MURCIA.-El presidente de Cajamurcia, Carlos Egea Krauel, ha puesto por vez primera las cartas sobre la mesa para subrayar que esta entidad sólo está dispuesta hablar de una fusión siempre que la sede social del grupo resultante permanezca en Murcia y se someta a las leyes de la Comunidad.
La segunda condición es que el proyecto sea sostenible y razonable, con lo cual rechazaría operaciones con otras entidades de ahorro cuyo resultado merme las garantías de las que ahora disfrutan sus clientes.
La segunda condición es que el proyecto sea sostenible y razonable, con lo cual rechazaría operaciones con otras entidades de ahorro cuyo resultado merme las garantías de las que ahora disfrutan sus clientes.
Carlos Egea manifiesta en La Verdad, que Cajamurcia «no contempla a corto plazo ningún proceso de fusión, y en estos momentos tampoco lo necesita».
A partir de ahí, añade, tampoco se niega a escuchar a quien sea, aunque con dos requisitos por delante. «La principal condición es que la sede social tiene que estar en Murcia. Si esto se acepta, nos sentaríamos a hablar con cualquier caja. En segundo lugar, el proyecto debe ser sostenible y razonable para darle las mayores garantías a nuestros clientes».
Cajamurcia reitera que no existe ninguna conversación con Caja Mediterráneo (CAM), y que si se produce algún acercamiento con cualquier entidad debe ser sobre la base de las dos condiciones anteriores, sea con la CAM o con cualquier otra caja española.
Que la sede social permanezca en Murcia es importante desde el punto de vista económico y social, ya que de lo contrario la Región perdería el rango de sede financiera y al mismo tiempo puede ver debilitado su peso político.
En este sentido, tener el núcleo en Murcia no es un capricho que quede al albur de una negociación. Si se alcanzara una fusión, eso no impediría que hubiera sedes operativas en otras regiones, pero el núcleo estaría en Murcia y la nueva entidad quedaría sujeta a la legislación regional.
Por su parte, el presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, subrayó a La Verdad que cualquier proceso de fusión que se presente con Cajamurcia debe hacerse sobre la «condición irrenuncible» de que la sede social esté en la capital de la Región. «No es negociable que Cajamurcia pierda su sede social, la que tiene aquí, en aras de una operación financiera que vaya en favor de otra comunidad autónoma. En el supuesto de que se inicie un proceso de este tipo, la sede es una condición sine qua non», puntualizó.
A partir de ahí, añade, tampoco se niega a escuchar a quien sea, aunque con dos requisitos por delante. «La principal condición es que la sede social tiene que estar en Murcia. Si esto se acepta, nos sentaríamos a hablar con cualquier caja. En segundo lugar, el proyecto debe ser sostenible y razonable para darle las mayores garantías a nuestros clientes».
Cajamurcia reitera que no existe ninguna conversación con Caja Mediterráneo (CAM), y que si se produce algún acercamiento con cualquier entidad debe ser sobre la base de las dos condiciones anteriores, sea con la CAM o con cualquier otra caja española.
Que la sede social permanezca en Murcia es importante desde el punto de vista económico y social, ya que de lo contrario la Región perdería el rango de sede financiera y al mismo tiempo puede ver debilitado su peso político.
En este sentido, tener el núcleo en Murcia no es un capricho que quede al albur de una negociación. Si se alcanzara una fusión, eso no impediría que hubiera sedes operativas en otras regiones, pero el núcleo estaría en Murcia y la nueva entidad quedaría sujeta a la legislación regional.
Por su parte, el presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, subrayó a La Verdad que cualquier proceso de fusión que se presente con Cajamurcia debe hacerse sobre la «condición irrenuncible» de que la sede social esté en la capital de la Región. «No es negociable que Cajamurcia pierda su sede social, la que tiene aquí, en aras de una operación financiera que vaya en favor de otra comunidad autónoma. En el supuesto de que se inicie un proceso de este tipo, la sede es una condición sine qua non», puntualizó.
Valcárcel coincide en este punto con Carlos Egea, y con la cautela de considerar sólo proyectos que sean viables. Añadió que su segunta apuesta consiste en que «Carlos Egea sea el presidente del grupo que surja en cualquier proceso de fusión debido a su alta experiencia y consideración dentro del sector».
El presidente regional explicó que rechaza cualquier injerencia política en estos procesos. «Durante estos años, mi papel ha sido apartar la política de las cajas. Lo he demostrado con hechos, ya que los representantes de la Comunidad Autónoma no pertenecen al Partido Popular. Creo que hay que respetar siempre las decisiones de los consejos de administración. Una cosa es la representación política y otra la politización», señaló.
Con la legislación actual, las comunidades autónomas tienen la última palabra para autorizar fusiones entre cajas de ahorro, sobre todo si afecta a entidades con base en otros territorios. Las competencias siguen descansando en las legislaciones autonómicas, pese a las promesas del Gobierno de la nación de cambiar la ley.
El presidente regional explicó que rechaza cualquier injerencia política en estos procesos. «Durante estos años, mi papel ha sido apartar la política de las cajas. Lo he demostrado con hechos, ya que los representantes de la Comunidad Autónoma no pertenecen al Partido Popular. Creo que hay que respetar siempre las decisiones de los consejos de administración. Una cosa es la representación política y otra la politización», señaló.
Con la legislación actual, las comunidades autónomas tienen la última palabra para autorizar fusiones entre cajas de ahorro, sobre todo si afecta a entidades con base en otros territorios. Las competencias siguen descansando en las legislaciones autonómicas, pese a las promesas del Gobierno de la nación de cambiar la ley.
1 comentario:
CAJA MURCIA ole tus huevos. Firmado UN MURCIANO.
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