jueves, 6 de enero de 2011

El ex ministro Antonio Asunción, suspendido de militancia en el PSOE


MADRID.- La dirección nacional del PSOE ha abierto expediente y ha suspendido cautelarmente de militancia al ex ministro de Interior Antonio Asunción por sus "reiteradas declaraciones descalificando sin pruebas" el proceso en el que se disputó encabezar la candidatura socialista a la Generalidad Valenciana de cara a las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo con el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, según fuentes de Ferraz. El proceso abierto contempla escuchar las explicaciones del ex ministro antes de adoptar una decisión definitiva.

La suspensión de militancia dictada por la Dirección Federal del PSOE contra el ex ministro del Interior, Antonio Asunción, tiene como objetivo impedir que éste pueda presentarse de nuevo a unas elecciones primarias para ser candidato a la presidencia del Generalitat Valenciana en caso de que el juez anulara el proceso realizado en octubre-noviembre de 2010 por el PSPV, tras una demanda civil del afectado admitida a trámite, según fuentes próximas al ex ministro.

El temor de los dirigentes socialistas a la apertura de un juicio, en el que deberán declarar la mayoría de ellos a nivel federal y autonómico –José Blanco, Leire Pajín, Jorge Alarte, Carmen Ninet ...- y, como a partir de ahora los plazos son rápidos, el miedo a que el magistrado obligue a celebrar unas elecciones primarias y dar la oportunidad de presentarse a Antonio Asunción, han provocado que se dictara la suspensión de militancia contra él. De esta forma, al no ser militante del PSPV, no podría participar en ellas, recuerda 'La Razón'.

La decisión de la dirección nacional del partido se produce a instancias de la dirección provincial de la formación en Valencia por las acusaciones de "pucherazo" que Asunción realizó después de que el PSPV dictaminase que no tenía avales suficientes para presentarse a unas primarias.
Las mismas fuentes indicaron que el proceso abierto contempla escuchar las explicaciones del ex ministro antes de adoptar una decisión definitiva. Por su parte, el propio Asunción ha indicado que no ha sido informado de la apertura de esta expediente y de su suspensión cautelar y ha recordado que será la justicia ordinaria la que decidirá si hubo o no "pucherazo".
En este sentido, Asunción ha incidido en que un juzgado de Valencia admitió a trámite hace aproximadamente un mes la denuncia por vulneración de derechos fundamentales que presentó tras la invalidación de avales. "Ya aclararemos si hubo o no pucherazo en la vía de la justicia ordinaria", se ha limitado a apostillar.
A finales del pasado mes de septiembre, el ex ministro de Interior habló de "pucherazo" después de que la comisión de garantías anulara 320 de los 3.264 avales que presentó. De este modo, Asunción quedó fuera de la disputa por la candidatura del PSPV a la Comunidad Valenciana al no reunir el mínimo de 3.201 avales necesarios para el proceso de primarias.
Estas acusaciones de "juego sucio" y "fraude" por parte de Asunción fueron duramente contestadas y reprobadas por destacados miembros de la dirección nacional del partido como la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, o el vicesecretario general del partido, José Blanco.
Blanco advirtió al ex ministro de que, o demostraba que había existido un 'pucherazo', o tendría un problema -"no todo vale, no todo es gratuito para justificar posiciones que son injustificables", le recordó entonces-, mientras que Pajín le indicó que no iba a consentir este tipo de actitudes en el partido. 
Antoni Asunción fue alcalde de Manises entre 1983 y 1987 y presidente de la Diputación de Valencia, puesto que dejó en 1988 para ser director general de Instituciones Penitenciarias. En 1993 Felipe González le nombró ministro de Interior, pero dimitió al cabo de unos meses tras la fuga del entonces director general de la Guardia Civil, Luis Roldán.
En 1998 se batió en unas primarias en la Comunidad Valenciana contra Joan Romero y Clementina Ródenas. Aunque quedó segundo, la dimisión de Romero le convirtió en contrincante de Eduardo Zaplana en 1999. El ex ministro perdió y se quedó como portavoz socialista en las Corts Valencianes, pero dimitió poco después al no tener apoyos para optar a la Secretaría General del PSPV. 

Los cinco jarrones chinos de Zapatero / Pablo Sebastián

Ahí esta Zapatero como si saliera de una sauna o de un fumadero de opio, con el rostro relajado de tanto mirar al infinito y sonriendo con la poca risa que le queda al viceprimer ministro chino Li Kequian para que el nuevo emperador de la ciudad perdida de Pekín se apiade de España, firme contratos con las grandes empresas españolas y continúe comprando deuda pública y privada de nuestro país, como preámbulo de todo lo que hache y en medio mundo pueden comprar estos nuevos ricos del comercio mundial y de los chino-dólares. El viejo tigre de papel se ha convertido en león de bronce o de oro, con el nuevo comunismo capitalista al que las grandes potencias de occidente adoran y casi todo lo consienten.

¿Le habrá pedido Zapatero al señor Li la libertad para el premio Nobel de la Paz, o para los presos políticos, o más derechos humanos, como le corresponde a un político que se dice de la izquierda? Pues no, nada de eso porque nuestro presidente se convirtió a los Mercados el pasado nueve de mayo, tras sufrir una alucinación o una visión -como los pastorcitos de Fátima- y desde entonces esta dedicado, como lo manda el guión del FMI, la UE y Moody’s, a hacer todo el trabajo “sucio” del ajuste social del déficit, y lo que haga falta. Y no por salvar a España, sino para ver si consigue salvarse el de su propio desbarajuste.

Los chinos, como los orientales en general, sonríen sin cesar y dicen a todo que si, pero cuando pasan a la firma los contratos entonces, en la letra pequeña, viene el coste verdadero de la operación y dada la debilidad española mucho nos tememos que Zapatero haya podido comprometer hasta el mismísimo Museo del Prado, porque es capaz de eso y de mucho más, sobre todo después de haber destrozado los cinco jarrones chinos de nuestra vida política, económica y social.

Porque en política y en el periodismo hay cosas que nunca debemos olvidar sobre el presidente Zapatero: que (primer jarrón) negoció políticamente con ETA en Loyola y le ofreció concesiones políticas a la banda terrorista, a la que le parecieron poca cosa y, como no se les dio más, decidieron poner una bomba en Barajas a las pocas horas de que Zapatero anunciara el final de ETA para 2007. Y tras el gravísimo error y el bombazo el señor Zapatero se fue a Doñana a esconderse y descansar y no dimitió.

Luego vino (segundo jarrón) lo del estatuto catalán, negando a la única nación española que fue restituida como tal por el Tribunal Constitucional en contra de lo que había votado y defendido Zapatero (y el PSOE), pero a pesar del duro revés y fiasco político, Zapatero tampoco dimitió.

De por medio estaba su negación de la crisis económica (tercer jarrón) que calificaba Zapatero de puro catastrofismo del PP, diciendo que la banca española era la mejor del mundo, que España superaría a Italia y a Francia (en paro y ruina desde luego), que la crisis de las hipotecas “sub prime” no afectaría a los negocios inmobiliarios de nuestro país, que los brotes verdes florecían por doquier, etc. Y seis meses después de negar la mayor en las elecciones de marzo de 2008, la crisis estalló en España en todo su esplendor, y Zapatero no dimitió.

Y vamos al cuarto jarrón chino de la florida política de Zapatero: una vez reconocida, aunque tarde, la crisis este genio que habita la Moncloa juró que solo daría una “respuesta social al problema” hasta que, como dicho está, se le aparecieron los cuatro jinetes de la Apocalipsis en pasado 9 de mayo, y puso en marcha el ajuste duro y anti social con mas impuestos y decretos contra funcionarios, trabajadores, parados, jubilados, sindicatos etcétera. Y Zapatero tampoco dimitió.

Y por fin, asustado, arrinconado y temeroso de un golpe de estado de los coroneles regionales del PSOE contra su persona y su presidencia, decidió entregarle todo el poder a Rubalcaba. Y axial vestido de “pato cojo” de la política española permaneció y permanece, pero tampoco dimitió. Y preguntamos ¿no se le cae la cara de vergüenza por todo ello y por no asumir como debiera y con su marcha la inmensa responsabilidad política que recae sobre sus espaldas? Pues por lo visto no. Ha destrozado todos los “tibores” o colección de jarrones chinos de la vida española (la seguridad frente a ETA, la unidad nacional frente al nacionalismo, la crisis que sí existió, el dialogo social, y la autoridad de la presidencia) y ahí sigue nuestro pequeño mandarín, convertido en una especie de introductor de embajadores y sin encontrar la salida a su particular laberinto en el que, dicho sea de paso, andamos perdidos todos los españoles. Eso si, muchas sonrisitas al viceprimer ministro Li, a ver si en esta festividad de Reyes Magos nos deja un poco de liquidez y algo de negocio, aunque tenga las manos manchadas de rojo de Tianamen.

Casi el 20% de los hipotecados españoles ha retrasado el pago de las cuotas al menos una vez en el último año

MADRID.- El 16,5% de los hipotecados españoles se han visto obligados a retrasar al pago de al menos una cuota del préstamo en los últimos doce meses, según datos de la II Oleada 2010 del Observatorio de la Financiación Familiar de la Agencia Negociadora de Productos Bancarios.
 
   La crisis ha aumentado las dificultades de pago en hogares con hipotecas y más del 71% de los hipotecados aceptaría alargar el plazo y el importe de su hipoteca a cambio de pagar un 30% menos cada mes. Asimismo, del total de los hipotecados que se han visto obligados a retrasar el pago, el 53% lo ha hecho hasta en tres ocasiones, un 16% al menos dos veces y un 31% reconoce una sola demora.
   El informe también pone de manifiesto que un 27,1% de las personas y familias con hipoteca considera su actual situación financiera como "mala o muy mala", y que el 30% de las ejecuciones hipotecarias podrían evitarse abordando un proceso de consolidación de deudas en el momento adecuado.
   La refinanciación puede aportar a los hipotecados con problemas un alivio financiero con el que afrontar la crisis con más tranquilidad, de manera que, una vez que su situación personal mejore, puedan revertir ese incremento de importe y plazo con amortizaciones anticipadas de capital.