Quintás efectuó estas consideraciones durante la rueda de prensa celebrada en Granada para informar sobre los resultados de las cajas de ahorros en el primer semestre del año, donde explicó que una fusión es el proceso de "mayor trascendencia" de una entidad, motivo por el que estas operaciones se están desarrollando con mucha "cautela" en España.
Señaló que, a diferencia de los bancos, las cajas "juegan con restricciones como los gobiernos autonómicos, que en algunos casos son elementos muy perturbadores y que, incluso, han puesto fin a fusiones muy interesantes".
Para Quintás, el hecho de que la opinión de los gobiernos autonómicos "cuente" en los procesos de fusiones "consume mucho tiempo" a las entidades, que cuando se encuentran con el "no" de las autoridades tiene que rehacer el camino andado.
En este contexto, Quintás también aludió a una posible reforma de la Ley de Cajas para dotarlas de más independencia, asunto que a su juicio es el "más importante" para el futuro del sistema bancario español en cuanto que afecta al buen funcionamiento de la mitad del mismo.
No obstante, lamentó que vaya a terminar su mandato en la CECA sin que este tema esté resuelto, pese a que en su día "todo el mundo se había comprometido ante la sociedad civil a solucionarlo".
Respecto al recurso presentado por la Comunidad de Madrid, entre otras, al texto del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), dijo que "le parece muy bien" que las los gobiernos autonómicos "hagan lo que les parezca" para defender los derechos de sus comunidades, aunque recordó que la insolvencia es reconocida por la Constitución como un problema estatal.
"En estos momentos en los que se aborda la solvencia y reestructuración financiera como un problema planetario, no deja de ser bastante castizo que en este país se opine que los problemas de solvencia son regionales", añadió Quintás.
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