sábado, 1 de septiembre de 2007

EEUU necesita ayuda....moral y los europeos avaros una respuesta

VENECIA.- El cineasta Paul Haggis ha lanzado en Venecia, a través de su última película "In the Valley of Elah", una llamada de auxilio: Estados Unidos necesita ayuda. Obviamente, no es una ayuda militar ni económica, sino moral.

"In the Valley of Elah" es una película sobre los efectos de la guerra, pero a diferencia de "Redacted", proyectada en Venecia, no tiene tanto un carácter de denuncia o redención, sino de reflexión.

"Yo quiero plantear preguntas incómodas", dijo Paul Haggis en la rueda de prensa de presentación de la película, proyectada en la sección de Concurso, y en la que aseguró que "lo mejor de ser artista es no tener que dar las respuestas".

"In the Valley of Elah" narra la investigación de un padre, Hank Deerfield, policía militar retirado, para averiguar cómo ha sido asesinado su hijo, recién llegado de Irak.

Pero la investigación tropieza con impedimentos del Ejército para ocultar la verdad.

A medida que son resueltos esos obstáculos, se va revelando una verdad destructora: una guerra injusta acaba también con la vida de los supervivientes, destruyendo el equilibrio psicológico de una generación, que se sume en la depresión, la violencia o el consumo de drogas.

El cáncer no se detiene ahí y hace metástasis en las familias que ven la destrucción moral de sus hijos. Y todo ello sin sentimentalismos ni conmociones, ya que Haggis lo cuenta a través de una magnífica interpretación de Tommy Lee Jones, cuyo rostro tiene una impresionante fuerza expresiva. La sobria actuación de Lee Jones recuerda en alguna ocasión al mejor Clint Eastwood.

El actor norteamericano está flanqueado por Susan Sarandon y Charlize Theron, cuyo papel es menor, pero muy solido.

Haggis logra además construir una película en la que apenas se enseña la guerra, aún estando presente su sombra de principio a fin.

Esa sería la metáfora más oculta del film, la guerra destruye no sólo allí donde caen bombas, también roe las sociedades que, como ocurre con la estadounidense, no escuchan el ruido de las explosiones.

En la rueda de prensa, Haggis se unió en la crítica lanzada por Brian de Palma a la ausencia actualmente en Estados Unidos de un verdadero periodismo al comparar la situación con la guerra de Vietnam.

"Alguien me ha preguntado por qué se hacen ahora estas películas si las de Vietnam no se rodaron durante la guerra. Pienso que hay una diferencia básica: en aquella hubo unos magníficos periodistas haciendo su trabajo, informando de cosas que no queríamos escuchar. Bastaba leer los periódicos y mirar la televisión para saber toda la verdad desagradable. Ahora no", explicó.

Con "In the Valley of Elah", Haggis supera su último trabajo, "Crash", con el que obtuvo el óscar a la mejor película, según Francisco Ventura Guerra, realizador del programa "Días de cine", de Televisión Española.

Ventura destaca, además, el acierto de Haggis al darse cuenta de que ésta es una guerra que "se cuenta en primera persona", ya que todo el mundo tiene un teléfono móvil con el que puede grabar vídeos, recurso usado en la película y que también ha utilizado Brian de Palma en la suya, aunque con menor acierto.

Otra llamada de auxilio lanzada en la Mostra ha sido la del director británico, Ken Loach con su "It's A Free Forld", filme en el que muestra la explotación de los inmigrantes en Europa.

Angie, la actriz Kierston Wareing, madre de un hijo en la pubertad y explotada por un mercado laboral flexibilizado, decide hacerse empresaria, tras ser despedida por enésima vez, y dedicarse a la contratación temporal de emigrantes, en régimen de explotación.

La cinta muestra los nefastos efectos de la globalización en Europa, tanto para los que nacieron en el continente como para los que llegan a él, salvo para unos pocos avaros.- (EFE)

España es el país europeo que más agua consume

MURCIA.- España ocupa el primer puesto entre los países europeos por lo que se refiere al consumo de agua en el ámbito doméstico (hogares, pequeños negocios y edificios públicos), con una media de 250 litros por persona y día y, como país mediterráneo. Además, es uno de los países de la Unión Europea (UE) que atrae a más turistas, quienes suelen gastar más de un 100% más de agua que los nacionales.

Estos datos forman parte del informe que ha difundido la Comisión Europea (CE) sobre el potencial de ahorro de agua en distintos ámbitos, pero que también pone de relieve algunos patrones de consumo, ya sea en el turismo, la agricultura, el uso doméstico o la industria.

En términos generales, sitúa a la mayoría de España en el grupo de territorios europeos donde se prevé estrés de agua, provocado no por la sola existencia de recursos hídricos, sino por su relación con la gestión de los mismos que hacen organismos públicos, industrias, plantas de energía o la agricultura. Así, solo la zona de Galicia tendrá un riesgo bajo de estrés, que será medio en la meseta norte y elevado prácticamente en el resto del país.

Por lo que respecta al uso doméstico del agua, sitúa a España a la cabeza del consumo, que se distribuye un 70% en los hogares, un 24% en pequeñas empresas y servicios y un 6% en servicios públicos. El informe señala que, en términos generales, este sector fue el responsable en 2000 del gasto del 24% del agua, correspondiente a 73,2 kilómetros cúbicos, lo que muestra una tendencia negativa.

En el caso de España, señala que entre 1996 y 1999 las pérdidas de agua en la red de distribución crecieron de 20 a 21,4%.El texto propone una serie de medidas con las que se podría ahorrar el consumo de entre un 20% y un 50%, por ejemplo mediante cambios en los hábitos de la población, un uso más eficiente de tecnologías y dispositivos de ahorro o uso de fuentes alternativas de agua que incluyeran su reutilización cuando sea posible.- (NEM)
(En la imagen, el río Ebro a su paso por la localidad catalana de Tortosa)

Benedicto XVI dice a los jóvenes que es misión de ellos cambiar el Mundo

LORETO.- El Papa Benedicto XVI dijo hoy, ante unos 400.000 jóvenes (decenas de ellos, valencianos), que "el mundo debe ser cambiado y es misión de la juventud" hacerlo, además destacó la importancia de la familia de la que hay que hacer "una célula fundamental de la sociedad".

Benedicto XVI participó en una reunión, de dos días, organizada por proyecto eclesial italiano Agorá, en el santuario italiano de Loreto (en el este italiano), del que dijo que gracias a todos los presentes se había convertido en "la capital espiritual de los jóvenes".

El Papa, que escuchó el testimonio de la vida de varios jóvenes y respondió a sus preguntas, habló también de la dificultad de hablar de Dios en el mundo actual pues algunos ven en Él una limitación a su libertad.

Ante los problemas de la sociedad actual, señaló que "el mundo debe ser cambiado y es precisamente la misión de la juventud cambiarlo".

Pero cada uno no lo puede hacer con sus propias fuerzas, sino que sólo "en comunión de fe y de camino, en comunión con María, con todos los Santos y con Cristo" como se puede "hacer algo esencial".

El Papa animó a los jóvenes a tener fe en Cristo y Dios, para seguir adelante cambiando el mundo, creando "centros en la periferia" para que realmente sea visible la esperanza de todos.

Al testimonio de una joven que hablaba de lo complicado que es vivir en la periferia de las grandes ciudades, el Papa señaló que en esos lugares "parece difícil seguir adelante, cambiar el mundo para mejor", pues todo "parece concentrado en los grandes centros de poder económicos y políticos".

Hay que crear centros en la periferia, "centros de esperanza, de amor, de solidaridad, de sentido de la Justicia, de cooperación", pues "sólo así puede sobrevivir la sociedad moderna", explicó.

Benedicto XVI se refirió también a la importancia de la familia y a la pregunta de una joven dijo que hoy está "rota", pero hay que hacer que "sea una célula vital de la sociedad".

Muchos jóvenes encuentran su respuesta al amor en el matrimonio, en la formación de una familia donde "el amor entre un hombre y una mujer se viva como un don recíproco y fiel" para toda la vida, pero recordó que hoy muchas parejas "se rinden y se separan".

Dirigiéndose a los jóvenes que han vivido la separación de sus padres, el Papa les dijo que reza para que "la crisis que marca la familia de nuestro tiempo no se convierta en un fracaso irreversible".

El Papa también hizo referencia a la dificultad, en el mundo de hoy, de hablar de Dios, porque algunos ven en él "un límite a su libertad, un Dios de mandamientos, de prohibiciones".

Sin embargo, explicó que no es así, que los Mandamientos no son limitaciones sino "caminos que llevan hacia la plenitud de la vida".

De igual manera es "difícil" hablar de la Iglesia, que para muchos es una "institución que limita la libertad, que impone prohibiciones".

La Iglesia "no es un centro de poder, hay que quitar esas etiquetas y decir, que es una comunidad de compañía, en la que los problemas de la vida de todos son vividos con alegría y libertad".

A preguntas de una joven que habló de los "silencios de Dios" que en un momento experimento, el Papa señaló que "si el corazón se tiene abierto y atento" se encuentran los momentos en que la presencia de Dios se siente dentro de cada uno.

"Todos conocemos el silencio de Dios", dijo el Papa, quien recordó que hace poco se ha publicado un libro con las experiencias espirituales de madre Teresa de Calculta, "que con toda su caridad, su fuerza de fe, sufría del silencio de Dios".

El Papa animó a los jóvenes, pues muchos miran el futuro "con aprensión", y les dijo que no tuvieran miedo ya que "Cristo puede colmar las aspiraciones más íntimas de vuestro corazón", y si están unidos a El pueden "realizar grandes cosas".

Benedicto XVI invitó a los jóvenes a participar en la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en Sidney, y pidió a Dios que conceda a él y a muchos jóvenes poder estar allí.

El Papa seguirá mañana en Loreto, donde presidirá una misa y celebrará la oración dominical del Ángelus, para luego encontrarse con los fieles en el santuario.-(EFE)