En este contexto, desde el consistorio, gobernado por el PP, han acusado al anterior equipo de gobierno, conformado por Compromís y el PSPV, de "dejación de funciones", puesto que "no solo no proyectaron una reforma integral del Palau, sino que además dejaron en el cajón actuaciones para evitar estos problemas".
Las mismas fuentes han reivindicado que la Orquesta de València debe tener unas instalaciones "dignas" y, al respecto, han lamentado que "nadie" del anterior gobierno municipal "se preocupó por ello", algo que, a su juicio, demuestra "la falta de sensibilidad de Compromís y el PSPV".
"Solo se dedican a hacer proclamas a favor de la cultura pero, a
la hora de la verdad, no hacen nada por ella", han considerado.
La alcaldesa de València, María José Catalá, manifestó el pasado
viernes, en una visita que realizó para comprobar el estado de las obras
del Palau, su "decepción" por que, según argumentó, las obras
proyectadas en el recinto --que reabrirá sus puertas el 5 y 6 de octubre
tras cuatro años cerrado-- por el anterior gobierno municipal no son
"suficientes".
"Desde el primer momento el PP pidió una
auditoria integral para conocer el estado del Palau, pero Compromís y el
PSPV no quisieron y ahora nos encontramos con problemas que podrían
haber estado resueltos porque el Palau ha estado cuatro años cerrado,
tiempo más que suficiente para realizar obras que evitaran las
filtraciones actuales", ha expresado.
Las mismas fuentes
señalan que el nuevo equipo de gobierno, del PP, ha tenido que tomar
"nuevas decisiones" en el recinto cultural que "no contempló el anterior
equipo" y citan un modificado de la obra de 300.000 euros para
retapizar 1.700 butacas, puesto que "solo se previó 20", y aprobar "un
gasto de 17.000 euros para acondicionar los baños".
El nuevo
consistorio también tramita una auditoria para que los técnicos "señalen
qué problemas presenta el Palau para poder solucionarlos, sin afectar a
la programación" del centro, han detallado las mismas fuentes.
Precisamente, esta pasada semana un informe de mantenimiento del
Palau reflejó filtraciones y falta de conservación en espacios del
recinto. El documento señalaba que "existen filtraciones procedentes de
los jardines ubicados en la zona inmediatamente superior a la de
administración, archivo, camerinos once, doce, tres y catorce y la
conserjería".
Asimismo, precisaba que "la zona más deteriorada
es donde trabaja la orquesta y el personal" del auditorio y recoge que
también existen filtraciones en el despacho de Relaciones Públicas, en
la sala José Serrano y en la planta baja (zona de tienda e información)
"procedentes de la condensación de tuberías de los climatizadores, así
como de los que recogen el agua de las lluvias".
El informe
concluye además que "las cabinas de ensayo de los músicos no presentan
el grado de conservación adecuado" y que "es necesaria adecuarlas a la
normativa acústica vigente".
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