En un comunicado, Calles señaló que "Alberto Fabra se ha consumado como un especialista en dar la cara por los dirigentes del PP que están bajo sospecha de prácticas corruptas" y criticó, en este sentido, que "ha sido el principal escudo político de Carlos Fabra --presidente de la Diputación de Castellón--, el gran imputado de la democracia española, y ahora sale en defensa de Camps, cuando hasta la dirección nacional popular ya lo da por amortizado políticamente".
En opinión del responsable socialista, "el PP debería tener un plan B por si el 12 de mayo los tribunales deciden reabrir el caso de los trajes, porque supondría que hay políticos decentes en ese partido que pueden asumir las responsabilidades de gobernar la Comunitat Valenciana con ética y decencia".
Así, reprobó la actitud de Alberto Fabra, por considerar que "revela que ya no queda nadie en la cúpula del PP que reúna esos requisitos, lo que daña gravemente la credibilidad de la democracia" y que supone "posicionarse con los sospechosos, en lugar de defender el cumplimiento estricto de la legalidad y abogar por el buen nombre de la política".
Calles lamentó "la imagen de deterioro" que estas actitudes trasladan al ámbito político. "Aquellos de aseguran que la corrupción es algo consustancial a las instituciones, lo que hacen es avalar el comportamiento inmoral de los que vulnerar la ley para enriquecerse o para financiar a su partido", añadió.
En concreto, Calles lamentó los "efectos traumáticos" que el 'caso Gürtel' están teniendo sobre la gestión municipal del Ayuntamiento de Castellón, donde "no gobierna nadie, ni por equivocación", dijo.
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