BRUSELAS.- El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente español, Miguel Arias Cañete,
ha reclamado este lunes a Bruselas que el plan de acción que prepara
para apoyar al sector del olivar incluya "mejoras estructurales de
comercialización" y ha rechazado que las dificultades que afrontan los
agricultores por la caída de los precios se deba a un exceso de
producción, tal y como ha apuntado el comisario competente, Dacian
Ciolos.
El Ejecutivo comunitario espera que España y el resto de países
productores de aceite de oliva en la Unión Europea examinen el documento
de trabajo y presenten sus enmiendas en las próximas semanas, con el
objetivo de fijar el programa definitivo en julio. El Gobierno
presentará "en el mínimo plazo posible" su respuesta a la iniciativa,
han indicado hoy fuentes del Ministerio.
Ciolos ha presentado a Arias Cañete y a sus colegas de Portugal,
Italia, Francia, Grecia, Eslovenia, Malta y Chipre, un programa concreto
de medidas para mejorar la calidad y promoción del aceite de oliva
europeo y reforzar su competitividad.
El documento ofrece un diagnóstico de la situación del sector y
plantea soluciones basadas en cinco ejes: calidad y control,
reestructuración del sector, estructura de la filial, promoción y
competencia con los países terceros.
Fuentes del Ministerio que dirige Arias Cañete destacan la
"sensibilidad" del comisario al presentar un documento mes y medio
después de visitar Andalucía y conocer de primera mano los problemas del
sector.
En la reunión en Luxemburgo de Ciolos con las ocho delegaciones
afectadas, España ha subrayado que el problema del olivar no se debe a
un "exceso de producción", tal y como ha apuntado el comisario, sino de
la "necesidad de mejores estructuras de comercialización" en el mercado
de la UE y a escala internacional.
La Unión Europea es líder mundial en la producción de aceite de
oliva y España es el principal productor dentro del mercado comunitario.
En materia de calidad, Bruselas apuesta por "reforzar los controles y
las sanciones para combatir y desincentivar el fraude, en especial con
la mezcla de distintas categorías" y por impulsar a nivel internacional
la adopción de parámetros de calidad "más estrictos".
Las nuevas tecnologías permiten detectar los aceites calificados
"ilícitamente" como virgen, un fraude que afecta en especial a los
productores de calidad porque es competencia desleal y que es una
"trampa" hacia los consumidores, según ha dicho Ciolos en rueda de
prensa.
Por su parte, España aboga por mejorar los métodos utilizados para
examinar la situación del sector, con análisis "más objetivos y
precisos", que se pongan en práctica de manera uniforme en toda la Unión
Europea para detectar los fraudes.
La delegación española, además, coinciden con Bruselas en permitir
que los productores puedan establecer alianzas en sus relaciones con la
gran distribución para reforzar su posición y ganar fuerza en la
negociación de precios.
Tras meses de presión liderada por España, el Ejecutivo
comunitario admite en su informe que la producción comunitaria de aceite
de oliva registra desde hace tiempo una "baja rentabilidad" y achaca
los bajos precios fundamentalmente a una oferta "excedentaria" y a un
"fuerte desequilibrio" de poder dentro de la filial, según han indicado
fuentes comunitarias.
En el caso de España, principal productor y también el más
afectado por la caída de precios, los precios de las calidades virgen y
virgen extra están por debajo del precio mínimo que fija la Unión
Europea para activar mecanismos de intervención como, por ejemplo, las
ayudas al almacenamiento privado. De hecho, en lo que va de año,
Bruselas ha lanzado tres licitaciones para estas ayudas y los
agricultores españoles han sido los beneficiarios.
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