MADRID.- La dirección nacional del PP ha puesto freno a las aspiraciones políticas del presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, que se ha autoerigido cabeza de lista a las autonómicas de 2015. La polémica desatada por el cierre de Canal 9, junto a las pésimas encuestas sobre el partido en la región levantina, han hecho que María Dolores de Cospedal se haya puesto a sondear en las filas populares un sustituto para el sucesor de Francisco Camps, según 'El Boletín'.
En Génova no quieren a Fabra como cabeza de cartel del PP valenciano en las elecciones a la Presidencia de la Generalitat que se celebrarán en menos de dos años. Así lo aseguran fuentes de la cúpula del partido en Madrid, que manejan sondeos que vaticinan la pérdida de poder en una región en la que gobiernan los populares desde que en el año 1995 ganase Eduardo Zaplana.
Desde entonces, la hegemonía del PP en tierras levantinas ha sido una constante. Una supremacía que estaría en peligro. Y es que Fabra no tiene ni el peso de Zaplana ni la personalidad de Francisco Camps. Algo que ya se deja notar en el partido y, peor aún, en las encuestas que advierten de una sangría de votos que ha hecho ‘resucitar’ la fórmula del tripartito.
Esta situación se ha acrecentado con el cierre de Radio Televisión Valenciana (RTVV). El fin de Canal 9 tras 24 años de emisión ha desatado una auténtica tormenta política que ha traspasado las fronteras autonómicas y ha llegado hasta la propia Génova. Tal es así que varios altos cargos de la dirección nacional del PP se han visto obligados a tener que manifestarse al respecto.
Ayer mismo, este tema salpicó a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en su comparecencia tras el tradicional Comité de Dirección de los lunes. “No tengo nada que decir sobre lo de Fabra”, aseguró la presidenta de Castilla-La Mancha que se desmarcó rápidamente de esta decisión y defendió al ente público de la región que gobierna.
Por si no fuera bastante con tratar de sofocar el ‘incendio’ provocado sobre Canal 9, la ‘número dos’ de los populares también se vio obligada a desmentir la candidatura de Fabra a las próximas autonómicas.
“Ahora no es el momento de hablar de candidaturas”, explicó Cospedal visiblemente molesta. Y es que la autoproclamación de Fabra como cabeza de cartel del PP valenciano en un acto del partido en esta región ha reabierto el debate sobre quiénes encabezarán las ‘papeletas’ populares en comunidades como Andalucía, huérfana desde que Javier Arenas dijo adiós.
Las palabras de Cospedal escenifican perfectamente el malestar que en Génova existe con Fabra, cuyo liderazgo deja mucho que desear también entre sus propios compañeros de partido en la Comunidad Valenciana.
De ahí que, a los movimientos internos que se suceden en el PPCV por arrebatar al presidente de la Generalitat el honor de ser cabeza de lista electoral, se sumen ahora los esfuerzos de Cospedal por encontrarle un sucesor que de la vuelta a los pésimos pronósticos que tienen sobre la mesa Génova.
En Génova no quieren a Fabra como cabeza de cartel del PP valenciano en las elecciones a la Presidencia de la Generalitat que se celebrarán en menos de dos años. Así lo aseguran fuentes de la cúpula del partido en Madrid, que manejan sondeos que vaticinan la pérdida de poder en una región en la que gobiernan los populares desde que en el año 1995 ganase Eduardo Zaplana.
Desde entonces, la hegemonía del PP en tierras levantinas ha sido una constante. Una supremacía que estaría en peligro. Y es que Fabra no tiene ni el peso de Zaplana ni la personalidad de Francisco Camps. Algo que ya se deja notar en el partido y, peor aún, en las encuestas que advierten de una sangría de votos que ha hecho ‘resucitar’ la fórmula del tripartito.
Esta situación se ha acrecentado con el cierre de Radio Televisión Valenciana (RTVV). El fin de Canal 9 tras 24 años de emisión ha desatado una auténtica tormenta política que ha traspasado las fronteras autonómicas y ha llegado hasta la propia Génova. Tal es así que varios altos cargos de la dirección nacional del PP se han visto obligados a tener que manifestarse al respecto.
Ayer mismo, este tema salpicó a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en su comparecencia tras el tradicional Comité de Dirección de los lunes. “No tengo nada que decir sobre lo de Fabra”, aseguró la presidenta de Castilla-La Mancha que se desmarcó rápidamente de esta decisión y defendió al ente público de la región que gobierna.
Por si no fuera bastante con tratar de sofocar el ‘incendio’ provocado sobre Canal 9, la ‘número dos’ de los populares también se vio obligada a desmentir la candidatura de Fabra a las próximas autonómicas.
“Ahora no es el momento de hablar de candidaturas”, explicó Cospedal visiblemente molesta. Y es que la autoproclamación de Fabra como cabeza de cartel del PP valenciano en un acto del partido en esta región ha reabierto el debate sobre quiénes encabezarán las ‘papeletas’ populares en comunidades como Andalucía, huérfana desde que Javier Arenas dijo adiós.
Las palabras de Cospedal escenifican perfectamente el malestar que en Génova existe con Fabra, cuyo liderazgo deja mucho que desear también entre sus propios compañeros de partido en la Comunidad Valenciana.
De ahí que, a los movimientos internos que se suceden en el PPCV por arrebatar al presidente de la Generalitat el honor de ser cabeza de lista electoral, se sumen ahora los esfuerzos de Cospedal por encontrarle un sucesor que de la vuelta a los pésimos pronósticos que tienen sobre la mesa Génova.
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