Hasta octubre, dos de cada 10 azulejeras han tenido que presentar un expediente de regulación de empleo hasta un total de 43 expedientes, que han afectado a 1.976 trabajadores, el 7% de la plantilla de un sector que, pese a todo, sigue siendo líder en desarrollo tecnológico, diseño y calidad de servicio.
La industria azulejera se enfrenta a la primera gran crisis de consumo de baldosas cerámicas en el mercado nacional, donde el valor de las ventas había crecido de forma ininterrumpida en los últimos años. Incluso, en el año 2003, cuando la facturación del sector descendió un 2,9% por la coyuntura económica internacional, que provocó una caída de la exportación del 6%.
Antes del estallido de la crisis inmobiliaria y financiera, es decir al cierre de 2007, la industria contaba con alrededor de 200 empresas fabricantes de baldosas cerámicas. A esta cifra habría que añadir una veintena de empresas dedicadas a la atomización de arcillas y a la fabricación de 'bizcocho'.
En su conjunto, la estimación de la patronal azulejera Ascer era que el sector cerámico español daba empleo directo, entonces, a unos 26.400 trabajadores, además de generar más de 7.000 empleos indirectos, en unas empresas que en su mayoría son de pequeño y mediano tamaño.
La radiografía de la industria cerámica ha cambiado de forma significativa tan sólo 10 meses después. La crisis ha provocado que el 20% de las empresas del sector haya tenido que presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en un intento desesperado por adecuar la oferta a la demanda actual, que ha caído del orden del 10% en el mercado nacional, según las estimaciones de la patronal.
Un total de 40 azulejeras se han visto afectadas por los 31 ERE de extinción de empleo y los 12 ERE de suspensión temporal de empleo que se han presentado hasta la primera semana de octubre en la industria cerámica. Con estas reducciones de plantilla, las azulejeras buscan una salida "responsable" a la coyuntura actual.
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