Así lo trasladó el presidente global de la firma, Jim Farley, a los representantes de los trabajadores en la reunión mantenida entre la dirección mundial y europea de Ford y el Comité de Empresa Europeo en Dunton (Inglaterra), que para el sindicato concluyó «de forma positiva y constructiva».
El próximo día 10 de abril se ahondará en los detalles sobre esta asignación en una nueva reunión que tendrá lugar en Colonia.
Se esperaba que esta reunión fuera clave para concretar lo avanzado por el vicepresidente de Ford Europa, Kieran Caghill, en una reunión con el sindicato el pasado mes de febrero, en la que trasladó que la compañía estaba «trabajando en una alternativa para solucionar el problema» que se ha originado en la factoría ante la incertidumbre que genera el coche eléctrico en la actualidad, sin que se hayan concretado inversiones, en un momento en el que además se dejará de producir la furgoneta Transit el 17 de abril y Almussafes solo tenía prevista la fabricación del modelo Kuga.
Así, este jueves, el Comité de Empresa Europeo ha informado, en un comunicado, que durante el encuentro del miércoles se identificaron «oportunidades y siguientes pasos» para el futuro de la firma y que «esto incluye un vehículo de pasajeros que se agregará a la gama prevista en Europa, que será fabricado en Valencia».
«De acuerdo con nuestro proceso normal, esto estará sujeto a la aprobación del programa» y se compartirá «más información sobre estas oportunidades en las próximas semanas», ha indicado el Comité Europeo.
UGT ha añadido, en un comunicado a los trabajadores, que «la primera y principal» conclusión de la reunión es que «habrá soluciones para Almussafes aunque lógicamente no será cuestión de pocos días».
«El compromiso del CEO mundial de Ford, Jim Farley, ha sido claro. Almussafes tendrá nuevo vehículo y mantendrá suficiente carga de trabajo», ha destacado el sindicato, que considera que «esta decisión demuestra la apuesta de la compañía por Valencia, consecuencia del Acuerdo por la Electrificación».
UGT ha puntualizado que «lo principal está resuelto, lo cual no quiere decir que todo esté resuelto», y ha explicado que habrá una nueva reunión el 10 de abril en Colonia y, «una vez cuantificado el número de unidades a fabricar, así como el empleo que garantizará, y las fechas de inversiones y lanzamiento, tendremos que diseñar el tránsito a realizar hasta que ese coche sea una realidad en las líneas de fabricación», ha agregado.
De esta forma, «en las próximas semanas» se dispondrá de «una radiografía más clara de la situación», sobre la que UGT dará su opinión. De momento, ha concluido que la reunión en Dunton ha sido «satisfactoria» y ha insistido en que «habrá soluciones».
El sindicato mayoritario en Almussafes ha destacado que la plantilla «goza del respeto y reconocimiento de la dirección mundial de la compañía, consecuencia de la trayectoria de muchos años, tanto por las capacidades de asumir retos como por los acuerdos alcanzados».
Además, ha detallado que en la reunión se analizó «la situación actual y futura del automóvil en Europa y en Estados Unidos, y el interés que despierta el mercado del sector a los nuevos competidores emergentes, principalmente asiáticos que, sumado al retraso de la electrificación, complica la toma de decisiones».
El compromiso de la dirección mundial llega en un momento en el que la fábrica de Almussafes ha ampliado el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que tiene en vigor hasta el próximo 19 de abril, que afecta a un máximo de 700 personas al día en las plantas de vehículos, debido a que el lanzamiento del modelo Kuga no aumentará su producción por «problemas de proveedores» hasta ese día. A ello se suma que el 17 de ese mes será el último día de producción de la furgoneta Transit, lo que iba a dejar a Almussafes solo con la fabricación del Kuga.
La factoría ha hecho frente desde hace meses a la incertidumbre sobre la llegada de las inversiones necesarias para producir los vehículos eléctricos de la firma del óvalo. La fábrica valenciana fue elegida en 2022 para producir su nueva plataforma de vehículos eléctricos a partir de 2025, pero las inversiones necesarias para ello no se han materializado ni anunciado y el pasado mes de noviembre Ford comunicó que aplazaba «cualquier decisión que tenga que ver con inversiones».
Mientras no se inician las inversiones, la fábrica ha tenido que ajustar su producción ante la reducción de ventas.
En principio, la electrificación debía asegurar la carga de trabajo en los próximos años en Almussafes, lo que llevó a un acuerdo con UGT para que el nuevo convenio de la compañía recogiese medidas salariales y de flexibilidad condicionadas a la electrificación. La adjudicación a Almussafes no evitó que se tuviera que redimensionar la plantilla con un ERE que ha afectado a 1.124 trabajadores.
La incertidumbre en Ford también afecta a una industria auxiliar con mucho peso en la economía valenciana. El pasado octubre, el presidente del Clúster de Automoción y Movilidad de la Comunitat Valenciana (Avia), Francisco Segura, admitió que «el retraso de los nuevos vehículos eléctricos» estaba «causando problemas, sobre todo de empleo, de visión, de perspectiva y de ver cuál va a ser la planificación de la producción», aunque rechazó «generar alarma» sobre los efectos de las bajadas y paradas de producción.
La compañía se ha presentado a las dos líneas de la nueva convocatoria del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC II).
El Ministerio de Industria ha adjudicado 37,6 millones de euros procedentes de la línea de baterías para establecer una planta de ensamblaje de baterías en la fábrica de Almussafes y Ford también ha solicitado las ayudas destinadas a la cadena de valor del vehículo eléctrico.
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