VALENCIA.- El sindicato CSI·F ha detectado un incremento de las denominadas "conductas disruptivas" en las aulas debido "a la precaria situación económica"
ya que "la tensión familiar que soportan muchos alumnos la transmiten
en clase con continuas interrupciones, conversaciones entre ellos o
contestaciones fuera de lugar al docente". En definitiva, con
incidencias que alteran el desarrollo de las clases y perjudican el
aprendizaje.
Al respecto, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios
(CSI·F) explica en un comunicado que "los alumnos presentan las
conductas problemáticas derivadas de la convivencia escolar diaria y
también de la preocupación y frustración de sus padres que perciben en
sus hogares". Estas conductas se plasman en "más nervios, prestan menos atención o contestan al docente con malos modales".
Además, el sindicato ha detectado que cada vez se producen estos casos de "violencia de baja intensidad"
en edades más tempranas y afectan ya a alumnos de cursos de Infantil y
que el incremento de ratios en las aulas y la consiguiente masificación
de este curso han agravado el problema.
En concreto, el decreto dictado por el Ministerio de Educación
permite que las clases de Infantil y Primaria pasen de 25 niños el
pasado curso a 30 en este, mientras que en Secundaria la ratio se ha
incrementado de 30 a 36; y en Bachillerato, de 35 a 42.
Al respecto, recuerda que un informe elaborado por el propio
sindicato en 2006, cuando la economía era boyante, indicaba que hasta el
86 por ciento del profesorado señalaba que había sufrido en alguna
ocasión falta de respecto. "En un caldo de cultivo como el actual la central sindical teme que la cifra de incidencias vaya a más",
advierten desde el sindicato, y constatan que esta circunstancia afecta
al ánimo de los docentes. En aquella encuesta hasta el 49 por ciento
reconocía encontrarse desmotivado para el ejercicio de su profesión.
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