaños de ambas cajas, se quedaría en la capital de España. "No hay color, antes con Caja Murcia que con Caja Madrid", señalaron.
La posible fusión entre Caja Madrid y la CAM también planeó ayer en la asamblea ordinaria de la entidad madrileña. No obstante, su presidente, Rodrigo Rato, eludió hablar de la CAM y de ninguna otra entidad que pudiera ser objeto de su interés, según informa Europa Press de fuentes de la asamblea.
"Cualquier operación de crecimiento inorgánico que pueda aparecer será analizada y aprovechada siempre que encaje dentro de nuestra estrategia", aseguró el máximo responsable de Caja Madrid, convencido de que la caja saldrá reforzada de este nuevo mapa financiero que se está dibujando, "y será ganadora", según precisó.
Modesto Crespo, presidente de la CAM, afronta hoy un consejo "ordinario" de la caja alicantina al que tenía previsto llegar con un acuerdo al menos avanzado con Caja Murcia. Fuentes de la CAM apuntan que está previsto abordar cuestiones relativas a una posible "integración" y especulaban anoche con la posibilidad de que el equipo directivo intente recabar el respaldo del consejo para analizar operaciones de fusión. Durante la última reunión del consejo ya se abordaron cuestiones relativas al denominado Sistema Institucional de Protección (SIP), según las mismas fuentes.
Las dos cajas en cifras
- Oficinas: La CAM cuenta con un total de 1.007 oficinas. Mientras, Caja Murcia tiene abiertas un total de 448 sucursales.
- Beneficios: La CAM cerró 2009 con unos beneficios de 203 millones de euros, mientras la entidad murciana cerró el ejercicio con una ganancia de 182 millones.
- Morosidad: La CAM presentó un índice de morosidad del 4,53%, y la ratio de mora de Caja Murcia es del 2,68%. Y la cobertura de morosidad en la CAM llegó al 71%, frente al 107% de la caja murciana. El coeficiente de solvencia de la CAM es del 11,4% por el 15,6% de la Caja de Murcia.
- Activos: Sobre el papel la CAM tiene un tamaño mucho mayor, ya que sus activos suman 75.532 millones de euros, mientras que los de la entidad murciana se quedan en los 22.163 millones de euros.
La proximidad del 15 de junio, fecha que marcada como límite para presentar propuestas para acceder al FROB (Fondo de Reordenación Ordenada Bancaria), habría animado las conversaciones entre las dos cajas, sobre todo a CAM, a la que el Banco de España le está acuciando para su reestructuración.
Además, los frecuentes contactos del último mes entre los presidentes de las dos comunidades autónomas, Francisco Camps y Ramón Luis Valcárcel, ambos del PP, han contribuido a retomar un posible pacto, animados por el acuerdo alcanzado entre el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy.
Pese a que en las reuniones se avanzó en aspectos clave, las negociaciones se rompieron ayer por la mañana. Aunque hay varias fuentes que insisten en que la necesidad de fusionarse de CAM para no ser absorbida por Caja Madrid podría provocar la reapertura de las negociaciones entre ésta y la entidad que preside Carlos Egea.
El punto de desencuentro está en quién se queda con la gestión de la caja resultante. Este aspecto ya frustró las negociaciones hace algo más de un año. CAM llegó a ofrecer una fusión "entre iguales". Es decir, pese a que tiene mucho mayor tamaño, el reparto de consejeros que resultaría tras el pacto dejaría a los dos territorios casi a la par. Incluso ofreció presidencia rotatoria.
Sin embargo, en la ubicación de la sede operativa, se produjo el mismo desencuentro anterior. Egea no está dispuesto a dejar en manos de la cúpula de CAM la gestión, según 'Cinco Días'.
Con todo, la negociación ha llegado mucho más lejos que los contactos de otros momentos. De hecho, la caja con sede en Alicante mantiene para hoy un consejo de administración que se celebra en fechas poco habituales del mes. Desde la entidad se insistió en que se trata de un encuentro ordinario.
"Es un compromiso del presidente, Modesto Crespo, y el director general, Roberto López, adquirido en la pasada reunión", señalaron fuentes oficiales. "Informarán de cómo se desarrolla el proceso de reestructuración del sistema de cajas en España", añadieron. Ese consejo debía coincidir con otro de Cajamurcia, pero ayer no se llegó a convocar.
«En los últimos 15 años jamás se producido una convocatoria urgente del Consejo. Algo muy gordo se espera».
Asimismo, en la cúpula de la CAM se han detectado algunos movimientos de operaciones urgentes, «que debían estar aprobadas para esta misma semana».
La operación podría ejecutarse de dos formas: una fusión pura, en la que las dos compañías se unen para constituir una nueva, o una fusión por absorción.
En esta última, una sociedad absorbe a otra, que se disuelve. En el caso de CAM y Caja Murcia, lo lógico sería pensar que será este último tipo de fusión puesto que los activos de la caja alicantina triplican a los de la murciana.Roberto López Abad, director general de la CAM, lleva meses buscando cajas pequeñas para liderar un Sistema Integral de Protección (SIP), con un objetivo por encima de todos: superar en tamaño a Bancaja, su gran rival. Y aquí es donde entra una segunda posibilidad de integración que se podría poner hoy sobre la mesa del consejo, según 'El Economista'.
Se trata de un SIP que lideraría la CAM y en el que se integrarían varias de las cajas más pequeñas, en concreto las de Ontinyent, Pollensa, Badajoz, Rioja e Insular de Canarias. A la operación podrían sumarse Caja Círculo, Inmaculada y Laietana.
La Caja del Mediterráneo (CAM), cuarta caja en tamaño, era una de las señaladas por el Banco de España para protagonizar una operación de integración antes del 30 de junio, lo que hace suponer que en el consejo de hoy se informará de algún avance y, posiblemente, se dará el pistoletazo de salida a alguna operación de integración.
La opción de Caja Madrid cuenta con el rechazo frontal del PP y el PSOE en la Comunidad Valenciana, ya que el deseo del Gobierno de Francisco Camps, que apoyan los socialistas y, entre otros, la patronal valenciana, es que Bancaja y la CAM mantengan su independencia y lideren procesos de fusión como tercera y cuarta entidades más grandes.
Si esto no fuera posible, Camps intentaría repetir la jugada de Núñez Feijóo en Galicia y fusionar las dos grandes cajas valencianas, pero su debilidad política y la oposición de los alicantinos harían muy difícil la operación.
Según fuentes financieras, el consejo de CAM se enfrenta esta tarde a una especie de ultimátum del Banco de España, al que visitó ayer lunes, para escoger pareja entre Caja Murcia, Caja Madrid o alguna de las dos entidades gallegas. Pero de entre todas las opciones, la única dispuesta a dar el visto bueno a la operación es la entidad madrileña, donde la llegada de Rodrigo Rato como presidente provocó cierto recelo en la caja con sede Alicante, insinuando que sólo aceptaría fusiones en las que lidere y pueda imponer su filosofía.
Hoy por hoy, Francisco Camps, no disfruta de una posición de peso respecto a Génova como para hacer valer su operación ideal: una fusión Bancaja-CAM.
La CAM no tiene otra opción mejor que la caja madrileña, pero la Generalitat Valenciana, que tendría capacidad de bloqueo si se opta por la fórmula de la fusión, mantiene su idea de que la región no pierda centros de decisión financiera y todavía aspira a la consecución de una fusión entre Bancaja y CAM, tercera y cuarta cajas de ahorros españolas. De hecho, los activos consolidados de ambas sumarían más de 186.000 millones. Sin embargo, esta opción no parece factible, según 'Abc'.
Fuentes no oficiales señalaron ayer que directivos de la entidad alicantina habrían viajado a Madrid el pasado fin de semana para entablar contactos con el equipo de Rato. Incluso, consejeros de la CAM consultados por este periódico apuntan la posibilidad de que Caja Murcia pudiera formar parte de la operación.
El gobernador del Banco de España. Miguel Ángel Fernández Ordóñez, pronosticó hoy un "futuro complicado" para aquellas entidades financieras que necesiten reestructurarse y no lo hagan antes del 30 de junio, fecha en la que expira la vigencia del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).