BRUSELAS.- La oficina europea de lucha antifraude (OLAF) y las autoridades austriacas han desarticulado una red que introducía de contrabando en la UE productos textiles y calzado procedente de China. Se estima que el fraude afectó a unas 600.000 toneladas de textiles y calzado, con un impacto sobre el presupuesto comunitario de más de 200 millones de euros sólo en derechos de aduana perdidos, según informó OLAF en un comunicado.
En la red participaban ciudadanos chinos, húngaros y austriacos, que perpetraban el fraude mediante facturas falsificadas o muy por debajo del valor real de los productos. Los artículos afectados por el contrabando eran pantalones vaqueros, camisetas y otras prendas, así como distintos tipos de calzado, sobre todo zapatillas deportivas.
La investigación está todavía en marcha, con lo que resulta imposible precisar el impacto total del fraude no sólo en derechos de aduana sino también en el IVA. Además, se produjo una vulneración de las restricciones cuantitativas impuestas por la UE a la importación de textiles chinos, según destacó OLAF.
Fueron esencialmente los pequeños despachantes de aduanas los que tramitaron las formalidades de despacho en nombre de ciudadanos asiáticos. A continuación, se despachaban las mercancías al Estado miembro de llegada sin pagar el IVA antes de conducirlas al país de destino. En la mayoría de los casos, los destinatarios no existían o desaparecían tras un breve periodo de actividad.
De acuerdo con las pesquisas de OLAF, este tipo de fraude (falsas declaraciones de origen y de valor que disminuyen hasta 15 veces el valor real) no afecta únicamente a Austria sino que sería un fenómeno de alcance europeo, por lo que se están llevando a cabo otras investigaciones en varios Estados miembros.- (Agencias)
En la red participaban ciudadanos chinos, húngaros y austriacos, que perpetraban el fraude mediante facturas falsificadas o muy por debajo del valor real de los productos. Los artículos afectados por el contrabando eran pantalones vaqueros, camisetas y otras prendas, así como distintos tipos de calzado, sobre todo zapatillas deportivas.
La investigación está todavía en marcha, con lo que resulta imposible precisar el impacto total del fraude no sólo en derechos de aduana sino también en el IVA. Además, se produjo una vulneración de las restricciones cuantitativas impuestas por la UE a la importación de textiles chinos, según destacó OLAF.
Fueron esencialmente los pequeños despachantes de aduanas los que tramitaron las formalidades de despacho en nombre de ciudadanos asiáticos. A continuación, se despachaban las mercancías al Estado miembro de llegada sin pagar el IVA antes de conducirlas al país de destino. En la mayoría de los casos, los destinatarios no existían o desaparecían tras un breve periodo de actividad.
De acuerdo con las pesquisas de OLAF, este tipo de fraude (falsas declaraciones de origen y de valor que disminuyen hasta 15 veces el valor real) no afecta únicamente a Austria sino que sería un fenómeno de alcance europeo, por lo que se están llevando a cabo otras investigaciones en varios Estados miembros.- (Agencias)