Criticó el "inadmisible panorama económico" al que se enfrentan las empresas, que está "marcado por un escaso apoyo hacia ciertos sectores estratégicos; por la falta de un modelo energético definido y una política fiscal que reactive la demanda, el consumo y la inversión; por la frivolidad de los agentes económicos; por las nulas facilidades de financiación; y por unos altísimos índices de morosidad, en especial de las administraciones públicas, que están provocando una de cada cuatro quiebras empresariales", dijo.
Además, agregó que a esta situación se suma "un despilfarro generalizado de la administración, unos ayuntamientos con unas arcas municipales en quiebra, un imparable incremento de la deuda pública y unos partidos políticos más centrados en resolver problemas internos, que en presentar propuestas eficaces que revitalicen la economía y generen empleo".
Lafuente indicó que se vive "la mayor crisis de confianza en la clase dirigente" y denunció que "los intereses de partido están primando sobre los intereses generales de la sociedad y están ofreciendo un espectáculo poco edificante que desvirtúa su papel como impulsores de soluciones y representantes de los intereses de todos los ciudadanos".
Por ello, reclamó "sentido común" a los responsables políticos para que "den una lección de madurez con la firma de pactos de Estado clave, que definan políticas realistas y efectivas".
En cuanto al incremento del empleo público, afirmó que "las administraciones se han convertido en un saco sin fondo de generación de empleo a través de la oferta pública" y criticó que "ningún gestor público está adoptando iniciativas de las que se pueda deducir alguna tendencia de austeridad".
En este sentido, pidió "moderación y prudencia" a las administraciones públicas para que "no permanezcan con las manos cruzadas, porque tienen un contrato temporal renovable cada cuatro años y deberían racionalizar al máximo sus actuaciones sabiendo que juegan con el dinero de los ciudadanos", subrayó.
"Si no se apoya con valentía a las empresas, en breve no estaremos hablando de porcentajes de desempleo, sino de irreparables índices de mortandad", sostuvo Lafuente, quien recalcó que la "solución" de la crisis "no se encuentra en subvencionar a los desempleados", sino en "dar a un trabajador un empleo estable, y no un subsidio temporal", que "aporta seguridad temporal" pero "es el principio del fin".
Además, instó a los empresarios a "mejorar su competitividad frente a otros mercados" y defendió "la necesidad de acometer una reforma laboral consensuada con todos los agentes sociales que aborde temas como el sangrante problema del absentismo laboral, la flexibilidad de contratos y horarios, la movilidad funcional y geográfica, la contratación a tiempo parcial, o un tipo de contrato fijo de carácter discontinuo, flexible y sencillo, como vía de creación de empleo", así como de "hablar más de productividad y menos de IPC".
El presidente de Femeval reclamó también "la reducción de las cotizaciones sociales que abonan las empresas a la Seguridad Social", que traten de "agilizar los procesos de tramitación de los ERE", la "rebaja" del Impuesto de Sociedades y "la eliminación del IAE como impuesto que penaliza la maltrecha economía de las empresas".
Lafuente hizo hincapié en "la necesidad de priorizar actuaciones que ayuden a reactivar el consumo de los ciudadanos como el Plan Prever" y pidió a la Administración que "continúe impulsando iniciativas similares en el ámbito nacional y que incluso aumenten su área de actuación hacia otros sectores", al tiempo que reclamó "un Plan Prever del metal para el sector de maquinaria".
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