LONDRES.- Bankia y Banca Cívica, dos nuevos grupos bancarios fruto de la fusión de varias cajas de ahorros, compiten por ser los primeros en captar capital a través de su salida a bolsa (IPO) y quieren hacerlo en el mes de julio.
Según el 'Financial Times', que cita fuentes financieras, Bankia, el SIP liderado por Caja Madrid y Bancaja, pretende captar unos 4.000 millones de euros, la mitad procedente de clientes de banca y otros inversores minoristas, mientras que el objetivo de Banca Cívica, formado por Cajasol, Caja Burgos, Caja Canarias y Caja Navarra, es obtener en torno a 1.000 millones, una tercera parte de clientes minoristas.
El rotativo británico indica que los directivos de Bankia, que ha nombrado a Francisco Verdú, hasta ahora vicepresidente de Banca March, nuevo consejero delegado, trabajan contrarreloj junto con su asesor Lazard y cuatro grandes bancos de inversión para preparar la documentación de la oferta.
El Banco de España y el Gobierno han amenazado a las cajas afectadas por el colapso del mercado inmobiliario con la nacionalización a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) a menos que ellos encuentren a inversores privados.
Sin embargo, directivos de banca comercial y de inversión pronostican que las dos primeras salidas a bolsa de estos bancos fruto de fusiones de cajas serán difíciles, dado el estado de nerviosismo de los mercados financieros europeos.
"Ambos lucharán por ser los primeros, porque no querrán verse contaminados por otras salidas a bolsa y términos de valor", según señaló al 'FT' un banquero de inversión radicado en Madrid.
En su opinión, el proyecto que lidera Rodrigo Rato es sistemáticamente importante, y el éxito o fracaso de su salida a bolsa afectaría a los mercados de deuda soberana. "Por tanto, cada institución española tiene un interés en hacer que funcione...pienso que tiene que funcionar. No podemos permitirnos que no funcione", señala.
'Financial Times' recuerda que instituciones como Mapfre --participada en un 15% por Bankia-- y el Canal de Isabel II, esperan comprar acciones del nuevo gigante financiero.
Sin embargo, para algunos observadores citados por el diario, la operación "huele demasiado a una carrera desesperada de último minuto para asegurarse el éxito".
"Estamos muy preocupados por lo que podría suceder en España en los próximos meses, por lo tanto, cuanto más pronto (para las salidas a bolsa), mejor. Pero eso no supone que vaya a funcionar", señala otro banquero al 'FT'.
Según el rotativo, los grupos de cajas están "ansiosos" de captar capital antes del verano, en parte porque prevén enfrentarse a una competición intensa a finales de año ante la privatización parcial de Loterías del Estado.
Caixabank, el brazo financiero de La Caixa, prevé cotizar el 1 de julio, pero no necesita ninguna oferta pública inicial (IPO), al hacerlo a través de la transformación de Criteria, su holding industrial.
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