VALENCIA.- La ciudad de Valencia es una plaza electoral crucial para cualquier candidato socialista que pretenda la presidencia de la Generalitat. El secretario general del PSPV-PSOE se propone reestructurar en los próximos meses el partido en la ciudad. Este asunto no admite dilaciones. En las últimas elecciones municipales, en 2007, los socialistas estaban a más de 23 puntos de distancia del PP, que pronto cumplirá 18 años en el Gobierno de la capital, según "El País".
Conscientes de la importancia de recuperar las grandes ciudadades y Valencia es objetivo prioritario para 2011, el PSOE dejó atado en el pasado congreso federal de julio el protocolo para adecuar la estructura orgánica del partido a la realidad de las ciudades. Y en el caso de Valencia, este protocolo está a punto de iniciarse.
Hoy, 15 de diciembre acaba de manera formal el mandato de la actual dirección socialista en la ciudad -y también en las seis agrupaciones de distrito-, que encabeza el portavoz de la Diputación, Rafael Rubio, si bien los órganos federales han prorrogado hasta el 31 de diciembre este mandato.
Antes de esa fecha, Alarte y la responsable de Organización, Elena Martín, que trabajan una hoja de ruta para Valencia consensuada con Madrid, deberán nombrar una comisión que se encargará de reestructurar una organización con apenas 2.000 afiliados y lastrada por tantos años de derrotas electorales.
En ese momento cesará la actual dirección y no se espera que ninguno de ellos sea repescado para la nueva tarea. Este paso se dará en los próximas días, según fuentes del partido, aunque la fecha no está cerrada todavía. La comisión será responsable, entre otras cosas, de estudiar una nueva división del partido en la ciudad, donde se baraja desde pasar de seis a 19 agrupaciones socialistas, el mismo número que juntas de distrito hay en Valencia. O incluso reagruparlas de otro modo.
La dirección que designe Alarte revisará los censos, reasignará a los afiliados en función de la nueva división que se adopte e iniciará una fuerte campaña para ampliar el número de militantes y simpatizantes. Sólo cuando este proceso acabe se podrá celebrar la asamblea del PSPV-PSOE en la ciudad de Valencia.
En Castellón y Alicante deberá de llevarse a cabo este mismo proceso, pero los encargados serán las direcciones recién elegidas.
El plan ha causado conmoción en buena parte del partido, regido desde hace décadas por las familias políticas de José Luis Ábalos, Rafael Rubio, el lermismo y la Federación de Servicios Públicos de UGT.
Es de suponer que el plan de reformas para el partido en Valencia rompa las dinámicas de los últimos años y permita, entre otras cosas, que el PSPV-PSOE en la ciudad de Valencia tenga hilo directo con la dirección nacional.
Rafael Rubio, actual secretario general de la ciudad y vicesecretario del partido en la provincia de Valencia, ya anunció en su día que no pensaba presentarse a la reelección.
"Valencia ha sido siempre una ciudad compleja y es preciso hacer las cosas con conomiento porque lo que pase aquí es muy importante para el partido", dijo un dirigente.
Conscientes de la importancia de recuperar las grandes ciudadades y Valencia es objetivo prioritario para 2011, el PSOE dejó atado en el pasado congreso federal de julio el protocolo para adecuar la estructura orgánica del partido a la realidad de las ciudades. Y en el caso de Valencia, este protocolo está a punto de iniciarse.
Hoy, 15 de diciembre acaba de manera formal el mandato de la actual dirección socialista en la ciudad -y también en las seis agrupaciones de distrito-, que encabeza el portavoz de la Diputación, Rafael Rubio, si bien los órganos federales han prorrogado hasta el 31 de diciembre este mandato.
Antes de esa fecha, Alarte y la responsable de Organización, Elena Martín, que trabajan una hoja de ruta para Valencia consensuada con Madrid, deberán nombrar una comisión que se encargará de reestructurar una organización con apenas 2.000 afiliados y lastrada por tantos años de derrotas electorales.
En ese momento cesará la actual dirección y no se espera que ninguno de ellos sea repescado para la nueva tarea. Este paso se dará en los próximas días, según fuentes del partido, aunque la fecha no está cerrada todavía. La comisión será responsable, entre otras cosas, de estudiar una nueva división del partido en la ciudad, donde se baraja desde pasar de seis a 19 agrupaciones socialistas, el mismo número que juntas de distrito hay en Valencia. O incluso reagruparlas de otro modo.
La dirección que designe Alarte revisará los censos, reasignará a los afiliados en función de la nueva división que se adopte e iniciará una fuerte campaña para ampliar el número de militantes y simpatizantes. Sólo cuando este proceso acabe se podrá celebrar la asamblea del PSPV-PSOE en la ciudad de Valencia.
En Castellón y Alicante deberá de llevarse a cabo este mismo proceso, pero los encargados serán las direcciones recién elegidas.
El plan ha causado conmoción en buena parte del partido, regido desde hace décadas por las familias políticas de José Luis Ábalos, Rafael Rubio, el lermismo y la Federación de Servicios Públicos de UGT.
Es de suponer que el plan de reformas para el partido en Valencia rompa las dinámicas de los últimos años y permita, entre otras cosas, que el PSPV-PSOE en la ciudad de Valencia tenga hilo directo con la dirección nacional.
Rafael Rubio, actual secretario general de la ciudad y vicesecretario del partido en la provincia de Valencia, ya anunció en su día que no pensaba presentarse a la reelección.
"Valencia ha sido siempre una ciudad compleja y es preciso hacer las cosas con conomiento porque lo que pase aquí es muy importante para el partido", dijo un dirigente.
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