domingo, 18 de noviembre de 2007

Euromed inicia en Portugal el debate para lograr soluciones concretas al fenómeno de la inmigración

FARO.- La reunión ministerial Euromed sobre Migraciones ha comenzado a última hora de la tarde de hoy domingo en la localidad lusa de Albufeira, al sur del país, para discutir los aspectos económicos de ese fenómeno, en particular el coste presupuestario que supone para países como España e Italia la llegada de remesas de emigrantes a sus costas, y la opción del microcrédito como freno a la inmigración.

El objetivo es lograr una declaración política que se traduzca en medidas y proyectos concretos para enfrentar el fenómeno de las migraciones en el espacio mediterráneo.

Mañana, lunes, comenzarán los trabajos. La conferencia está presidida por el ministro de la Administración Interna luso, Rui Pereira, cuenta con la asistencia de ministros o secretarios de Estado de los Veintisiete en materia de Inmigración, como la española Consuelo Rumí, y sus homólogos de Argelia, Marruecos, Túnez, Turquía, Autoridad Palestina, Egipto, Israel, Líbano, Siria y Libia, como observador.

La importancia que las migraciones han adquirido en los últimos años para muchos países europeos, como España e Italia, ha llevado a la presidencia portuguesa en ejercicio del Consejo de la Unión Europea a convertir este asunto en un área primordial este semestre, en el que ya ha realizado varias iniciativas, que ahora se concretan con la realización de la primera reunión ministerial de Euromed dedicada a las migraciones, de la que deberá salir una declaración política con medidas y acciones concretas para abordar este fenómeno.

En busca de una declaración conjunta

De hecho, el ministro de Administración Interna luso, que preside la conferencia, ha afirmado que "la aprobación de una declaración política conjunta será clave, porque por su propia existencia crea un clima de confianza y disponibilidad para conversar entre los países de las dos orillas" del Mediterráneo.

Para dar más fuerza a esa declaración, la Comisión Europea, que está representada en Albufeira por su vicepresidente y comisario de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, ya se ha comprometido a apoyar financieramente las medidas concretas de cooperación que se adopten en este encuentro.

Entre los asuntos que serán discutidos en Albufeira están las facilidades de envío de las remesas que los inmigrantes mandan a sus países de origen, las concesiones de microcréditos, el desarrollo, las oportunidades de inmigración legal, y el combate contra la ilegal.

Las 'tarjetas azules'

Una de las propuestas en el ámbito de la inmigración legal es la atribución de las denominadas "tarjetas azules", una autorización de residencia y trabajo especial, que tiene como objetivo atraer trabajadores cualificados oriundos de países terceros.

La inmigración ilegal también estará sobre la mesa. Los delegados discutirán formas de cooperación más próxima en la gestión de flujos migratorios y en el combate a la inmigración ilegal. Entre esas formas de cooperación estará la propuesta de la Comisión Europea de que la agencia europea de gestión de fronteras externas de la UE (Frontex) pueda ser una herramienta de apoyo a terceros países.

Otra de las preocupaciones europeas que se abordarán en Portugal es la integración de los inmigrantes en el espacio comunitario, así como promover sus derechos, en particular la atención y protección de menores ante la amenaza del tráfico de seres humanos. De hecho, esta semana Frattini indicó que "es esencial convencer a los socios mediterráneos para que firmen la convención contra el tráfico de seres humanos".

No abordarán el problema de los refugiados

Sobre la mesa también estará la cooperación euromediterránea en materia de desarrollo. La UE defiende que las remeses enviadas por los emigrantes radicados en Europa a sus países de origen deben ser utilizadas en la promoción al desarrollo. De hecho, el objetivo es que de Albufeira salgan medias concretas y por ello se presentará un proyecto piloto de un futuro sitio en Internet con información y facilidades de transferencias bancarias de remesas.

Además, esta reunión de Euromed, hará una revisión de los progresos verificados en la implementación de los parágrafos de migración contemplados en el programa de Barcelona para 2005-2010. La presidencia portuguesa espera que el encuentro de Albufeira "permita concretar un conjunto significativo de acciones y medidas sólidas y compartidas en el área de las migraciones".

Un asunto que no se abordará en esta primera conferencia sobre migraciones es el de los refugiados. Por este motivo, el Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), presidido por el ex primer ministro portugués Antonio Guterres, ha enviado un texto a la presidencia en ejercicio de la UE, en el que lamenta que en la agenda de Albufeira no esté el problema de los refugiados y de las personas que buscan asilo.- (EP)

Decenas de miles de belgas piden la unidad del país y acusan a la clase política de crear odio

BRUSELAS.- Decenas de miles de belgas (del orden de 35.000, según la policía) se han manifestado hoy en Bruselas en favor de la unidad del país, que ven en peligro por tensiones secesionistas agudizadas por una clase política volcada en sus propios intereses e interesada en azuzar el conflicto identitario, según "El País".

Si la marcha ha reflejado meridianamente la frustración de cierta parte de la sociedad con sus políticos también ha revelado la creciente fractura entre francófonos del sur y neerlandofónos de Flandes al ser la inmensa mayoría de los manifestantes francófonos. El éxito para los convocantes ha residido en que anteriores manifestaciones a favor de la unidad nacional apenas agruparon a un millar de personas.

Bélgica, un país de 10,5 millones de habitantes, se consume desde los comicios del pasado 10 de junio en una agónica lucha sobre qué hacer con unos resultados electorales que han agudizado las diferencias entre la mayoría flamenca (6,5 millones) y la minoría francófona e impedido hasta ahora la formación de un Gobierno. La votación, además, dio alas a los partidos flamencos que reclaman más poderes para la Administración regional de Flandes, en un programa que los francófonos ven como la máscara que oculta ambiciones separatistas sólo reconocidas por los menos hipócritas.

Cinco meses largos de negociaciones entre partidos flamencos y valones (liberales y democristianos a ambos lados de la raya lingüística) para formar Gobierno siguen sin dar resultado mientras unos y otros han agudizado las tensiones comunitarias hasta el extremo de que la ruptura del país ha dejado de ser un sueño de extremistas para convertirse en un temor de la mayoría silenciosa.

Esta mayoría silenciosa ha sido la convocada hoy a expresar su malestar con el actual estado de cosas y en favor de la unidad del país. Unas 35.000 personas han acudido a la cita, aireada en cierta medida por los medios de comunicación francófonos y prácticamente silenciada por la prensa flamenca.

"Nos habían dicho que sería un fracaso, que no habría ningún neerlandófono. Un periódico neerlandófono dijo que sólo acudirían un centenar de flamencos y que no serían auténticos flamencos. Pero han venido y ahí están los verdaderos flamencos", dijo desde el podio, al final de la marcha, una exultante Marie-Claire Houard, modesta mujer de Lieja que en verano concibió la idea de lanzar una petición popular a favor da la unidad nacional que ha culminado con la marcha de hoy.

Unas 140.000 personas de toda Bélgica han suscrito una petición que comienza: "Nosotros, belgas de nacimiento, de corazón o de adopción pedimos a los políticos que respeten nuestro país y su unidad...". El documento con sus firmas ha sido entregado hoy por la tarde en el Parlamento en un desesperado intento de conmover a una clase política convertida en la diana de todos los dardos de la marcha de la unidad.

"No sé lo que pasará a partir de ahora, pero hay que ser optimista", decía, una vez concluida la manifestación, Katie, quien con su hermana y sus respectivos maridos portaban una pancarta en flamenco con la consigna nacional: "La Unión hace la Fuerza". El texto había sido modificado ligeramente para que la palabra Fuerza (Maacht) dejara lugar a Zaacht (Dulzura).

Como había aventurado la prensa flamenca, en la marcha había muy pocos flamencos aunque hubiera numerosas pancartas en neerlandés junto a otras bilingües. Jeroen, un estudiante de la universidad de Amberes (Flandes), quien con otros compañeros estaban haciendo en un estudio estadístico de la participación de los flamencos en la manifestación, ha confirmado que casi todos los presentes eran francófonos. No quiso revelar lo que se decía en su universidad sobre el debate político nacional.

Pero las hermanas Katie y An, con raíces en la flamenca Gante y hoy residentes en Bruselas, aseguraban que el calvario identitario que está atravesando Bélgica "es un conflicto de los políticos, que acaban por provocar el odio". Por eso han acudido a la manifestación, "porque es importante mostrar que la gente no quiere enfrentamientos, que son sólo los políticos los interesados en echar leña al fuego". Sin mucha fe, An ha dicho esperar "que la manifestación haga reflexionar a los políticos y les ayude a encontrar la razón".

Hartos de politi-egos

En Bélgica es obligatorio votar en las elecciones por lo que la mínima abstención inevitable no permite cuantificar la desafección popular con la clase política que debe gestionar la ‘res publica’. Pero la marcha de hoy ha reflejado muy bien la frustración y la impotencia que sienten algunos belgas ante la deriva que está tomando su Bélgica. En un país singularmente manso y en una marcha sin atisbos de tensión ni de acritud se han escuchado voces y mostrado pancartas muy críticas con una clase política que a ojos de muchos de los manifestantes se extiende como una plaga.

Lo que en los años setenta resolvían un Gobierno y un Parlamento con dos cámaras ahora es competencia de seis Gobiernos y ocho cámaras parlamentarias, que buscan un lugar al sol. “Las guerras lingüísticas son instigadas por los políticos”, decía un manifestante francófono, mientras en una pancarta en neerlandés y francés se leía: “No a las carreras políticas hechas a costa de los conflictos comunitarios”. Otra clamaba contra los “Politi-egos”.- (PRISA)

Cumbres borrascosas / Juan Diego García


El enfrentamiento de la delegación española con la de varios países latinoamericanos en la reciente cumbre de Santiago rompe la tradición de inoperancia, fatuidad, discursos de pura retórica y la imagen de familia feliz a la que unen lazos de sangre y tradición y el propósito compartido de un progreso conjunto. De ahora en adelante no habrá otra cumbre en la que no se discuta lo verdaderamente importante. El “mandar callar” se acabó.

En realidad hubo tres cumbres: la oficial de los presidentes, la paralela de los pueblos y la del empresariado de ambos lados del Atlántico.

Las primeras declaraciones vinieron de los empresarios españoles exigiendo “pleno respeto a la propiedad privada, y marcos políticos, económicos y jurídicos estables que den seguridad a los empresarios y a los ciudadanos”.

Si ese era el mensaje del capital para el debate sobre la cohesión social (lema del encuentro) no sorprende que para las mayorías pobres del continente y para no pocos gobiernos tal manifestación constituyera casi una declaración de guerra, en una región necesitada de regular de manera diferente la propiedad y de darse marcos políticos, económicos y jurídicos radicalmente diferentes de los actuales, ya que éstos son precisamente el andamiaje sobre el que reposa una desigualdad clamorosa e innegable.

La cohesión social jamás podrá alcanzarse sin afectar de manera radical tanto los privilegios de las oligarquías criollas como las ventajas y prebendas reservadas a las arrogantes multinacionales que solo buscan beneficios a cualquier precio; también al precio de la miseria y el desempleo de millones, en contraste con la supuesta vocación de creadores de empleo y generadores de riqueza que siempre alegan.

No falta razón a Kirchner, Morales, Correa, Chávez y Ortega cuando denuncian la conducta de las multinacionales españolas en sus países. Ortega acusó a una empresa eléctrica de “prácticas mafiosas”; el gobernante argentino hizo públicas las presiones inaceptables de algunas multinacionales españolas sobre su despacho; Morales recordó cómo desde siempre su país ha sido saqueado impunemente con la complicidad de una oligarquía criolla corrupta e incapaz y Chávez recordó cómo esos empresarios que hoy piden “seguridades” y “respeto a las leyes” son los mismos que participaron entusiasmados en un fallido golpe de estado que estuvo a punto de convertirse en una guerra civil.

El discurso de Rodríguez Zapatero no pudo ser más desafortunado, elogiando el modelo neoliberal y defendiendo a las multinacionales españolas. Defender el modelo neoliberal en Latinoamérica, así se haga con el mejor talante del mundo y “sin sectarismo” es como mentar la soga en casa del ahorcado. La dura respuesta de varios presidentes era inevitable pues hasta los más fervientes neoliberales de la región reconocen los fallos del modelo y prometen correcciones a una estrategia que ha hundido a Latinoamérica en un grado de desigualdad y pobreza sin parangón. La emigración, por ejemplo (un tema central de la cumbre) es tan solo una parte – eso sí, de las más dolorosas- del coste en vidas y bienes que la estrategia neoliberal ha impuesto a los pueblos de este continente mientras crece sin medida la riqueza de las elites locales y las multinacionales (incluidas las españolas) hacen su agosto.

La imagen progresista del presidente español en Latinoamérica ha sufrido un deterioro irreparable aunque en la propia España el nacionalismo ramplón valore la actitud del presidente como una defensa valiente de los “intereses nacionales”. Menos aún se entiende la defensa de Aznar, acusado con sólidas razones de estar detrás del frustrado golpe de estado contra Chávez, un asunto éste que el propio ministro Moratinos reconoció en un debate público y luego, nada menos que en el mismo parlamento español.

¿Se investigó al respecto? ¿Se presentaron excusas al gobierno de Venezuela? ¿Se han ofrecido seguridades de que tal conducta violatoria de la legalidad internacional no se repetirá?. Sin tomar en cuenta los discursos de los empresarios y del presidente español el asunto queda reducido al rifirrafe, lo anecdótico, el puro paisaje del problema. La prensa de España (y sus socios de Latinoamérica), fieles a quien financia, obvian el contexto, ocultan lo que pueden y destacan con generosidad lo secundario.

Muy grave es igualmente la denuncia del presidente Ortega acusando al embajador español de conspirar con la derecha de Nicaragua para evitar un triunfo del sandinismo en las recientes elecciones (¿órdenes de quién?). Las prácticas intervencionistas no son de recibo y repugnan al espíritu que se supone debe presidir las relaciones entre los países de la comunidad Iberoamericana. ¿Aceptaría España que un país latinoamericano interviniera en sus asuntos internos?

Es prepotente rechazar una acusación desde el extranjero contra las autoridades o empresas españolas por el solo hecho de su nacionalidad, pues recuerda la viaja patente de corso, tal como la practica hoy Washington negándose reconocer toda autoridad que no sea la propia, rodeando de impunidad los crímenes de sus ciudadanos en el extranjero o como procede Francia en el asunto del secuestro de menores en Chad, afirmando como la cosa más natural del mundo su intención de “traerse a los acusados ” como si allí no existiese una autoridad que debe respetarse. Chad ya no es colonia francesa.

¿Hay que defender a Aznar si se le acusa de intervenir en los asuntos internos de un país soberano? ¿Hay que defenderle si se le acusa de convertir a España en avanzadilla del imperialismo gringo, atacando a Cuba y presionando sin la menor consideración a Chile y México para inducirles a votar a favor de la agresión a Irak? Un tufillo desagradable de nacionalismo ramplón envenena este tipo de “argumentos”. Más aún cuando las palabras de Morales, Chávez o Castro pidiendo cuentas públicamente al Sr. Aznar y a los empresarios golpistas no van dirigidas al pueblo español, completamente inocente de las fechorías que un presidente megalómano y unas multinacionales rapaces hacen en el extranjero en su nombre.

Ninguno de estos presidentes latinoamericanos niega la responsabilidad enorme de su propia clase dominante que sirve de instrumento dócil para el saqueo colonial de sus naciones. Paradójicamente, los empresarios que someten a Managua a continuos cortes de energía para aumentar sus beneficios no hacen nada diferente de lo que hacen otros empresarios parecidos en Barcelona, ni los que se “benefician” de manera exorbitante en la construcción del metro de Medellín (por ejemplo) se diferencian mucho de los responsables del colapso barcelonés en el tren de alta velocidad.

Esas prácticas mafiosas -en palabras de Ortega- son muy propias del espíritu neoliberal de enriquecerse a cualquier precio, del “tente mientras cobro”, del capitalismo de casino que en Europa afecta y en América saquea. Con su discurso, Rodríguez Zapatero alegró los oídos de los partidarios del modelo neoliberal pero provocó la firme reacción del resto. Las palabras del monarca, ordenando a Chávez que callase y las del presidente español defendiendo a Aznar y las multinacionales de acusaciones muy graves no solo son un desliz diplomático considerable sino que alimentan la convicción de que España apoya tales prácticas diplomáticas y las seguirá apoyando en el futuro, de que España ve con buenos ojos las tropelías de sus multinacionales en el Nuevo Continente.

Mandar a callar a Chávez o retirarse ostentosamente mientras Ortega hacía uso de la palabra y luego que Rafael Correa hubiese denunciado con rotundidad el creciente racismo contra los latinoamericanos en España introdujo una atmósfera de autoritarismo que rompe la idea de encontrarse ante una comunidad de iguales. ¿Qué molesta a las autoridades españolas? ¿Acaso el contenido de las denuncias?, ¿Por ventura la condición de quien las hace?. La frase del presidente español “espero que sea la última vez que esto sucede” tenía ese aire de regañina de quien se dirige a gentes subordinadas, agregando así más leña al fuego.

Sin duda, la reacción de las autoridades españolas produce alborozo en la oposición venezolana y alegra al otrora izquierdista Alan García, pero muy poco más. Madrid esperaba seguramente una condena a Chávez y un apoyo a sus posiciones pero ésta no se ha producido ni se va a producir. A esta hora, sin embargo, más de uno estará pensando en la necesidad de estrechar la vigilancia sobre las actividades del embajador de España y estar atentos al proceder de las multinacionales españolas. Venezuela ya anuncia una revisión a fondo de las inversiones españolas. La famosa comisión que debe preparar la conmemoración en 2010 de los gritos de independencia de las colonias americanas tendrá que considerar el asunto con nuevas perspectivas. Algo se rompió en Santiago; ha terminado un idilio en torno a una supuesta comunidad de naciones hermanas y de ahora en adelante todo debe ser considerado con ojos nuevos.

Mal escogió Rodríguez Zapatero su discurso. Tan mal que se opacó la propuesta de unificar el sistema de pensiones, contribuir a llevar agua potable a los millones de pobres que carecen de ella y crear en Panamá un centro de logística para atender grandes catástrofes; unas iniciativas por cierto muy positivas y que pueden ser un modelo de cooperación nuevo que meta en cintura la ambición desmedida de empresarios inescrupulosos y atempere la mente calenturienta de los políticos que abrigan aún sueños de grandeza imperial, aunque sea tan solo como achichincles de los gringos.

La tercera cumbre (con escaso eco en los medios) reunió a movimientos indígenas, asalariados, ecologistas, defensores de derechos humanos, grupos de mujeres, en fin, pobrerío, gentes humildes que debieron quedarse pasmadas al escuchar los cantos de alabanza de Rodríguez Zapatero a un sistema neoliberal que han padecido como los que más. Difícil debe hacerles resultado entender la defensa de un presidente intervencionista y agresivo como Aznar y el respaldo sin fisuras a unos empresarios peninsulares a quienes solo la minoría local que les acompaña en sus fechorías ve con buenos ojos. Sus conclusiones, entregadas a la mesa directiva de la cumbre oficial quedarán arrinconadas junto a otras, de tantas cumbres y encuentros que jamás se traducen en soluciones reales.

Pero de algo si se puede estar seguro: aunque no todos compartan la vehemencia del presidente Chávez ni su peculiar estilo, suscriben sus palabras…”Los imperios quisieran que nosotros nos calláramos, pero no nos vamos a callar. Nadie nos va a callar”.

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El cambio climático es inequívoco, lo genera la actividad humana y ya hay impactos irreversibles, según el IPCC

VALENCIA.- Los hechos, las causas y algunas consecuencias del cambio climático en el planeta están ya claras en el IV Informe de Evaluación (AR4) del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU: es un fenómeno "inequívoco", la actividad humana ha contribuido notablemente a su generación y ya hay efectos irreversibles en los sistemas naturales.

El AR4, debatido y consensuado esta semana en Valencia por delegaciones de 130 países, será presentado dentro de dos semanas en la Cumbre del Clima de Bali, donde se comenzará a negociar las medidas a tomar a partir de 2012 (finaliza el protocolo de Kyoto) para luchar contra el calentamiento global.

Así, el texto para responsables políticos, de 22 folios, pone de manifiesto que en los últimos 100 años la temperatura se ha incrementado en 0,74 grados centígrados y que el calentamiento afecta a todo el globo y es mayor en latitudes más altas.

En el presente siglo, la subida de la temperatura abarca desde 1,8 hasta 4 grados centígrados, en función de los escenarios climáticos. Además, el aumento del nivel del mar coincide con el calentamiento (una media de 1,8 milímetros al año desde 1961 y de 3,1 milímetros desde 1993).

Igualmente, concuerdan con este fenómeno las disminuciones en el hielo y en la nieve y el aumento "considerable" de las precipitaciones en América del Norte y del Sur, Norte de Europa y Asia del norte y central, así como su disminución en el Sahel, el Mediterráneo, el sur de África y partes de Asia del sur. Mientras, el área por sequía ha aumentado probablemente desde 1970 y hay temperaturas extremas más frecuentes.

En consecuencia, muchos sistemas naturales se están viendo afectados (aumento del tamaño de los lagos glaciales, incremento de inestabilidad de suelo en las montañas y otras regiones de permafrost, cambios en ecosistemas árticos y antárticos, afectación de sistemas hidrológicos, adelantamiento de los eventos primaverales, y cambios en los rangos de plantas y animales).

Otros efectos del cambio climático afectan a la gestión agrícola y forestal, la salud humana (mortalidad por calor en Europa, cambios en vectores de enfermedades infecciosas y polen alergénico) y en algunas actividades humanas del ártico y áreas alpinas.

La mano del Hombre.

Este calentamiento del globo se produce por el cambio en la concentración de los gases de efecto invernadero (GEI) -dióxido de carbono, metano y óxido nitroso- y aerosoles, la cobertura de la tierra y la radiación solar alteran el balance energético del sistema climático. "Las emisiones globales anuales de GEI debido a actividades humanas han crecido desde la era preindustrial, con un incremento del 70 por ciento entre 1970 y 2004", sentencia.

En definitiva, está determinado que "la mayoría de los aumentos observados en las temperaturas medias del globo desde mitad del siglo XX son muy probablemente debidos al aumento observado en la concentraciones de GEI antropogénico (actividad humana)".

El calentamiento antropogénico y el aumento del nivel del mar continuarán por siglos, incluso si las concentraciones de GEI se estabilizan, según el IPCC. Además, puede conducir a que algunos impactos sean "abruptos o irreversibles", dependiendo de la tasa y magnitud del cambio climático. Por ejemplo, podría aumentar el riesgo de extinción para un 20 o 30 por ciento de las especies si el incremento medio de la temperatura global se acerca a 3,5 grados centígrados.

De hecho, se espera que la alteración de las frecuencias e intensidades del clima extremo, junto al aumento del nivel del mar, tengan efectos adversos sobre los sistemas naturales y humanos. Algunos sistemas y sectores están especialmente amenazados, como el Ártico, África, pequeñas islas y los megadeltas de Asia y África.

Pero el informe también determina que hay una amplia selección de opciones de adaptación, aunque debe ser más extensiva que la actual, para reducir la vulnerabilidad al cambio climático. Además, asegura que una amplia variedad de políticas de instrumentos de mitigación está disponible para que los gobiernos creen los incentivos necesarios.

Así, establece que el aumento de los precios globales de carbono a precios entre 20 y 80 dólares por tonelada de CO2 equivalente en 2030 es coherente con una estabilización de unas 550 partes por millón de Co2 equivalente en 2.100 (en 2005 la concentración era de 375 ppm).

Las medidas de mitigación, según el AR4, pueden resultar en beneficios a corto plazo que pueden compensar una fracción de los costes y, en todo caso, los países productores de combustibles fósiles, pueden esperar una menor demanda y menores precios y un menor crecimiento del PIB debido a las políticas de mitigación.

Los patrones individuales, como detalla el texto, también pueden contribuir a mitigar los efectos del cambio climático. Entre las políticas de mitigación, recoge un amplio abanico de medidas para los sectores de la energía, transporte, residencial, industria, agricultura y gestión forestal y de residuos

El texto también señala que en 2050, los costes medios macroeconómicos para la mitigación dirigida a la estabilización entre 710 y 445 partes por millón de CO2 equivalente estarán entre el 1 por ciento de ganancia y el 5 por ciento de disminución del PIB global. Esto significa ralentizar el crecimiento anual medio del PIB en menos de 0,2 puntos porcentuales.- (EP)