El texto de reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha ha quedado prácticamente 'muerto' tras su paso por la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados después de que PP y PSOE no fueran capaces de alcanzar un acuerdo sobre la reserva hídrica de la región.
Los socialistas decidieron rechazar una enmienda transaccional presentada a última hora por los 'populares' en la que se dejaba la reserva hídrica de 4.000 hectómetros cúbicos en una "estimación" y deseo de la Comunidad Autónoma y se destacaba su prioridad como cuenca cedente.
Aunque la Comisión Constitucional aprobó con los votos a favor del PSOE y la negativa del PP el dictamen sobre la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha, la falta de entendimiento entre los dos grandes partidos, los únicos representados en la comunidad, conduce la reforma hacia la retirada, debido a que requiere de mayoría absoluta para su aprobación en el pleno y los minoritarios no la respaldarán sin acuerdo entre socialistas y 'populares'.
La enmienda del PP, presentada esta misma tarde, mantenía en el preámbulo la garantía de 4.000 hectómetros cúbicos como deseo de la comunidad para su abastecimiento, pero eliminaba la expresión de 'reserva hídrica' y señalaba que sería en la planificación hidrológica en la que se concretara esta estimación conforme a lo previsto en la legislación vigente.
El líder del PP, Mariano Rajoy, se reunió esta mañana con la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, y el presidente de Murcia Ramón Luis Valcárcel, para perfilar esta enmienda.
Con el objetivo de contentar a Murcia y Valencia, dos comunidades que han manifestado su oposición estos meses a poner fin a la caducidad del trasvase, Rajoy, Cospedal y Valcárcel --que se desplazó a Madrid para seguir el debate y reunirse con los regantes-- acordaron eliminar la palabra "reserva" en aras del consenso, señalan las mismas fuentes.
Para el portavoz socialista, Alejandro Alonso, la propuesta de enmienda fue "claramente inaceptable" por suponer una "rebaja" para las "aspiraciones" de Castilla-La Mancha y su política de agua, por lo que se decantó por mantener el texto que salió de la Ponencia por ser un "esfuerzo de consenso" por parte del PSOE.
Según dijo, el PSOE no se esperaba "una propuesta tan mala" y apuntó directamente al presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, como responsable de ello, criticando su presencia hoy en Madrid para seguir el debate. "Ha venido a controlar la acción de los diputados del PP", dijo, algo que le parece una "desconsideración" hacia los ciudadanos castellano-manchegos.
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