VALENCIA.- El 'president' de la Generalitat y líder del
PSPV, Ximo Puig, se ha comprometido a trabajar con la oposición (PP, Cs y
Vox) en un pacto valenciano para la salida de la crisis del
coronavirus, un acuerdo "sin ninguna urgencia mediática" ni "cheques en
blanco", desde la empatía y con la sociedad civil. "Esto no va de
marketing, hagámoslo bien".
Puig ha lanzado este guante en su réplica en la diputación permanente
de Les Corts, la primera sesión desde el estado de alarma. Los grupos
le han tendido la mano aunque han reclamado medidas como los test
masivos, colaboración público-privada en sanidad, reformular los
presupuestos o reducir el tamaño del Consell. Todos han dejado claro que
esa lealtad no supone sumisión ni un cheque en blanco.
La portavoz del PP, Isabel Bonig --que ha comenzado recordando al
expresidente de Les Corts Juan Cotino, fallecido a causa del
coronavirus-- ha pedido no añadir una crisis política a la sanitaria y
económica. La voluntad de colaboración "no significa mutualización de
los errores y responsabilidades", que los hay, ha remarcado.
Tras poner en valor las disculpas de Puig a los sanitarios por la
falta de material, que "le enorgullece, a diferencia de su jefe", Pedro
Sánchez, ha reclamado que los gobiernos central y autonómico "no vayan
por detrás" en la recuperación. Le ha ofrecido su "apoyo sincero y la
experiencia de 20 años de trabajo" del PP, pero no para que un pacto sea
"un instrumento de mero marketing político".
Ha echado en falta que el 'president' presentara un acuerdo concreto
para elaborar un presupuesto de legislatura: "Va a tener que tomar
medidas complicadas, se lo digo por experiencia, y algunos estarán
tentados de separarse, no los tiene lejos; cuando llegue la tormenta,
que llegará, necesitará estabilidad y el PP se la ofrecerá".
También ha pedido test masivos y material de protección de calidad, y
se ha referido al caso concreto de su hermana, médico intensivista en
el Hospital de La Plana, que se ha sometido al test "42 días después de
estar viendo 'covids'".
El síndic de Cs, Toni Cantó, ha reclamado el pacto de reconstrucción
que lleva planteando su formación durante la crisis. "Me hubiera gustado
que hubiera puesto fecha y lugar para que desde Les Corts podamos
iniciar un trabajo conjunto para esta tarea de reconstrucción", ha
dicho, avanzando que será leal y agradeciendo también las disculpas.
Ha apuntado que los ciudadanos tienen miedo ante la "percepción de
que no existe un plan real, sino caos e improvisación" al ver cómo el
Gobierno central "va dando bandazos". Por ello, ha pedido reformular los
presupuestos, "olvidarse de consellerias que no sirven, acabar con
subvenciones, duplicidades, ciertos chiringuitos y apretarse todos el
cinturón".
Cantó también le ha pedido que "cambie de socios o amplíe el número
de socios". "Guárdese usted de sus socios", ha dicho, subrayando que ha
habido más disposición a ser constructivos desde la bancada de la
oposición que desde Compromís o Podemos. "Los valencianos tienen
grandeza en su comportamiento, ahora es cuando nosotros debemos
demostrar la nuestra".
Por su parte, el portavoz adjunto de Vox, José María Llanos, ha
señalado que su grupo ofrece lealtad a quien actúa "correctamente u con
la única finalidad de adoptar medidas para el bien de la ciudadanía"
pero "hay que denunciar y actuar frente a una administración
irresponsable, incompetente e ineficaz".
"Lealtad no es un cheque en blanco", ha dicho, y cuando "no se hacen
las cosas o se hacen tarde o mal hablar de lealtad sonaría más a
complicidad o a traición a los ciudadanos". Ha admitido que "la
incompetencia del Gobierno de España es verdad que se lo ha puesto
difícil" pero hay cosas que "dentro de su competencia no ha hecho".
"LA DEMOCRACIA NO ESTÁ EN CUARENTENA"
Tras escuchar sus propuestas, Puig ha agradecido el talante de la
oposición aunque no esté de acuerdo con todo, recordando que "no queda
otra que caminar juntos para evitar una fractura social enorme".
"La
democracia no está en cuarentena, tiene que funcionar", ha reivindicado.
Para llegar a un acuerdo ha apelado a su voluntad y empatía y a
partir de un horizonte común en el que "todo el mundo tendrá que ceder".
También ha advertido que "no se puede poner por delante la comunicación
que la acción", por lo que se ha comprometido a escuchar sus propuestas
y después anunciar el pacto.
Eso sí, Puig ha insistido en que debe participar tanto el mundo
empresarial como la sociedad civil, sin partidismo ni "ningún tipo de
distinción".
"Todos queremos lo mejor para las personas", ha exclamado, y
les ha pedido ser "extremadamente prudentes" en un escenario donde no
hay certezas.
En definitiva, "ir deprisa pero con inteligencia, en coordinación con
Europa y España y viendo qué se puede singularizar", con el objetivo de
"volver a tener esperanza en el futuro". Esto no pasa por un "cheque en
blanco" ni por "ningún tipo de sumisión", ha recalcado, algo que no
"pediría jamás".
EL BOTÀNIC SIGUE "VIGENTE"
En el seno del Botànic II (PSPV, Compromís y Podem), Puig ha
asegurado que el pacto sigue "vigente" desde que se reeditó el año
pasado y que se siente cómodo, aunque ha reconocido que "habrá que
replantear el presupuesto y hacer los ajustes necesarios desde la máxima
cohesión posible" para afrontar la evolución de la pandemia. Ha
augurado rebrotes "hasta que no esté lista la vacuna o incluso un
medicamento más potente".
Sobre las quejas por falta de material, ha reconocido "errores
graves" cuando no había suficiente, aunque ha insistido en que los
hospitales "no estuvieron absolutamente desprotegidos" y que el Consell
reaccionó "lo más rápidamente posible, desde luego mucho más rápido que
otros". Ha remarcado que nunca atacaría a un gobierno autonómico del PP
por la gestión de la pandemia en residencias.
"Teníamos una previsión muchísimo más catastrófica que las cifras
actuales", ha aseverado, recordando que la suspensión de Fallas y
Magdalena se acordó cuando había 50 casos. También ha resaltado los
hospitales de campaña o que la Comunitat sea "la que más mascarillas
reparte" a los mayores en las farmacias, una distribución que se
extiende a sectores como la pesca.
Por parte del PSPV, José Muñoz ha alabado la gestión del Botànic
"dando la cara y sin improvisación" con 39 comparecencias de la
consellera de Sanidad, la socialista Ana Barceló. "El oasis valenciano
tiene mucho que ver Ximo Puig", ha afirmado, rechazando los que
"confunden derechos con 'paguitas'" o los que generan "el dilema de
elegir entre vida y empleo".
De Compromís, Fran Ferri ha abogado por "un amplio debate
constructivo" y ha reiterado que "esta crisis ha demostrado que el
autogobierno funciona, más que en otras comunidades e incluso que en el
Gobierno". Ha exigido que el pacto de reconstrucción de España sea "más
que una foto" y no suponga medidas "austericidas", además de augurar que
la pandemia "acabará con el modelo de turismo masivo insostenible".
Y de Podem, Naiara Davó ha incidido en que "no todos han estado a la
altura" ante "el fin de un mundo" y una crisis que "demuestra el fracaso
de los mercados, las privatizaciones y la arquitectura de gobernanza
global que no atiende la solidaridad". Frente a ello, ha pedido reforzar
el autogobierno en una España más federal que modernice el Estado del
Bienestar, "un nuevo renacimiento para el pueblo valenciano".
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