MADRID.- El PSOE ha exigido al PP que saque al senador Pedro Agramunt de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE), tras el informe interno en el que este organismo alude a su posible implicación en actividades corruptas durante el tiempo en que presidió la entidad y su trayectoria anterior.
El portavoz del grupo socialista en la Cámara Alta, Ander Gil, ha
emplazado al grupo popular a actuar “de manera preventiva” contra el
senador Agramunt, bajo el argumento de que su presencia en la APCE no puede ser “la mejor carta de presentación de España ante Europa”, cuando se le ha acusado de posibles prácticas corruptas.
Sin embargo, el portavoz del PP en el Senado, José Manuel Barreiro,
ha anunciado que el grupo parlamentario no va a adoptar por ahora
ninguna medida contra Agramunt, ha apostado por esperar la “respuesta”
que pueda dar la Asamblea y ha recordado que el propio senador valenciano defiende que todas las acusaciones “son falsas”.
La comisión de la APCE encargada de indagar este caso cree que Pedro
Agramunt participó en una “actividad corrupta” aunque también dice que
no tiene “evidencias claras”, y destaca su respaldo a los intereses de Azerbaiyán y la campaña promovida desde este país para que en 2013 lograra presidir el grupo del Partido Popular Europeo.
El parlamentario español presidió la APCE de enero de 2016 a octubre
de 2017, cuando dimitió tras perder la confianza de la Cámara por una polémica visita a Siria,
no comunicada a la Asamblea, junto a parlamentarios rusos y el diputado
español del PDeCAT Jordi Xuclà, en la que se entrevistaron con el
presidente Bashar al Assad.
En rueda de prensa tras la Junta de Portavoces del Senado, el senador
socialista Ander Gil ha recordado que Agramunt siempre se ha visto
salpicado por “cuestiones turbias”.
Ahora, tras el informe de la Asamblea Parlamentaria, entiende que han
aumentado las “dudas razonables” que “se ciernen” sobre él hasta hacer
“insostenible” su situación, por lo que ha emplazado al grupo popular a
apartarlo de este organismo al que accedió tras ser elegido por la
mayoría del pleno del Senado.
También se ha preguntado si el presidente del Gobierno, Mariano
Rajoy, “respalda” al senador del PP, y si el líder de Ciudadanos, Albert
Rivera, que “traga con todo”, ahora también “tragará con el escándalo
Agramunt”.
Gil ha aludido a los “regalos”, las “transferencias de 15.000 euros”, los “billetes de 500 euros” y los “hoteles de lujo” que se citan en el documento como supuestas prebendas para defender los intereses de Azerbaiyán y paliar las críticas a ese país y ha remarcado que “hoy mismo” el grupo popular podía hacer que saliera de la cámara parlamentaria.
Sin embargo, el portavoz del grupo popular ha dejado claro que no
habrá medidas contra el senador valenciano, quien
ha ratificado su inocencia en una conversación telefónica mantenida
desde Estrasburgo (Francia).
José Manuel Barreiro ha señalado que “obviamente” hablará con él
personalmente cuando regrese a España, pero ha apostado por esperar por
la “respuesta” que dé la APCE tras analizar el informe de la comisión y
ha hecho hincapié en que sostiene que todas las acusaciones contra él
son “falsas”.
También ha señalado que su permanencia en el escaño del Senado “no tiene que ver”
con el episodio de la Asamblea Parlamentaria porque Agramunt fue
elegido senador, y ha subrayado que no sería “lógico” adelantar
acontecimientos ni juzgarle “antes de que haya un pronunciamiento”.
La Comisión que investiga las alegaciones de corrupción en la APCE dijo que hay “fuertes sospechas” de que Agramunt “fue parte de una actividad corrupta”, aunque “no tiene evidencias claras”.
En un informe de casi 220 páginas, la comisión destaca el “apoyo muy claro” de Agramunt
a los intereses de Azerbaiyán, su “papel clave” en decisiones
favorables a ese país y su intervención “para suavizar las críticas
hacia las autoridades azeríes”.
Así, señala que la campaña de Agramunt para alcanzar la presidencia del Grupo del Partido Popular Europeo en la APCE “parece que fue dirigida por Muslum Mammadov, quien fue lobista para Azerbaiyán“.
En el informe se señalan extrañas donaciones, relojes y licores ofrecidos por cargos políticos de países del este y hasta sospechas de prostitución.
También destaca el “estrecho contacto” con el expresidente del Grupo
del PPE en la APCE Luca Volonté “en sus actividades para socavar el
informe Strässer”, resolución que denunciaba la situación de los presos políticos en Azerbaiyán y que fue tumbada el 23 de enero de 2013 en sesión plenaria.
El italiano Volonté y los exparlamentarios azeríes Mammadov y Elkham
Suleymanov sí son señalados por el informe de estar “involucrados en
actividades corruptas”, en el caso del primero y el tercero
“infringiendo seriamente el código de conducta de la Asamblea”. Volonté
fue acusado en Italia de recibir varios pagos periódicos de las
autoridades de Azerbaiyán durante 2013 y 2014.
La Comisión externa e independiente está compuesta por tres exjueces
europeos, el británico Nicholas Bratza, el francés Jean-Louis Bruguière y
la sueca Elisabet Fura, e inició sus trabajos el pasado junio.
Han escuchado medio centenar de testimonios de parlamentarios, miembros de la Secretaría de la APCE, periodistas e integrantes de la sociedad civil.
El presidente de la APCE, Michele Nicoletti, anunció en rueda de
prensa que remitirá el informe a la Comisión de Reglamento para que
decida las sanciones individuales a imponer a los parlamentarios que
hayan vulnerado el Código de conducta.
El documento recomienda a la APCE que aplique sin demora las
recomendaciones realizadas por el Grupo de Estados contra la Corrupción
(Greco) del Consejo de Europa, en especial para prevenir los conflictos
de intereses.
Las alegaciones de corrupción en la APCE comenzaron en mayo de 2012
con la publicación de un informe del think-tank de Berlín European
Stability Initiative que llevaba por título “Diplomacia del caviar: cómo
Azerbaiyán silenció al Consejo de Europa”.
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