MADRID.- Bankia asegura que cuando se repartió el
folleto informativo para preparar su salida a Bolsa, en junio de 2011,
avisó a los inversores sobre el "efecto adverso" que podría tener en el
precio de las acciones su exposición al 'ladrillo' y el "riesgo" de un
aumento en los créditos morosos.
Así consta en la Memoria de las cuentas de Bankia de 2011
auditadas por Deloitte, en la que la entidad presidida por José Ignacio
Goirigolzarri argumenta que en dicho folleto advertía de la existencia
de "factores de riesgo" que podrían afectar al negocio y su situación
patrimonial.
Todo ello, esgrime Bankia, podría degenerar en un "efecto adverso"
en el precio de los títulos de Bankia, que se colocaron a 3,75 euros en
el salto al parqué de la entidad. "Lo que podría llevar a una pérdida
parcial o total de la inversión realizada", recoge la memoria.
La entidad nacionalizada asegura que se advertía "particularmente"
de los riesgos derivados de que las valoraciones de los activos
inmobiliarios en el balance no correspondieran con su valoración
realizable si tuvieran que venderse.
Además, subraya que avisaba de que la entidad estaba sujeta a una
"estricta y amplia" normativa sobre los niveles de solvencia y recursos
propios.
"Del examen conjunto del contenido del folleto, que incluyó, en
especial, los factores de riesgo indicados resulta que, como se explicó,
se advertía expresamente que podrían afectar de manera adversa al
negocio, los resultados o la situación financiera, económica o
patrimonial de Bankia o al precio de cotización de sus acciones", zanja
la entidad.
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