Esta Sociedad Pública era la encargada de contratar con terceros la celebración de estos eventos. En su primer año de vida adjudicó un contrato de asistencia técnica cultural a la empresa Aqualium. El contrato por un importe de 350.000 euros se adjudicó a dedo, mediante el sistema "negociado sin publicidad", atendiendo a razones de urgencia.
Desde 2004 Aqualium Spain, dedicada al diseño, desarrollo y asesoramiento externo en materia de proyectos vinculados al campo de las artes plásticas, con una especial dedicación al mundo de la pintura y de la escultura contemporáneas, propiedad de María Porto, tercera esposa de Francisco Álvarez Cascos, cuenta con este como asesor externo, según informa la página web de la empresa.
Aqualium ha tenido especial actividad en las ciudades más pobladas de España, entre ellas Madrid, Barcelona y Valencia, pero también llegó a capitales medianas como Logroño, donde logró un sustancioso contrato, y Santander. Son muestras de arte moderno, generalmente de grandes esculturas, que cimentan un buen negocio.
La pareja ha facturado un mínimo de cinco millones de euros a base de contratos de intermediación, organización o comisariado de artistas, exposiciones y obras en venta; un nutrido grupo de esos contratos los ha firmado con ayuntamientos –buena parte del PP, pero no faltan del PSOE– y entidades de ahorro como Bancaja, La Caixa o Cajastur, según informaba la revista Interviú en un amplio reportaje publicado hace dos años.
(...) Aqualium, empresa en la que Álvarez-Cascos figura como asesor externo, trabaja con administraciones de distinto signo, aunque con más frecuencia con las gobernadas por el PP. Entre el 8 de enero y el 25 de febrero de 2007, Aqualium organizó en Valencia una exposición al aire libre de esculturas monumentales del estadounidense Robert Indiana, uno de los pocos representantes vivos del pop art. Cascos preparó la muestra personalmente con la alcaldesa popular Rita Barberá que, aunque no financió la exposición, sí la autorizó cediendo el suelo.
Los alrededor de 300.000 euros que costó la muestra salieron de Bancaja. Como casi todas las cajas, esta entidad está controlada por políticos. El presidente de Bancaja es José Luis Olivas (PP), que presidió la Generalitat valenciana cuando Eduardo Zaplana se fue a Madrid para ser ministro de Trabajo.
Esta misma exposición estuvo del 4 de mayo al 31 de julio de 2006 en el madrileño paseo de Recoletos con el apoyo del Ayuntamiento de Ruiz Gallardón y el Gobierno autónomo de Esperanza Aguirre. Son gigantescas piezas de acero o aluminio en vivos colores, que forman palabras como love o art. (...).
(En la imagen, el presidente de Bancaja, la alcaldesa de Valencia y el vicepresidente del Consell con María Porto, comisaria de la exposición de Robert Indiana, en su inauguración hace justo dos años).
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