También le ha prohibido comunicarse con ellas por cualquier medio, según informó en un comunicado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV). Sanz, que acudió este martes a los juzgados a prestar declaración, afirmó a su salida que tenía la conciencia tranquila.
Vicente Sanz, suspendido cautelarmente de sus funciones, se presentó en las instancias judiciales a las 9.05 horas, acompañado por su mujer, la diputada popular Esther Franco, y por su letrado. Estuvo prestando declaración durante casi tres horas y media, en las que se defendió de las acusaciones vertidas por las tres trabajadoras del ente público que le denunciaron por acoso hace unas tres semanas. Ellas se ratificaron ayer en la versión de los hechos.
A la entrada al juzgado, Sanz fue recibido con gritos de 'Impunitat, ni una ni cap' por parte de una decena de periodistas y trabajadores del ente, que llevaban tapado el rostro con unas caretas blancas. También portaban varias pancartas de sindicatos en las que se podía leer 'Quantes víctimes més hi ha?' o 'Canal 9. Ni manipuladors ni assetjadors!'.
En ese momento no quiso responder a las preguntas de los periodistas que le esperaban en la puerta, pero sí lo hizo a su salida del juzgado, cuando al ser interpelado por si tenía la conciencia tranquila, dijo textualmente "sí". Así mismo, al ser preguntado por si había sido muy duro, respondió que "lo normal".
Su abogado, quien recordó que existe secreto de las diligencias, comentó que a Sanz se le ha impuesto una medida cautelar que es "normal" en este tipo de procedimientos. "Es absolutamente normal en fase de instrucción", afirmó, porque "son tres las denunciantes y es un delito muy llamativo, y siendo tres es normal", reiteró.
También señaló que su cliente se había defendido de las acusaciones formuladas por las tres periodistas. "Evidentemente que nos hemos defendido, somos la defensa", respondió a una de las preguntas.
Sanz fue denunciado el pasado mes de febrero por presuntas vejaciones y situaciones de abuso de poder. Las tres denunciantes de RTVV afirmaron que sufrían esta situación desde finales de 2007, pero no habían denunciado antes por miedo.
El directivo, que ocupaba un cargo en RTVV desde 1995, fue presidente del PP en Valencia entre 1993 y 1994, presidencia que dejó tras divulgarse una grabación en la que decía que estaba en política "para forrarse", que le fue grabada a propósito de la adjudicación supuestamente irregular de los mapas sonoro y verde de Benidorm a una empresa.
Tras hacerse pública la denuncia, Sanz presentó al director general del ente, José López Jaraba, una petición de suspensión cautelar de sus funciones, que fue aceptada. Con ello, Sanz pretendía, según dijo en su momento RTVV, "defenderse" de las acusaciones de acoso sin dañar a la institución.
El representante de Intersindical Valenciana, Jaume Muñoz, indicó en declaraciones a los medios de comunicación que se habían presentado a las puertas del juzgado para "reclamar justicia" para las tres periodistas que han denunciado y para otras "que probablemente no están aquí, que no han denunciado todavía pero que nos gustaría que lo hicieran porque es importante que no quede nadie en la impunidad".
Explicó que "esto quiere decir que hay una serie de personas que con su silencio han sido cómplices de lo que estaba pasando", por lo que pidió una investigación "seria". Al respecto, pidió al director del ente que abra una investigación.
Por su parte, CCOO y CGT pidieron a través de un comunicado que el director general del ente, José López Jaraba, "aclare inmediatamente" cuando tuvo noticias del comportamiento "acosador que ha estado practicando el secretario general, Vicente Sanz". Agregaron que si López Jaraba "lo sabía, y no hizo nada, el comportamiento hay que calificarlo de encubrimiento".
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