En este sentido, lamentó que ante la crisis económica, "nos dormimos en los laureles, yo creo que todos, y además, cuando se presentó el problema, se reaccionó tarde; todavía hoy hay estamentos, incluso gubernamentales, que creen que la estrategia consiste en 'esto va a pasar y ya vendrán tiempos mejores; ya volveremos a dónde estábamos antes'".
El presidente de la CEV se manifestó en estos términos en la presentación del libro 'Casos de éxito. Soluciones competitivas para las pymes', manual que llega, recordó, "en un momento especialmente difícil", porque "no estamos pasando precisamente el mejor momento de la vida económica".
Entre otras cuestiones, aludió a "dificultades" como la "falta de confianza, caída de la demanda" y sobre todo, remarcó la falta de financiación, "que al final, es lo que hace imposible que las cosas continuen".
A su juicio, el principal problema para las empresas no es una reforma laboral. "Yo no creo que sea el principal problema; es un problema, sin lugar a dudas, hay que hacer esa reforma, pero si hablamos en términos de urgencia, la principal es la financiación" y a medio y largo plazo, "la principal cuestión es como reformamos nuestro modelo económico, que, habiendo tenido años brillantes, deberiamos haber reformado hace más tiempo".
En este sentido, lamentó que "nos dormimos en los laureles, yo creo que todos, y además, cuando se presentó el problema, se reaccionó tarde; todavía hoy hay estamentos, incluso gubernamentales, que creen que la estretegia consiste en 'esto va a pasar, es cuestión de dejarlo pasar y ya vendrán tiempos mejores; ya volveremos a dónde estábamos antes'".
Sin embargo, en su opinión, esta actitud es "un error descomunal" porque "si algo sabemos en esta crisis", de la que admitió que no se sabe cuando se saldrá, es que "pasará porque no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo aguante" y que "no va a ser después igual que fue antes". Esto, remarcó, "es seguro, nunca más; que nadie se crea que vamos a volver a la situación anterior".
A su juicio, se hicieron muchas cosas "que no se deberían haber hecho" y las hizo, especificó, "toda la sociedad", que "se embarcó a vivir por encima de sus posibilidades", pero también se refirió a los dirigentes, los bancos, las agencias de calificación, --que calificaban con triple A a los bancos que quebraban al día siguiente, dijo--.
No obstante, a su parecer, "lo peor de todo es que no hemos reaccionado a tiempo y es momento de reaccionar", porque, señaló, "de esto se puede salir de muchas maneras, según como se hagan las cosas".
El libro presentado, para el dirigente de la CEV, va en la línea de la organización empresarial en cuanto a la apuesta por la innovación, porque "el problema fundamental es nuestra falta de productividad" ya que el valor añadido por empleado es inferior a los competidores, sobre todo, en los sectores tradicionales.
Por ello, instó a "basarse en la innovación" sobre todo, en la gestión, comercialización e internacionalización de las pymes, algo que está a su alcance y les hará más productivas.
Por su parte, el presidente de Aecta, Tomás Guillén, aseguró que en el libro de recoge la experiencia de empresas que han mejorado su competitividad a través de la apuesta por las consultoras y empresas de servicios avanzados.
Entre otros aspectos, aludió a la innovación del mercado, la mejora de la eficiencia de los recursos y la profesionalización de la gestión y afirmó que en estos momentos, las empresas necesitan un cambio rápido en todas sus áreas.
La directora general de Industria e Innovación, Julia Climent, resaltó el "enfoque prático" del libro al difundir ejemplos "exitosos", de historias "reales y cercanas".
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