VALENCIA.- El presidente de la Confederación de
Organizaciones Empresariales de la Comunidad Valenciana (Cierval), José
Vicente González, ha asegurado este jueves en su intervención en el
Nueva Economía Fórum que "la sociedad civil valenciana somos todos y
nadie tiene derecho a repartir carnets, pertenecemos a ella porque sí".
Así se ha pronunciado el máximo dirigente de la patronal al inicio
del encuentro, al que han asistido destacados representantes del sector
empresarial, sindical y político de la Comunitat, ante los que ha
defendido la necesidad de que el Gobierno compense el déficit en
financiación sufrido por la región en los últimos años.
Ha recordado que el déficit en financiación per cápita a la
Comunitat Valenciana durante los últimos años ha sido cifrado por la
comisión de expertos en 13.000 millones de euros --casi la mitad de la
deuda de la Generalitat-- y ha lamentado haber oído decir "a algún
ministro que no se puede hablar de deuda histórica porque no hay
dinero". A su juicio, esto es una "incongruencia", dado que "si se debe,
se debe hablar" y "hay que arbitrar algún sistema que permita compensar
esta discriminación".
"Fórmulas de pago, cuando se quiere pagar, hay muchas, desde la
condonación total de esa deuda de 13.000 millones de euros de una forma
inmediata hasta la condonación de una parte de la deuda y la
transformación de los últimos anticipos del FLA y del pago a proveedores
en deuda a muy largo plazo (25 o 30 años) con un tipo de interés
simbólico".
"Por supuesto, en el caso de que se optara por un pago aplazado a
25 o 30 años, con cinco años de carencia para permitir que la
recuperación económica insuflara más recursos a la Generalitat y en
consecuencia poder hacer frente al pago del principal y de los intereses
reducidos; fórmulas hay muchas y hay que discutirlas y negociarlas,
pero no se puede negar la mayor", ha reiterado el presidente de la
patronal.
González ha reiterado que los déficits en transferencias e
inversiones del Estado "no tienen color partidista", ya que se han
sucedido con distintos gobiernos, y ha instado a los valencianos a que
se unan "para exigir aquello que es nuestro y que no recibimos".
"Es una cuestión de que sepamos unirnos en lo fundamental y
dejemos a un lado los flecos, las capillitas y los protagonismos. No es
tiempo de francotiradores, sino de un pueblo unido que firmemente exige
lo que es suyo", ha incidido.
En su discurso, González ha repasado las cifras macroeconómicas
nacionales y regionales para conocer "dónde estamos ahora, sin
triunfalismos ni derrotismos".
"Sin duda lo peor ya ha pasado, pero no echemos las campanas al
vuelo; estamos menos mal que estábamos el año pasado, pero no estamos
bien y nos va a costar todavía obtener un crecimiento suficiente para
generar empleo", ha apuntado.
En este sentido, ha valorado las reformas del Gobierno, que han
hecho al país "más creíble" ante los inversores extranjeros, así como el
aumento de las exportaciones, especialmente en la Comunitat Valenciana,
donde las ventas al exterior han sido un 13,3 por ciento superiores a
las compras en los ocho primeros meses del año. Estos datos demuestran, a
su juicio, "la vocación y capacidad exportadora de las empresas
valencianas".
"Como para que luego nos digan que para qué queremos mejor
financiación, pues para eso, entre otras cosas; nosotros sí sabemos cómo
sacarle provecho a cada euro y eso no sucede en otros sitios de
España", ha aseverado.
Asimismo, González ha hecho hincapié en la necesidad de aumentar
la inversión para lograr un crecimiento sostenido y poder generar
empleo. "Tenemos que ser valientes, no timoratos, para cambiar esa
recuperación lánguida que nos pronostican por un crecimiento vigoroso",
ha señalado el empresario, que ha reiterado que está en el "AND de las
empresas" invertir, aunque para ello necesitan la ayuda de los bancos,
que "no están siendo de lo más amables en estas cosas".
A su juicio, las entidades financieras "tendrían que hacer algo
más que tomar dinero de la barra libre al 1 por ciento del BCE para
comprar deuda pública". En cualquier caso, ha pronosticado que
"probablemente el crédito mejorará a partir de la mitad de 2014".
Preguntado sobre si cree que esta situación hubiera cambiado con
la existencia de banca valenciana, ha indicado que "siempre nos quedará
Caixa Ontinyent", además de las cajas rurales, y ha explicado que si las
entidades valencianas hubieran quedado "en las condiciones desastrosas
en que estaban, tampoco hubieran podido dar créditos".
Asimismo, José Vicente González ha defendido que cabe poner en
marcha otra política económica "diferente a la austeridad a ultranza y
la contención rápida del déficit".
"Claro que hay que reducir el
déficit, es imprescindible, pero no a la velocidad a la que estamos
haciéndolo en Europa; hay que presionar a Europa para que reduzcamos el
déficit pero más lentamente", ha subrayado.
El presidente de la patronal ha abogado por conseguir
administraciones "más eficaces y más ligeras" y "legislar menos y
mejor". Además, ha apuntado que "no es sostenible permanentemente la
moderación salarial", una "receta demasiado simplona que acabará por
ahogar la recuperación que ahora se inicia".
Por otra parte, ha tenido palabras para el sistema educativo, del
que ha criticado las numerosas reformas efectuadas, y ha criticado que
"en este país parece que no se puede ser ministro de Educación si no se
llega con una reforma educativa bajo el brazo". Así, ha abogado por el
consenso y la estabilidad en las leyes, al tiempo que ha recordado que
"lo que enseñamos, cómo lo enseñamos y qué valores inculcamos en los
niños dará sus frutos dentro de 20 años cuando se incorporen al mercado
laboral".
"A ese consenso se han de incorporar activamente los profesores y
las familias. Son los que de verdad educan y si no están convencidos y
motivados, la reforma no va a funcionar. En principio, la educación no
debería tener ninguna connotación política", ha reiterado.
Asimismo, respecto a la "moda" de hablar de la formación dual, se
ha definido como un defensor de la misma, aunque siempre hecha
"seriamente", como ocurre en Alemania, con un sistema de formación
"radicalmente distinto a nuestra FP".
"La formación dual es cara, bastante más cara que nuestra FP, pero
es una inversión rentable. En España destinamos a la formación de los
trabajadores en las empresas 1.800 millones de euros, en Francia 20.000 y
en Alemania 30.000. No se puede improvisar el cambio de un sistema al
otro de la noche a la mañana, hay que hacerlo gradualmente, con un
horizonte a diez años, dando pasos firmes y sin generar expectativas que
no se puedan cumplir, con la participación de todos los actores y con
un estudio económico riguroso", ha incidido.