VALENCIA.- Metges del Món alerta de «las condiciones de insalubridad» en las que viven cientos de personas en situación de sinhogarismo que pernoctan en el antiguo cauce del río Turia, en Valencia, y denuncia «la vulneración de su derecho a la salud».
Con motivo del Día Mundial de la Salud, que se conmemoró, ayer, 7 de abril, Metges del Món pone el foco en este problema y se suma a las entidades que recientemente han exigido recursos habitacionales suficientes para abordar esta realidad y garantizar el derecho a la salud y a una vida digna para todas las personas.
«Estamos viendo cómo se intenta desplazar a estas personas para que no sean visibles, con desalojos constantes para limpiar los asentamientos. Pero lo que verdaderamente necesitamos es que las administraciones tomen medidas urgentes que tengan en cuenta sus derechos: albergues con plazas suficientes y programas sociales integrales que aborden el sinhogarismo y la pobreza», explica en un comunicado la presidenta de Metges del Món Comunitat Valenciana, Andrea Sixto.
«Es imprescindible garantizar tratamiento y seguimiento para quienes lo necesiten en casos de adicciones, agilizar la regularización administrativa de las personas migrantes para facilitar su acceso al empleo y, en general, asegurar oportunidades reales de vivienda y trabajo digno», añade.
Algunas de las personas que pernoctan en el río son titulares de derechos del programa de inclusión social de Metges del Món en la ciudad de Valencia. Es el caso de Marcos, de 35 años, que llegó a Valencia desde su Cuba natal. Desde hace un año duerme bajo un puente en el río después de perder su empleo como dependiente en un bazar y no poder hacer frente al gasto del alquiler de la habitación en la que vivía.
Se queja de picaduras de insectos y de que las ratas se comen su comida y se pasean y hacen madrigueras entre los colchones, lo que les crea constantes problemas en la piel. «He acabado en el hospital con una infección grave por la que me ingresaron. Aún me duele y me pica», se lamenta. Explica también que hay personas con fiebre y tos constantes y teme la llegada del verano. «Aparecen muchísimos mosquitos y es insoportable», relata.
Por otra parte, Mohamed (nombre ficticio), de 42 años, se queja de constantes agresiones y del frío. Estuvo durmiendo durante 2024 en el antiguo cauce.
«En invierno y cuando llueve se pasa muy mal. Se te mojan todas las cosas», explica. Cuenta, además, que algunas personas consumen estupefacientes y están en riesgo de sobredosis.
«Una vez nos tocó llamar a una ambulancia porque un hombre casi se muere, vinieron y le pincharon allí mismo. Lleva 6 meses ingresado en el hospital desde entonces», asegura.
Por último, Younes (nombre ficticio), de 22 años, durmió cuatro meses en del antiguo cauce, hasta febrero. Este joven, que llegó siendo menor a Valencia después de cruzar a nado desde Marruecos a Ceuta, pasó las noches en el río después de una operación en la pierna tras una caída. Pasó todo el postoperatorio en el suelo, sin colchón, a base de paracetamol.
«Me dijeron que todo había ido bien, pero con el frío pasaba mucho dolor», indica. Ahora explica que está mejor, pero recuerda pasarlo «muy mal». Explica que muchas de las personas que se encuentran pernoctando en el río no saben qué hacer cuando tienen problemas de salud.
«El problema es que no saben hablar el idioma y no saben ni dónde tienen que dirigirse», puntualiza.
Metges del Món Comunitat Valenciana ha atendido en la ciudad de Valencia en el último año y hasta abril de 2025 a 850 personas en situación de sinhogarismo. En el centro fijo, se ofrecen servicios de alimentación y ducha, así como la entrega de materiales preventivos para evitar daños por consumo de drogas.
Además, se realizan intervenciones en calle: información/asesoramiento (tramitación de la tarjeta sanitaria, prestaciones sociales, recursos socio-sanitarios); seguimiento de situaciones personales; intervenciones educativas sobre reducción de daños; y reparto de material preventivo.
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