VALENCIA.- Ha iniciado su andadura en Internet e-Línea como un digital continuo de calidad en la interpretación, la explicación y el análisis, y, por supuesto, la opinión avanzada y autorizada sobre los fenómenos de cambio que nos zaradean a todos por mor de la crisis que nos ha remitido la globalización y el agotamiento del sistema, al menos tal como lo hemos conocido hasta ahora.
Un periódico, pues, este e-Línea, de pensamiento para la Era del Conocimiento, un soporte para selectas minorías universitarias, una herramienta de comprensión y de ayuda para la obligada adaptación a las nuevas exigencias del entorno al objeto de no ser expulsados del nuevo proceso ni como territorio, ni como sociedad ni como individuos con alma, que aspiran a protagonizar el tiempo que les ha tocado vivir, al margen de su ubicuidad en el espacio.
El papel que adopta este e-Línea del siglo XXI, tiene que ver con su nivel periodístico y autoexigencia profesional. Es un tipo de soporte para un nivel de contenidos nunca vistos en la prensa valenciana al uso, más cerca desgraciadamente de lo que es una gaceta que de un verdadero periódico occidental con todas sus reglas, normas y exigencias de calidad, independencia, objetividad, tratamiento adecuado de contenidos y utilidad intelectual para sus lectores.
Este e-Línea que ahora aparece es símbolo de un espíritu regeneracionista con la esperanza de que, enterrando los viejos intereses caducos y egoistas del siglo XX, se pueda alcanzar un futuro de prosperidad y justicia para los valencianos en los albores de la presente centuria.
Hasta final de 2010 e-Línea seleccionará artículos de los mejores intelectuales, especialistas y expertos de las ciencias sociales aunque a partir de enero de 2011 habrá un aderezo con las plumas locales más atractivas y no susceptibles de atracción por la fuerza magnética de la nuez de una sociedad materializada y desarmada de valores, con las lógicas y afortunadamente necesarias excepciones para no desaparecer todos en la vorágine de la mediocridad y la miseria moral de tanto necio.
Desde este momento, todo pensamiento glocal que merezca la pena estará en: