VALENCIA.- La empresa suiza Stadler prevé
fabricar "nuevos segmentos de trenes" y acceder a nuevos mercados desde
la planta de locomotoras, boogies y trenes ligeros de Albuixech que ha comprado a la firma alemana Vossloh.
La fábrica valenciana mantendrá su actividad actual como centro de
producción de locomotoras y tranvías, pero también "cubrirá nuevos
segmentos de trenes", según avanzó el presidente de Stadler, Peter
Spuhler, en una visita a la instalación.
La planta supone la apertura de la división española de la firma
suiza y, según su presidente, jugará "un papel muy importante" para
abrir mercados en los que aún no está presente, como son los de África,
Latinoamérica y Centroamérica.
El presidente de Stadler garantizó que se mantendrá "al completo"
la plantilla de 850 trabajadores con que cuenta la fábrica valenciana,
en la que apuntó la posibilidad de realizar inversiones en un futuro
próximo.
En este sentido, Spuhler indicó que Stadler cuenta con una
"limitada" capacidad para producir rodaduras de trenes y tienen que
adquirir parte de ellas a proveedores externos, compras que podrían
evitar gracias a la producción de la planta española.
El también máximo accionista de Stadler ha conocido la fábrica y
saludado a sus trabajadores.
La compañía helvética se hizo con la fábrica de trenes de
Albuixech el pasado mes de noviembre por 172 millones de euros, de los
cuales 48 millones corresponden a un pago en efectivo y los 124 millones
restantes a la asunción de la deuda de la planta por parte de Stadler.
La planta valenciana está especializada en el diseño y fabricación de
locomotoras, tanto de tracción diesel como eléctricas, y trenes para
metros y tranvías.
Durante su comparecencia ante la prensa, Spuhler ha señalado que
la fábrica de Valencia servirá para "fortalecer" la posición de Stadler
"en el mercado global".
Asimismo, también atisban "potencial de crecimiento" en los
mercados de Francia o España y mantiene "interés" en Estados Unidos,
donde ya tienen cinco pedidos, y en Australia, donde aspiran a ganar un
concurso de 2.000 millones de euros.
De esta forma, Stadler augura un aumento de la facturación de la
planta, si bien aseguró que "la motivación no es facturar por facturar
sino construir los mejores vehículos de Europa".
"Lo demás viene por sí
solo", añadió.
La planta de Valencia cuenta actualmente con una cartera de
pedidos que equivalen a "aproximadamente dos años" de trabajo, y una
previsión de facturación de 200 millones de euros en el ejercicio 2016.
El presidente de la nueva compañía propietaria ha defendido que la
fábrica se ha convertido "directamente en división" del grupo suizo,
por lo que "no es una planta secundaria".
Stadler contará con los proveedores locales siempre que se pueda
"y sea competitivo" para la planta española, si bien apuntó que "hay
productos que sólo pueden suministrarlos proveedores internacionales".
Spuhler ha explicado que su compañía, que controla al 85% y no
cotiza en Bolsa, se constituyó a finales de los años ochenta con diez
empleados y ahora cuenta con 7.000, además de que cuenta con una
facturación por encima de los 2.000 millones de francos suizos.
En cuanto a la situación de las cuentas de Stadler en los últimos
ejercicios, el presidente ha explicado que en 2012 y 2013 sufrieron "un
revés" debido a la situación del franco suizo respecto al euro. En 2014
sus cifras de pedidos superaron sus previsiones, mientras que en 2015
éstas son inferiores.
Además, ha comentado que recientemente han ganado el concurso para
llevar a cabo el tren de cercanías de Berlín por un valor de 1.000
millones y han vendido sus distintos tipos de trenes en países como
Suiza, Alemania, Austria, Luxemburgo, Rusia, Argelia, Estados Unidos,
España o Rusia.
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