Por su parte, los sindicatos CCOO, CGT y STM denunciaron el "acoso" sufrido por la trabajadora y achacaron ese despido a "la persecución emprendida por la empresa por la labor que realiza como delegada", mientras que UGT, sindicato mayoritario, se limitó a trasladar su "apoyo" a Cuesta.
El comité de empresa se reunió hoy para abordar esta cuestión, en una sesión extraordinaria en la que se debatieron tres propuestas: una de CGT que proponía realizar un paro de 24 horas, otra de CCOO y STM que planteaban distintas medidas de apoyo y un paro de dos horas, y otra de UGT, en la que brindaban su apoyo a Cuesta y le pedían que se reuniera con la dirección para "esclarecer los hechos". Esta última fue la que resultó aprobada gracias a los votos de UGT.
Fuentes de la multinacional insistieron en que el despido de la delegada de CGT en el comité de empresa "se debe a una desobediencia continuada y reiterada de advertencias de la seguridad, que le llevó a poner en riesgo su integridad y la del resto de compañeros".
Así, hicieron hincapié en que "en el transcurso de la jornada donde se detectaron esos hechos, fue avisada de que había incumplido unas normas de seguridad y no atendió a esas indicaciones". "Y eso no se puede tolerar", sentenciaron las mismas fuentes.
Cuesta reivindicó que "es un castigo" por su "oposición a que hubiera despidos en la planta" y remarcó que "es totalmente falso y absurdo" achacar ese despido a "algo tan irreal como decir que ponía en peligro mi vida y la de mis compañeros mientras recogía y abastecía de material una prensa".
"Ya me abrieron un expediente por ese motivo y perdieron el juicio porque no pudieron demostrar nada y más de 200 empleados firmaron un escrito para avalar mi labor", dijo.
"Llevo más de dos años realizando esas mismas funciones y nunca he cometido ni un solo error y, de repente, ¿un día incumplo reiteradamente normas de seguridad y cometo fallos que no había cometido nunca en dos años? Eso no es creíble", sentenció.
Anunció asimismo que recurrirán ese "fulminante despido" por considerar que "es totalmente nulo al tratarse de un claro caso de persecución sindical y de atentado contra la libertad sindical".
"Es el colofón a una carrera de acoso, sanciones injustificadas, cambios de puesto de trabajo arbitrarios, errores en las nóminas y persecución que comenzó a raíz de que la empleada decidiera encabezar hace tres años la candidatura de CGT".
El secretario general de UGT, Carlos Faubel, brindó "todo el apoyo del sindicato a la compañera de CGT, tanto a nivel jurídico como si gana el caso y decide volver a la planta", al tiempo que lamentó que "no vaya a reunirse con la empresa porque los delegados del comité no quisieron consensuar esa solicitud".
El máximo representante de CCOO en la planta, Miquel Rosaleny, reprobó que "UGT no tiene intención de hacer nada para apoyar a una delegada del comité de empresa que ha sido despedida injustamente, por lo que ha abusado de su mayoría en el comité para limitarse a ofrecerle un simple apoyo moral".
"Pueden intentar disfrazarlo de mil formas, pero las causas son la discriminación y el acoso continuado que sufren los delegados del comité de empresa que no están de acuerdo con sus posiciones", sentenció.
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