MADRID.- La crisis del coronavirus
podría costar a España entre un 3,9% y un 10% de su Producto Interior
Bruto (PIB), en función de la extensión de las medidas aprobadas por el
Gobierno para frenar el avance de la epidemia entre la población.
Según un informe realizado por IESE Business School, el cierre de la
actividad económica durante un mes y medio, es decir, hasta finales de
abril, supondrá la entrada de España en recesión, al caer su economía un 2,1% en 2020, lo que se traduce en un recorte del 3,9% en relación con la anterior previsión de crecimiento para el país.
Sin embargo, si las medidas de confinación se tienen que extender hasta junio, el PIB de España caería un 5,8%, mientras que si la paralización de la actividad se alarga hasta finales de julio, esta caída se ampliaría hasta el 9,3%.
El profesor de Finanzas del IESE Nuno Fernandes, autor del estudio,
señala que, en esta ocasión, los escenarios plantean una caída combinada
de oferta y demanda, que se ha visto “agravada” por una variedad de
factores, como la naturaleza global de la economía mundial y por el
papel “clave” que juega China, donde se inició el brote.
En este sentido, la mayoría de los países europeos también entrarán
en un periodo de recesión “significativa”, con una disminución del PIB
de entre un 2% y un 3% en el escenario más moderado.
En todo el mundo, si las medidas se extienden hasta el verano, la reducción de la economía alcanzaría el 8%.
Además, Fernandes explica que esta pandemia mundial también ha
llegado en un momento en que los tipos de interés iniciales son bajos y
las herramientas económicas para combatir la crisis “son limitadas”.
“Los bancos centrales agotaron su poder de fuego durante los buenos tiempos. Casi no hay espacio para que el estímulo monetario pueda ayudar a mantener frente a los riesgos que se avecinan“, advierte el profesor de Finanzas del IESE.
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