MADRID.- El Gobierno
español quiso dejar claro el miércoles que cubrirá todas las
necesidades de saneamientos que el nuevo equipo gestor estime en la
nacionalizada BFA-Bankia y que serán previsiblemente superiores a 9.000 millones de euros.
"El Gobierno apoyará plenamente las necesidades de
capital que resulten de dicho plan. A través del FROB se cubrirán las
ampliaciones de capital que resulten necesarias, utilizando los
instrumentos disponibles más convenientes para este tipo de
operaciones", dijo el ministro de Economía, Luis de Guindos, en una comparecencia en el Congreso para explicar a los parlamentarios la nacionalización de BFA.
El banco, al que el Estado aportará de inmediato los
4.465 millones de euros suscritos en preferentes y que convertirá en
acciones para hacerse con el control, tiene pendientes exigencias
regulatorias de provisiones de 7.100 millones, más un "buffer" o colchón
de capital que el ministro situó en 1.900 millones.
Con estos datos, la exposición estatal a la entidad
ascenderá a más de 13.465 millones de euros ya que los cálculos de
saneamientos previsiblemente serán superiores una vez realizada la
auditoría del ejercicio 2011 a punto de ser presentada.
Aunque el artífice de dos reformas financieras en menos
de cinco meses de Gobierno no quiso especificar la cifra de inyección
prevista, sí desmintió informaciones de medios que apuntaban a amplias
divergencias entre las pretensiones de ayuda del Gobierno y las necesidades estimadas por los nuevos directivos de Bankia.
"Básicamente el Gobierno, en la confianza de que este
plan (el que presente Bankia) está bien diseñado por parte de un equipo
gestor de absoluta profesionalidad ... apoyará esa inyección de capital
que propondrá en los próximos días el nuevo equipo de gestión en
coordinación con el Banco de España y los auditores", dijo.
Las aportaciones se establecerán una vez el banco
presente su plan de saneamiento- con la información del auditor -con el
que quiere afrontar las exigencias regulatorias para cubrir los riesgos
al sector inmobiliario de la entidad, nacionalizada por el Gobierno ante
su elevada exposición al ladrillo y su condición sistémica.
"(El Gobierno) apoyará esa inyección de capital que
propondrá en los próximos días el nuevo equipo de gestión en
coordinación con el Banco de España y los auditores", dijo De Guindos.
El ministro, que reiteró que todos los depósitos en
Bankia están garantizados -"hoy Bankia es sin duda mucho más seguro que
lo que era hace un mes"-, dijo que la recapitalización se realizará
inicialmente mediante una ampliación de capital en BFA (que controla
Bankia con un 45 por ciento), lo que diluirá hasta la mínima expresión
la participación de las siete cajas fundadoras.
Posteriormente, y "habiendo alcanzado a nivel del grupo
BFA-Bankia los niveles de capital requeridos", se hará una ampliación
en Bankia que incluirá derechos de suscripción preferente y estará
asegurada por BFA, lo que podría aumentar la participación del Estado en
la cotizada.
BFA-Bankia ha convocado un consejo de administración
para el viernes 25 de mayo por la tarde en el que previsiblemente se
aprobarán los planes de recapitalización de la entidad y las necesidades
de capital, dijo una fuente con conocimiento de la reunión.
Previsiblemente el Gobierno anunciará más detalles tras
la reunión del consejo de ministros previsto para el viernes antes del
consejo del banco.
El grupo BFA-Bankia, cuya presidencia pasó de Rodrigo
Rato a José Ignacio Goirigolzarri el día del anuncio de la
nacionalización, modificará y reducirá sus actuales consejos de
administración, buscando "profesionales de reconocido prestigio", dijo
De Guindos en el Congreso.
A la pregunta de cuál sería el futuro de la obra social
del grupo, herencia de las cajas fundadoras, el ministro dijo que pese a
la dilución de éstas en el accionariado, el Gobierno buscaría
"garantizar en última instancia" dicha actividad.
"Que se vea afectada (la obra social) en la menor manera posible como consecuencia de esa situación", dijo.
En medio de las duras críticas de accionistas
minoritarios y parte de la sociedad, De Guindos no esquivó la polémica
por las participaciones preferentes comercializadas entre pequeños
ahorradores particulares por BFA, atacó la agresividad de los bancos en
su comercialización y se comprometió a una solución "adecuada" para los
partícipes de estos títulos de carácter perpetuo.
En un nueva salva contra el gobernador del Banco de
España, De Guindos, que no dudó en afirmar que Bankia "es un caso
paradigmático de los errores" del sector en los últimos años, criticó la
idoneidad de la fusión de Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas de
ahorros, así como la salida a bolsa de Bankia, operaciones realizadas
bajo la supervisión de Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
El ministro planteó la posibilidad de no adjudicar en
subasta alguna de las entidades en manos del Estado como Catalunya Caixa
(CX), dejando abiertas otras alternativas entre las que se encontraría
la integración con la BFA-Bankia.
"El Gobierno lo que está haciendo es una reflexión...
Tenemos todas las opciones abiertas... y un montón de posibilidades que
no teníamos antes", dijo.
Un alto cargo de Economía reconoció la semana pasada
que, tras la nacionalización de Bankia, los procesos de subasta de CX y
NCG Banco (Novacaixagalicia) no necesariamente tenían que resolverse
dando a entender que, en caso de no recibir ofertas interesantes,
pudiesen llegar a integrar incluso en BFA.
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