VALENCIA.- El mismo día, con pocas horas de diferencia, dos de las principales entidades que se dedican a ayudar a los más desfavorecidos en el territorio valenciano volvieron a llamar la atención ayer sobre el fuerte incremento de demanda que están teniendo, recoge "El País".
Tanto Cáritas en Alicante como la Casa de la Caridad de Valencia destacaron el nuevo perfil de usuario de sus servicios, cada vez más alejado del estereotipo del indigente, y más cercano a personas normalizadas a quienes las vacas flacas han arrojado a los servicios de beneficencia.
En Valencia, la Casa de la Caridad indicó que en dos años se ha duplicado el número de personas que se desplazan hasta sus instalaciones para comer a mediodía, una circunstancia que asociaron directamente a la crisis económica. La media de asistentes era de 150 personas en 2006 y ahora ya rondan los 300, según fuentes de esta entidad.
Ante el incremento de necesidades, el vicepresidente de la institución, Fernando Giner, presentó una campaña solidaria para estas navidades en la que se repartirán huchas en bares de la ciudad de Valencia con la que esperan recaudar 60.000 euros.
En Alicante, Cáritas recordó que en la Comunidad Valenciana la tasa de pobreza es del 16,9%, la novena del país, según el Informe FOESSA sobre exclusión y desarrollo social en España 2008. E incidió en que el perfil del demandante de ayuda está cambiando.
Junto a los colectivos "tradicionales", cada vez son más numerosas las peticiones de ayuda de nuevos colectivos, entre ellos de familias de clase media, muchos de ellos jóvenes parejas, que asumieron gastos (como la compra de una vivienda) a los que, tras quedar uno o los dos miembros en paro, no pueden hacer frente. Cáritas aseguró que tienen "muchas peticiones" de ayuda para solucionar deudas hipotecarias o el pago de facturas.
Una nueva situación que ha hecho crecer un 45% las peticiones de ayuda, según datos facilitados hace dos meses y recordados ayer. Los responsables de Cáritas Diocesana de Orihuela-Alicante pidieron una revisión de las políticas de empleo, dirigidas, por ejemplo, a fomentar el autoempleo, y nuevas iniciativas en materia de viviendas.
Hace mes medio, el secretario de Cáritas a nivel nacional, Silverio Agea, señaló que el aumento de peticiones de ayuda en toda España se había disparado un 40%, sobre todo relacionadas con alimentos, calzado, transporte, gastos de vivienda e incluso para hacer frente a desahucios. Agea alertó sobre la necesidad de obtener donativos para cubrir estas nuevas necesidades.
Y, los responsables de Cáritas en Alicante señalaron que aunque la sociedad "responde" y "van contando con recursos "necesitan más ayuda". Pidieron el compromiso de empresas e instituciones.
Tanto Cáritas en Alicante como la Casa de la Caridad de Valencia destacaron el nuevo perfil de usuario de sus servicios, cada vez más alejado del estereotipo del indigente, y más cercano a personas normalizadas a quienes las vacas flacas han arrojado a los servicios de beneficencia.
En Valencia, la Casa de la Caridad indicó que en dos años se ha duplicado el número de personas que se desplazan hasta sus instalaciones para comer a mediodía, una circunstancia que asociaron directamente a la crisis económica. La media de asistentes era de 150 personas en 2006 y ahora ya rondan los 300, según fuentes de esta entidad.
Ante el incremento de necesidades, el vicepresidente de la institución, Fernando Giner, presentó una campaña solidaria para estas navidades en la que se repartirán huchas en bares de la ciudad de Valencia con la que esperan recaudar 60.000 euros.
En Alicante, Cáritas recordó que en la Comunidad Valenciana la tasa de pobreza es del 16,9%, la novena del país, según el Informe FOESSA sobre exclusión y desarrollo social en España 2008. E incidió en que el perfil del demandante de ayuda está cambiando.
Junto a los colectivos "tradicionales", cada vez son más numerosas las peticiones de ayuda de nuevos colectivos, entre ellos de familias de clase media, muchos de ellos jóvenes parejas, que asumieron gastos (como la compra de una vivienda) a los que, tras quedar uno o los dos miembros en paro, no pueden hacer frente. Cáritas aseguró que tienen "muchas peticiones" de ayuda para solucionar deudas hipotecarias o el pago de facturas.
Una nueva situación que ha hecho crecer un 45% las peticiones de ayuda, según datos facilitados hace dos meses y recordados ayer. Los responsables de Cáritas Diocesana de Orihuela-Alicante pidieron una revisión de las políticas de empleo, dirigidas, por ejemplo, a fomentar el autoempleo, y nuevas iniciativas en materia de viviendas.
Hace mes medio, el secretario de Cáritas a nivel nacional, Silverio Agea, señaló que el aumento de peticiones de ayuda en toda España se había disparado un 40%, sobre todo relacionadas con alimentos, calzado, transporte, gastos de vivienda e incluso para hacer frente a desahucios. Agea alertó sobre la necesidad de obtener donativos para cubrir estas nuevas necesidades.
Y, los responsables de Cáritas en Alicante señalaron que aunque la sociedad "responde" y "van contando con recursos "necesitan más ayuda". Pidieron el compromiso de empresas e instituciones.
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