MADRID.- A falta de un
plan estratégico oficial, los mercados dan por buenos los objetivos que
el Banco Sabadell se fija para los próximos años. Entre ellos, la reducción a
casi la mitad de los 18.671 millones de euros en activos improductivos
que el banco tiene al cierre de 2016, según avanza hoy https://www.capitalmadrid.com.
Para ello, será clave Solvia, a la
que se la considera como la primera inmobiliaria española como al
Sabadell el cuarto banco de España. José Oliu no teme a los desafíos
internacionales y su expansión pasa por Reino Unido, Estados Unidos y
México.
El
presidente del Sabadell, José Oliu, ha renunciado a presentar un
nuevo plan estratégico este año, después de haber cumplido los
objetivos del Plan Triple al cierre de 2016. No obstante, en el que
se considera como cuarto grupo bancario español han brindado a los
mercados una actualización de sus planes que abarcan hasta 2020.
Para ese año, el Sabadell pretende reducir en un 46,28% sus activos improductivos que, al cierre del pasado ejercicio, ascendían hasta los 18.617 millones de euros. Es decir, el total de dichos activos se situaría en 2010 en torno a los 10.000 millones de euros, por lo que también podrá reducir la morosidad por debajo del 5% (6,5% sin el efecto del británico TSB, con una mora mucho más baja que en el negocio doméstico). El reto es reducir esos activos en 2.000 millones anuales en los próximos ejercicios.
De hecho, el aplazamiento de un nuevo plan estratégico firme se justifica "por muchas incertidumbres" en el horizonte más inmediato. Desde el punto de vista interno, el Sabadell tiene que cerrar este año la migración tecnológica de TSB, de la mano de Lloyds, y ya prepara el desarrollo de "nuevos negocios" en el Reino Unido sin temor a las consecuencias del Brexit. Así al menos, se manifestaba el propio Oliu durante los resultados anuales correspondientes a 2016.
El presidente del Sabadell, como buen amante a la equitación, se muestra dispuesto a cabalgar en contra de los mayores desafíos internacionales, como es el mandato de Donald Trump desde la Casa Blanca. La expansión internacional del Sabadell también pasa por Estados Unidos, donde tiene una pequeña presencia pero grandes oportunidades de crecimiento, y por México, el país que más afectado se presume por la nueva presidencia estadounidense.
La contención de costes, tanto en España como en el Reino Unido, y el avance en la transformación digital (con la gestión remota y la oferta digital) son dos ejes más para el nuevo plan estratégico, tal y como ya avanzara el propio José Oliu y se haya ratificado en una actualización de sus objetivos mediante una comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En esa misma comunicación, el Sabadell reitera la calificación a 2017 como "un año de transición", algo ya mantenido por su propio presidente durante la convención de directivos de finales del pasado mes de diciembre y repetido hace unas semanas durante la presentación de los resultados anuales de 2016.
El objetivo para el pasado ejercicio era haber alcanzado un beneficio en torno a los 800 millones de euros, aunque al final no se pudo cumplir y quedó lejos como consecuencia de los 410 millones provisionados por las reclamaciones que lleguen tras la sentencia del Tribunal Supremo Europeo sobre las cláusulas suelo.
Esa meta de los 800 millones se retoma para el ejercicio en curso, como ya se había indicado por parte de los directivos del Sabadell, lo que supondrá un incremento del 12,61% respecto a los 710 millones de euros ganados en 2016.
Además, entre las previsiones estratégicas está alcanzar una rentabilidad de doble dígito en 2020. "Ambicionamos un 10% de ROE en el nuevo plan", reconocía hace unas semanas el consejero delegado del Sabadell, Jaime Guardiola. Esa ratio cerró el pasado ejercicio en un 5,84%.
Para ese año, el Sabadell pretende reducir en un 46,28% sus activos improductivos que, al cierre del pasado ejercicio, ascendían hasta los 18.617 millones de euros. Es decir, el total de dichos activos se situaría en 2010 en torno a los 10.000 millones de euros, por lo que también podrá reducir la morosidad por debajo del 5% (6,5% sin el efecto del británico TSB, con una mora mucho más baja que en el negocio doméstico). El reto es reducir esos activos en 2.000 millones anuales en los próximos ejercicios.
De hecho, el aplazamiento de un nuevo plan estratégico firme se justifica "por muchas incertidumbres" en el horizonte más inmediato. Desde el punto de vista interno, el Sabadell tiene que cerrar este año la migración tecnológica de TSB, de la mano de Lloyds, y ya prepara el desarrollo de "nuevos negocios" en el Reino Unido sin temor a las consecuencias del Brexit. Así al menos, se manifestaba el propio Oliu durante los resultados anuales correspondientes a 2016.
El presidente del Sabadell, como buen amante a la equitación, se muestra dispuesto a cabalgar en contra de los mayores desafíos internacionales, como es el mandato de Donald Trump desde la Casa Blanca. La expansión internacional del Sabadell también pasa por Estados Unidos, donde tiene una pequeña presencia pero grandes oportunidades de crecimiento, y por México, el país que más afectado se presume por la nueva presidencia estadounidense.
La contención de costes, tanto en España como en el Reino Unido, y el avance en la transformación digital (con la gestión remota y la oferta digital) son dos ejes más para el nuevo plan estratégico, tal y como ya avanzara el propio José Oliu y se haya ratificado en una actualización de sus objetivos mediante una comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En esa misma comunicación, el Sabadell reitera la calificación a 2017 como "un año de transición", algo ya mantenido por su propio presidente durante la convención de directivos de finales del pasado mes de diciembre y repetido hace unas semanas durante la presentación de los resultados anuales de 2016.
El objetivo para el pasado ejercicio era haber alcanzado un beneficio en torno a los 800 millones de euros, aunque al final no se pudo cumplir y quedó lejos como consecuencia de los 410 millones provisionados por las reclamaciones que lleguen tras la sentencia del Tribunal Supremo Europeo sobre las cláusulas suelo.
Esa meta de los 800 millones se retoma para el ejercicio en curso, como ya se había indicado por parte de los directivos del Sabadell, lo que supondrá un incremento del 12,61% respecto a los 710 millones de euros ganados en 2016.
Además, entre las previsiones estratégicas está alcanzar una rentabilidad de doble dígito en 2020. "Ambicionamos un 10% de ROE en el nuevo plan", reconocía hace unas semanas el consejero delegado del Sabadell, Jaime Guardiola. Esa ratio cerró el pasado ejercicio en un 5,84%.
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