VALENCIA.- El estudio del arquitecto valenciano Santiago
Calatrava ha señalado, respecto a las críticas lanzadas por el grupo de
EUPV en las Corts respecto al coste de la Ciudad de las Artes y las
Ciencias de Valencia, que en todas las obras encargadas ha facturado
cantidades que "están por debajo de los porcentajes medios para
proyectos similares en otros países" y, además, considerando que
facturaba como arquitecto y como ingeniero, "los importes son incluso
modestos".
El estudio del autor valenciano en Zurich ha hecho público este
martes un comunicado en el que responde a las críticas de los
parlamentarios de Esquerra Unida Ignacio Blanco y Marina Albiol. En este
escrito, se recuerda que Santiago Calatrava "ha realizado proyectos en
la Comunitat Valenciana durante más de 20 años, encargados por
diferentes gobiernos autonómicos de diferente signo político".
"En algunas de estas obras --prosigue--, que ocupan un lugar
preferente en la arquitectura mundial por su calidad técnica y
artística, está siendo injustamente criticada la labor del arquitecto y
sus colaboradores, a pesar de que todas las decisiones, desde el propio
encargo inicial hasta el último de los detalles de construcción y el
presupuesto asignado, son tomadas única y exclusivamente por el cliente,
Ciudad de las Artes y las Ciencias SA (CACSA) y la Sociedad de
Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana (SPTCV), para Valencia y
Castellón respectivamente".
Respecto al proyecto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias,
defiende que "ha sido ejecutado correctamente, tanto desde el punto de
vista técnico como ético". "Todas y cada una de las obras se han
ajustado escrupulosamente a la normativa vigente, cumpliendo todas las
obligaciones que afectan al arquitecto y su equipo técnico, que en un
95% ha estado compuesto por empresas y personas españolas", subraya.
Asimismo, sostiene que las cantidades percibidas están "por debajo
de los porcentajes medios para proyectos similares en otros países" y
recalca que dichas cuantías "incluyen el pago a trabajadores, autónomos y
empresas de ingeniería, diseño, acústica, etc. que complementan la
labor del arquitecto realizando estudios, cálculos y diseños para
completar el encargo del cliente en cada caso".
"Como no puede ser de
otra manera, todos los importes facturados cumplen con rigor la
normativa vigente en cuanto a obligaciones tributarias nacionales e
internacionales", agrega.
Aunque el importe final del proyecto completo --que en caso de la
Ciudad de las Artes y las Ciencias pasó de tres a siete construcciones,
incide-- y el propio coste de cada edificio son decisión exclusiva del
cliente, Calatrava aporta una serie de datos con el fin de "facilitar la
comprensión del incremento del coste final".
Así, en el caso del proyecto global de la Ciudad de las Artes y
las Ciencias señala que en 1991 se encarga esta obra a Santiago
Calatrava, compuesta inicialmente por tres edificios: el Planetario, el
Museo de las Ciencias y la Torre de Telecomunicaciones. Este complejo de
tres edificios tenía un coste previsto de 300 millones de euros.
En 1996, el gobierno autonómico, además de cambiar la Torre de
Telecomunicaciones por una Ópera (Palau de les Arts) amplía el proyecto
con nuevas obras y edificios: el aparcamiento, la estación de
autobuses, el umbráculo, dos puentes (según se explica a continuación) y
los jardines y paisaje urbanístico, que son construcciones no
contempladas inicialmente y que suponen un coste adicional de 800
millones de euros. El Ágora se encarga en 2005.
Respecto al Puente de Serrería o L'Assut D'Or, comenta que hace
doce años Santiago Calatrava realiza el viaducto de Monteolivete, que da
continuidad al puente diseñado parcialmente por Fernández Ordóñez,
puente de los Hermanos Maristas. Posteriormente se decide hacer un
segundo puente que, en realidad es un puente doble (dos puentes), y que
vino a solucionar dos necesidades coincidentes, de la Generalitat y del
Ayuntamiento, que debían unir diferentes puntos sobre el cauce del Turia
con dos puentes diferenciados.
Para solventar estas necesidades de la mejor manera, se diseñó un
único puente doble, de mayor longitud (casi el doble), anchura y
complejidad técnica, asociada al desnivel existente entre los diferentes
terrenos que une.
En relación con el coste, conviene señalar que el Ayuntamiento
necesitaba y tenía presupuestado un puente, que quedó integrado en la
solución final de la propuesta de Santiago Calatrava, de cuyo coste
sufragó aproximadamente la mitad (34 millones de euros). La Generalitat
asumió el resto del coste en la ampliación de la Ciudad de las Artes y
las Ciencias comentada en el punto anterior. Es importante señalar
--continúa-- que todas las cuestiones relacionadas con la señalización
de las vías que discurren por el puente son competencia exclusiva del
Ayuntamiento.
De igual forma, "aunque la decisión de no ejecutar o no terminar
un proyecto es únicamente potestad del cliente", se aportan los
siguientes datos sobre otros trabajos que también han sido objeto de
críticas y en los que la labor de Santiago Calatrava "ha sido correcta
tanto desde el punto de vista ético como técnico".
En este sentido, el estudio alude al Ágora, encargada en 2005 y
del que se ha construido un 95%, tan sólo pendiente de la cubierta
móvil. Aun así, explica, "está abierto y en condiciones de uso, como
prueba el hecho de que se hayan celebrado numerosos eventos deportivos y
sociales".
"El edificio no está acabado por causas que sólo son atribuibles a
la empresa Ciudad de las Artes y las Ciencias S.A., quien a comienzos
de 2012 comunicó oficialmente su intención de acometer las actuaciones
necesarias para el correcto uso del edificio y de su urbanización a
excepción de los trabajos de la cubierta móvil. Esta comunicación se
produce tras varios periodos de suspensión temporal de las obras
ordenados por CACSA", precisa.
Por lo que se refiere a las llamadas Torres de Calatrava, en 2005
Santiago Calatrava recibe el encargo de diseñar el Anteproyecto y el
Proyecto Básico de esta obra, que hasta la fecha no se ha construido por
decisión del cliente. Por la realización del proyecto completo,
percibió aproximadamente el 60% del 7,5% del coste real y total de la
obra, de acuerdo con el porcentaje habitual para proyectos similares.
Finalmente, apunta que por el Centro de Convenciones de Castellón
Calatrava ha recibido 2,7 millones de euros. El proyecto se ha cancelado
antes de pasar a la segunda fase y por tanto Santiago Calatrava no ha
cobrado nada más por este concepto, a pesar de que el programa de
necesidades preliminar se ha modificado y ampliado varias veces, por
decisión de la SPTCV.
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