martes, 21 de abril de 2020

La ganadería vacuna vuelve tras 15 años al Marjal de Pego-Oliva


PEGO.- El ganado como herramienta para gestionar la vegetación y crear hábitats óptimos para aves en peligro de extinción como el carricerín cejudo, el paseriforme más amenazado de Europa, es la apuesta de la Fundación Global Nature que refuerza ahora con la compra de un rebaño de vacas de raza rústica en la Marjal de Pego – Oliva, un Parque Natural incluido en la Red Natura 2000 de la Comunidad Valenciana.

La adquisición del rebaño y su posterior pastoreo controlado a través de un acuerdo de custodia con un ganadero local supone un refuerzo muy importante a una actividad tradicional que se había perdido en muchos humedales costeros y que aporta muchos beneficios medioambientales.
Ahora, con la entrada del ganado vacuno se conseguirá un mosaico ideal, formado por vegetación de diferentes alturas y zonas abiertas, para aves palustres migratorias como es el caso del carricerín cejudo, u otras especies de aves amenazadas, como el bigotudo, la buscarla unicolor o el carricerín real. 
El ganado se moverá según las necesidades de gestión: a finales de primavera tras la época de nidificación de las aves y cuando los niveles de agua empiezan a descender en la Marjal, el ganado se introducirá de forma controlada en aquellas zonas en las que el carrizal haya sido segado previamente y la vegetación esté brotando. 
Los animales pararán un tiempo determinado y posteriormente se cambiarán a otra zona. Todo esto se hará bajo la supervisión de la dirección del Parque Natural. 
Una vez pase el verano, el rebaño subirá en trashumancia hasta la Vall d'Alcalà, en la Marina Alta (Alicante), donde se cuenta con unas instalaciones de invierno que darán refugio a los animales mientras el humedal se encuentra en sus niveles máximos de inundación. 
Además, esta actividad ganadera ayuda a fijar población con la creación de puestos de trabajo, y contribuye a mantener habitadas las comarcas rurales, lo que la convierte en un motor para la economía local.
Numerosos estudios constatan que la presencia de ganadería extensiva en espacios naturales mejora la biodiversidad, pero se ha de mantener los sistemas de explotación tradicionales que controlan las cargas ganaderas y la rotación dentro del espacio. 
Por parte de la dirección del Parque Natural de la Marjal de Pego-Oliva, se ha considerado de máximo interés la utilización de la ganadería para la gestión y control de la vegetación palustre, en especial las zonas de carrizal. 
El objetivo es la creación de una situación de equilibrio entre zonas de carrizal-eneal denso, juncales y pastizal-juncal junto con zonas de aguas libres con vegetación subacuática de praderas de macrófitos bien conservadas. Esto es la situación de máxima riqueza natural que puede presentar un ecosistema tipo restinga-albufera como el caso de este Parque Natural. 
La excesiva colonización por parte del carrizal, especialmente por su carácter invasor, tiende a simplificar el ecosistema por reducción de nichos ecológicos, con una importante disminución de la riqueza biológica de especies vegetales y animales.
Este proyecto LIFE desarrollado por la Fundación Global Nature tiene como objetivo principal frenar el descenso de las poblaciones de carricerín cejudo mediante actuaciones de restauración del hábitat de paso migratorio pre y posnupcial. 
Estas acciones se llevarán a cabo durante el período 2017-2020 en 12 municipios de tres regiones españolas (Castilla-La Mancha, Castilla y León y Comunidad Valenciana), todas ellas incluidas en espacios de la Red Natura 2000. La iniciativa está cofinanciada por el programa LIFE de la Unión Europea y son socios de la misma la Fundación Global Nature y la Junta de Castilla y León. 
El proyecto cuenta con el apoyo de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural de la Generalitat Valenciana, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a través de la Fundación Biodiversidad, el Ayuntamiento de Torreblanca y la empresa INFERTOSA S.A.
El carricerín cejudo (Acrocephalus paludicola) está catalogado como Vulnerable a escala global, clasificado En Peligro a escala europea, está incluido en el Anexo I de la Directiva de Aves, en el Anexo II del Convenio de Berna y en el Anexo II del Convenio de Bonn. Además, se encuentra catalogado como de Interés Especial en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y como Vulnerable en el último Libro Rojo de las Aves de España. 
Se trata de una especie prioritaria de conservación a nivel mundial porque se encuentra globalmente amenazado porque se estima que su población mundial es inferior a 30.000 individuos reproductores. 
Esta población tan escasa comparada con otras poblaciones de pequeñas aves más comunes, junto a la fragmentación de sus áreas de cría y su declive poblacional, pone de manifiesto su elevado riesgo de extinción.

No hay comentarios: