VALENCIA.- La exdirectora de gestión de la Ciudad de las
Artes y las Ciencias (Cacsa), Elisa Maldonado, consideraba que quien
mandaba en la entidad en los años 2004 y 2005 era el exconseller de
Economía Gerardo Camps mientras que el exdirector de la sociedad Jorge
Vela no ponía obstáculos a la injerencia política.
Así se desprende de la declaración que prestó Maldonado el pasado
mes de julio ante el juez José Castro, quien instruye el conocido como
'caso Nóos' --supuesta trama en torno al Instituto Nóos cuando estaba
presidido por el Duque de Palma, Iñaqui Urdangarín--, según ha podido
saber Europa Press.
Maldonado fue advertida en varias ocasiones por el magistrado de
que lo que estaba declarando en esa ocasión tenía "poco parecido" con lo
que dijo en un interrogatorio anterior, que tuvo lugar el 1 de
diciembre de 2011. Asimismo, el ministerio fiscal le reprochó que
parecía que se había puesto de acuerdo con abogados de otros imputados
en la causa y, por eso, había modificado su declaración, ya que la
primera vez afirmó que Vela le ordenó modificar la fecha de un informe
para aparentar normalidad, mientras que ahora defendía la legalidad del
convenio.
Maldonado, quien ocupó el cargo de directora de gestión de Cacsa
desde 2003 a 2008, afirmó en esta última declaración que ella no tuvo
nada que ver en la forma de contratación con el Instituto Nóos, y agregó
que para firmar un convenio con esta entidad, que estaba presidida por
Urdangarin, "lógicamente hubo un contacto inicial, a nivel político, y
no directamente en la empresa". "Debe venir de más altas instancias",
señaló.
Preguntada a qué se refiere con "nivel político" o "altas
esferas", la exdirectiva --imputada en el procedimiento-- concretó que
hablaba de personas que eran miembros del Consejo de Administración de
Cacsa, y de la Generalitat valenciana, "efectivamente".
En esta línea, consideraba --como apreciación personal-- que Vela
era un cabeza de turco --expresión utilizada por el magistrado en la
pregunta-- y que quien mandaban era Gerardo Camps, Luis Lobón y José
Luis Villanueva. Maldonado llegó a dar estos nombres cuando explicó los
motivos por los que abandonó la mercantil, al igual que hizo parte de su
equipo.
Al respecto, indicó que ella no compartía el estilo de dirección
de Jorge Vela. "Yo y parte del resto del equipo directivo no nos
sentíamos cómodos en la empresa, pero vamos, considero que es algo
absolutamente normal en el mundo de la empresa, que una dirección
general imponga sus estilos y sus equipos", indicó.
Ante ello, el juez le preguntó si pensaba que parte de su equipo
se fue como consecuencia de que Vela no pusiera ningún obstáculo a la
injerencia política en la gestión de Cacsa; a ello, la imputada
respondió: "de nuevo es algo que pienso que podían hacer".
En su declaración del día 1 de diciembre, Maldonado afirmó que,
tras recibir una orden de Vela, realizó en el año 2005 un informe sobre
el Valencia Summit que luego incorporó al expediente del año 2004 tras
poner a mano el número '4' encima del número '5'. Este informe era
necesario para justificar el convenio firmado con el Instituto Nóos.
Maldonado aseveró que Vela le dio esta orden para "vestir el santo".
Al respecto, la imputada modificó su versión este pasado mes de
julio --según dijo porque la primera vez que fue interrogada estaba
embarazada con 44 años de mellizos y sufría un estrés máximo-- y afirmó
que fue ella la que se percató de que faltaba este informe cuando Vela
le pidió que hiciera el del año 2005. Tras comentárselo a él, éste le
dijo "con toda naturalidad" que redactara el informe de 2004.
Así, explicó que para redactar el informe del año 2004, por un
evento del que ella no conocía --el Valencia Summit--, se basó en la
memoria del evento que le aportó Nóos y luego lo incluyó en el
expediente "con normalidad". La imputada insistió en que ella incluyó en
el informe el número '4' "de una forma instintiva".
"Son informes
--reiteró-- que no me invento, y el cambio de fecha es algo que hago sin
saber por qué, pero sin ningún ánimo de llevar a engaño de nada".
Sobre este asunto, el juez le preguntó también si podría haber
informado desfavorablemente sobre el evento de Valencia Summit de 2004, y
ella respondió que "claro". Así, el magistrado le interpeló "qué
hubiera pasado entonces?"; a lo que respondió: "la Dirección General se
lo podría haber replanteado o no..."; el magistrado le interrumpió y le
volvió a preguntar: "¿después de celebrado el evento?"; y ella
reconoció: "después de celebrado el evento ya no se puede replantear
hacer nada".
Maldonado también admitió que ella entendía que era "necesario"
este informe antes de la firma del convenio: "entiendo que es necesario
para quien toma la decisión de llevar a cabo el contrato, para tener la
opinión del técnico correspondiente".
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