VALENCIA.- Los economistas valencianos puntúan con un
2,44 sobre 10 la situación de la economía valenciana, un suspenso que se
sitúa 0,53 puntos por debajo de la puntuación otorgada hace seis meses y
que supone la calificación más baja desde que en 2009 comenzara a
realizarse la encuesta. Asimismo, el 94,51 por ciento de los
entrevistados considera que la situación está peor que hace un año.
Así se desprende del informe semestral 'Los economistas
correspondientes' elaborado por el Consejo de Colegios de Economistas de
la Comunidad Valenciana correspondiente al mes de junio, para el que se
ha encuestado a un total de 910 economistas de las tres provincias
valencianas entre el 14 y el 30 de mayo. En la presentación del estudio
han estado presentes los presidentes de los tres colegios: Leopoldo Pons
(Valencia), Jaime Querol (Castellón) y Francisco Menargues (Alicante).
El informe refleja una tendencia al alza de quienes piensan que la
situación económica de la región ha empeorado en los últimos 12 meses,
dado que la valoración de la economía valenciana ha pasado del 3,31
sobre 10 de junio de 2011 al 2,44 de este año, mientras que la caída de
la calificación de la economía española ha sido más suave, al pasar del
3,56 al 3,36 en un año, tras una subida registrada desde diciembre.
Por sectores, los economistas en paro son aquellos que aportan una
visión más pesimista, ya que el 85 por ciento considera que la
situación ha ido a peor, mientras que en los que trabajan en el sector
privado, esta cifra se reduce hasta el 57,38 por ciento.
Respecto a las previsiones para los próximos seis meses, los
economistas vislumbran una mejora leve de la economía valenciana, a la
que otorgan una puntuación de 2,61 sobre 10, y a nivel nacional,
conceden un 3,58.
Leopoldo Pons ha destacado que el país asiste en estos momentos "a
la crisis económica más importante de los últimos 30 años de la
historia de España" por su duración, las expectativas y su impacto
social y humano, con la tasa de paro en un nivel récord.
Asimismo, se desprende del estudio que el 65,71 por ciento de los
economistas encuestados afirma que su situación económica ha empeorado
en el último año, una cifra superior en cinco puntos a la registrada
hace seis meses, y tan sólo el 4,40 por ciento ha notado una mejoría.
El porcentaje de economistas que cree estar peor que hace un año
crece en todos los sectores de actividad, aunque es el de la
construcción el más afectado, seguido del industria, otros servicios,
consultoría y asesoría, y banca y seguros.
Preguntados sobre los principales problemas de la economía de la
Comunitat Valenciana, el paro es, con un 82,09 por ciento el que más
preocupa a los economistas encuestados, seguido de la evolución de la
demanda (72,75%) y la inadecuada dimensión y estructura de las empresas
valencianas (43,41%).
Respecto a las medidas para corregir el déficit público
valenciano, los economistas abogan por la modificación sustancial del
sistema de financiación autonómica (puntuado con un 3,72 sobre 5), una
mayor reducción del gasto público (3,69), la venta de activos públicos
(2,93), la transformación de la deuda autonómica en un marco consolidado
general (2,85), la gestión privada de servicios públicos (2,52) o la
introducción de un mecanismo de precio en el pago de los servicios
públicos (2,33).
Pons ha subrayado, en este sentido, que las previsiones de
ingresos de los años de bonanza económica impulsaron un modelo de gasto
que contemplaba la recaudación de un 30 por ciento más de lo que se está
recaudando actualmente --debido a la caída de ingresos en IRPF, IVA o
cuotas de la Seguridad Social--, por lo que es necesario no sólo reducir
gastos, sino "cambiar el modelo de gestión pública y prestación de
servicios".
Por su parte, Francisco Menargues ha recalcado también esa
necesidad de cambio de modelo y de acometer reformas estructurales que
eviten la duplicidad de administraciones y mejore su eficiencia, ya que
"no necesariamente la racionalización tiene que ser la reducción del
Estado del Bienestar".
Asimismo, preguntados sobre la permanencia en el euro como
variable para salir de la crisis en España, el 74,83 por ciento de los
encuestados considera que esta permanencia permitirá al país una mejor y
más pronta salida de la crisis, mientras que el 18,04 por ciento cree
que perjudica esta recuperación y el 7,13 por ciento opina que le
resulta indiferente.
Leopoldo Pons ha explicado que en un momento de crisis "tan
profunda, grave y generalizada" es lógico que la reflexión abarque
diversos frentes, como el de la permanencia en la moneda única, aunque
ha recordado que ésta supone "una capacidad de pago reconocida" de cara a
realizar importaciones.
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