MADRID.- Banco Mare Nostrum (BMN) presentó este viernes una oferta vinculante
para la compra del intervenido Banco de Valencia cuya subasta debería
estar resuelta a mediados de junio, dijeron fuentes con acceso al
cuaderno de venta.
"La entidad ha presentado esta tarde la oferta
no vinculante en una operación que de culminar le debería permitir
acercarse a una cifra de 100.000 millones de euros de activos bajo
gestión que está considerada como una cifra psicológica que permite
operar con mayor eficiencia en los mercados", dijo una fuente con
conocimiento del proceso de venta.
En el mercado se baraja al Popular también
como uno de los favoritos para adjudicarse Banco de Valencia si bien su
director financiero no quiso pronunciarse este viernes durante la
presentación de resultados sobre la entidad valenciana y únicamente
reconoció que estudiaría el cuaderno de ventas de Catalunya Caixa.
"Sobre
el primero (Banco de Valencia) estamos sujetos a mantener la
confidencialidad con respecto al FROB (quien lo adjudica) y no lo
podemos comentar, y sobre Catalunya Caixa hemos recibido literalmente
ayer una invitación para mostrar nuestro interés y es verdad que lo
vamos a estudiar", dijo el directivo de Popular en una conferencia con
analistas.
En la actualidad, tanto la intervenida Banco de
Valencia como la nacionalizada Catalunya Caixa se encuentran en proceso
de subasta. El calendario para Banco de Valencia fija como tope este
viernes, 27 de abril, para la presentación de ofertas no vinculantes y
el 27 de mayo para las vinculantes antes de su adjudicación en junio.
Diversas
fuentes han indicado recientemente que Banco de Valencia, con activos
de unos 22.000 millones de euros, podría atraer el interés de entidades
de tamaño mediano.
En la actualidad, el sector bancario español se
encuentra en pleno proceso de reestructuración después de que el
Gobierno aprobara en febrero una normativa que obliga a la banca a
afrontar la depreciación de los activos inmobiliarios con unas nuevas
exigencias por provisiones y capital por importe de unos 54.000 millones
de euros.
El Ejecutivo aprobó esta legislación en un intento por
recuperar la confianza de los inversores internacionales en el sector
bancario español, cuyo principal talón de Aquiles es precisamente el
negocio del ladrillo, donde tiene unos 184.000 millones de activos
problemáticos.
Banco Mare
Nostrum, con activos de unos 70.000 millones y presencia en el arco
mediterráneo (Granada, Murcia, Cataluña y Baleares), ha sido la única
entidad que ha expresado públicamente su interés por la entidad
valenciana.
En el mercado se considera que Popular, con activos de
unos 162.000 millones de euros, también redoblará sus esfuerzos por
hacerse con el Banco de Valencia después de no haberse adjudicado la
catalana Unnim en favor de BBVA.
"Popular está mirando esta
entidad con gran interés y quiere estudiar el cuaderno de venta en
profundidad", explicó el jueves una fuente con conocimiento de la
operación.
En el mercado tampoco se descarta que Liberbank o
Ibercaja puedan estar interesados en analizar las entrañas de BMN. Estas
entidades tampoco quisieron pronunciarse.
Aunque en el mercado se
considera que Santander o BBVA se concentrarán en otras entidades de
mayor tamaño, como Catalunya Caixa o NovaCaixaGalicia Banco (NCGB)
-ambas con activos algo superiores a los 70.000 millones euros-, no se
descarta tampoco que al final puedan aparecer por sorpresa en el caso de
Banco de Valencia.
Bajo el conocido como Esquema de Protección de
Activos (EPA), que garantiza una cartera de activos inmobiliarios de
unos 6.000 millones de euros, el Banco de España tiene previsto ofrecer
al potencial comprador un plan por el que el Fondo de Garantía de
Depósitos (FGD), que se nutre de las aportaciones privadas de los
bancos, se haría cargo de pérdidas futuras por el deterioro de activos
de Banco de Valencia durante los próximos 10 años.
El coste de la
EPA lo asume en un primer momento el Banco de Valencia con las
provisiones constituidas, que ascendían a finales de diciembre para sus
activos inmobiliarios a unos 1.000 millones de euros.
Posteriormente, el 80 por ciento del quebranto lo asumiría el FGD y el restante 20 por ciento la entidad compradora.
La
banca española está trabajando actualmente en varias vías para
financiar el coste de las próximas subastas de cajas nacionalizadas,
incluida la posibilidad de adelantar aportaciones al FGD, en un momento
de crecientes dudas en el mercado por la debilidad de parte del sector
financiero español.
Banco de Valencia fue intervenido en noviembre
por el Banco de España a través del estatal Fondo de Reestructuración
Ordenada Bancaria (FROB), que comprometió una aportación de capital de
1.000 millones de euros y una línea de crédito de 2.000 millones de
euros.
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