VALENCIA.-
Lo sucedido en el País Vasco deja importantes lecturas en la vida
interna del PP y no ha pasado inadvertida en la dirección regional
valenciana, a juicio de El Mundo.
La primera evidencia es que Pablo Casado ha demostrado que no le faltan agallas para cargarse a un crítico. Un claro mensaje para todos aquellos que se atrevan a cuestionar sus decisiones.
Y es que el sacrificio público de Alfonso Alonso como candidato del PP
vasco se ha forzado para no alterar la hoja de ruta marcada desde la
calle Génova que no es otra que la de intentar absorber a Ciudadanos. Los comentarios contra la confluencia electoral con la formación de Arrimadas le han costado el puesto al hasta el domingo candidato popular a la presidencia del Gobierno vasco.
Hasta ahora, Bonig siempre se ha mostrado contraria a explorar esta opción en la Comunidad Valenciana. Sin ir más lejos, el domingo, en una entrevista en Abc indicaba:
«No soy partidaria del pacto con Ciudadanos en Valencia, sí de una
estrategia común». Una posición que contrasta con la de los referentes
del PP alicantino.
Fuentes del PP apuntaban que más que cerrar la puerta al pacto preelectoral con Ciudadanos, la dirección regional entiende que todavía es pronto para abrir ese debate
en la Comunidad Valenciana pues no habrá elecciones hasta 2023. «Quedan
tres años de legislatura y pueden pasar muchas cosas». En esta línea,
recuerdan que Cs «está inmerso en un proceso congresual» que hay que
respetar y que la alianza no ha sido global. Se ha forzado en País Vasco
pero se ha atendido las peticiones del PP gallego y, en Galicia, Feijóo
se presentará en solitario. Falta por ver qué sucede en Cataluña, donde
la fuerza mayoritaria es Ciudadanos y su predisposición al pacto será
la que muestre el grado de desesperación de la formación naranja por
acudir de la mano de los populares a las próximas citas con las urnas.
Por ello, desde la dirección regional apelan a la «tranquilidad» y a la «paciencia»
pues no hace ni un año que se celebraron las últimas elecciones
autonómicas. Con todo, aunque en principio no serían muy favorables a
este tipo de acuerdos, sí que reconocen que, esta legislatura, «el nivel
de sintonía» con Ciudadanos es mucho mayor que en la pasada y que es
más factible crear sinergias con el actual grupo parlamentario que
lidera Toni Cantó. «Ellos saben dónde está el enemigo», comentan desde el PP valenciano.
Lo que no ven estas mismas fuentes es que el cambio de Alonso por Carlos Iturgaiz responda a una maniobra para escorar el partido hacia la derecha.
Disculpan las primeras declaraciones del nuevo candidato a la
Lehendakaritza que se estrenó con un llamamiento a «aunar fuerzas» con
Vox y recuerdan que el ex europarlamentario vasco, como Alonso, estuvo
al lado de Soraya Sáenz de Santamaría en el proceso interno.
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