
Ariño explicó que conoció a Beneyto en El País, en 1976, donde también estaba Carlos Gurméndez. El periodista comentó cómo el joven valenciano, perteneciente a una familia franquista, ingresó en el Opus y ejerció de secretario de Escrivá de Balaguer, aunque “los estudios y la cultura hicieron pronto a Pepín rebelarse contra la dictadura y antes de acabar la carrera de Derecho perdió la fe y abandonó el Opus”.
Sus estancias en Reino Unido y Alemania lo convirtieron en un “europeista convencido”, señaló Ariño, para quien Vidal Beneyto fue “uno de los tejedores del tapiz de la democracia española”. Recordó los años en los que se llamaba “señor Zavala” y viajaba con pasaporte falso por el mundo, ejerciendo, como lo denominó Santiago Carrillo, como “ministro de Asuntos Exteriores de la Junta Democrática”.
Vidal Beneyto participó también en la fundación de El País, donde publicó numerosos artículos denunciando “el giro derechista que la economía globalizada iba imponiendo a la política de los Estados”.
Ariño destacó este, y otros momentos de su vida, en los que el premio José Couso fue un adelantado a su tiempo. “Le gustaba decir que había que anticiparse”, recordó.
José Ramón Ariño compartió con los catedráticos Isidoro Reguera, Xavier Vence y Antonio García Santesmases una mesa redonda en la que se habló sobre el compromiso ético de los intelectuales, con la referencia constante a uno de los más brillantes, José Vidal-Beneyto.
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