BARCELONA.- Se trata de que el Ministerio de Fomento no tenga excusa y se ponga ya a trabajar. El objetivo, convertir el corredor mediterráneo en un verdadero eje ferroviario de Alta Velocidad -segregando el tráfico de pasajeros en una nueva línea desdoblando el trazado actual-, tal y como se comprometió, después de años de negativas, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega en la última campaña electoral de las generales, según "Abc".
Con este objetivo, la Generalitat catalana y la valenciana han vuelto a ponerse de acuerdo para elevar al ministerio de Magdalena Álvarez una propuesta de trazado para desdoblar el actual corredor, y solventar al fin el anacronismo que supone el «cuello de botella» que supone el tramo Tarragona-Castellón, una única doble vía, con velocidad máxima de 220 kilómetros hora y compartida por Cercanías, regionales, Euromed y mercancías.
La pretensión de los gobiernos catalán y valenciano -ahora se supone que con el plácet político del Gobierno, aunque sin que ello se haya plasmado aún en iniciativa alguna de Fomento- es que el nuevo trazado (de máximas prestaciones, 350 km/hora) se dedique en exclusiva al tráfico de pasajeros en alta velocidad, mientras que el trazado actual se reserve para el resto de servicios, permitiendo mejorar Cercanías y crear un servicio de regionales entre las dos capitales de provincia.
El secretario de Transportes de la Generalitat, Manel Nadal, concretó que el gobierno catalán ya ha perfilado su alternativa de trazado para el subtramo entre Tarragona y el límite con la provincia de Castellón, que ahora se unirá en un documento conjunto al estudio que ya hizo en su momento el gobierno de Francisco Camps para el subtramo Castellón-límite con Cataluña.
Tramo valenciano: 950 millones
Mientras que el subtramo valenciano -82,4 kilómetros de trazado con un coste en 2007 de 950 millones- evita el sobrecargado corredor litoral buscando el interior de la provincia, en paralelo a la autovía de la Plana , la propuesta para el tramo catalán es más conservadora en cuanto a su dibujo. Según explicó Manel Nadal, la nueva propuesta para la línea AVE aprovecha en gran parte el corredor natural que forman bien la autopista AP-7, bien el actual trazado ferroviario, intentando minimizar el impacto sobre el territorio.
«En el plazo de dos o tres meses los técnicos ya habrán fundido en un único documento el proyecto valenciano y el catalán», concreta Manel Nadal, en un estudio que será en extremo detallado (escala 1: 5.000) y que tendría que valer a Fomento para ponerse ya al tajo. «Cuando tengan el documento ya no habrá excusas para ponerse a la obra», remacha el responsable de Movilidad del gobierno catalán.
Tanto desde Cataluña como desde Valencia se confía en que esta propuesta sea el empujón definitivo a un proyecto considerado clave para el desarrollo económico de las dos comunidades, y por el que llevan presionando tanto ambos gobiernos autónomos como sectores empresariales.
Mientras que los gobiernos Montilla y Camps coordinan estrategias, las cosas en Fomento transcurren mucho más despacio. Desde el ministerio se precisó a este diario que evidentemente que existe el compromiso político para desdoblar el corredor mediterráneo, pero que en ningún momento la vicepresidenta -en aquel entonces en su papel de candidata del PSOE al Congreso por Castellón- habló de calendario alguno.
La secretaria de Estado de Infraestructuras, Josefina Cruz, aseguró el mes pasado en la comisión de Fomento del Congreso que durante 2009 se va a dar inicio a la redacción del estudio de trazado, el mismo estudio por cierto que ahora le remitirán los gobiernos catalán y valenciano. Por primera vez, en los presupuestos de 2009 se han consignado dos partidas que suman 300.000 euros para estudios sobre el corredor.
En paralelo, Fomento recuerda que sigue trabajando para que este corredor se incluya como obra prioritaria dentro de las Redes de Transporte Transeuropeo de la Unión Europea -lo que garantizaría financiación comunitaria-, y para lo que ya existe el compromiso verbal del comisario de Transportes.
Con este objetivo, la Generalitat catalana y la valenciana han vuelto a ponerse de acuerdo para elevar al ministerio de Magdalena Álvarez una propuesta de trazado para desdoblar el actual corredor, y solventar al fin el anacronismo que supone el «cuello de botella» que supone el tramo Tarragona-Castellón, una única doble vía, con velocidad máxima de 220 kilómetros hora y compartida por Cercanías, regionales, Euromed y mercancías.
La pretensión de los gobiernos catalán y valenciano -ahora se supone que con el plácet político del Gobierno, aunque sin que ello se haya plasmado aún en iniciativa alguna de Fomento- es que el nuevo trazado (de máximas prestaciones, 350 km/hora) se dedique en exclusiva al tráfico de pasajeros en alta velocidad, mientras que el trazado actual se reserve para el resto de servicios, permitiendo mejorar Cercanías y crear un servicio de regionales entre las dos capitales de provincia.
El secretario de Transportes de la Generalitat, Manel Nadal, concretó que el gobierno catalán ya ha perfilado su alternativa de trazado para el subtramo entre Tarragona y el límite con la provincia de Castellón, que ahora se unirá en un documento conjunto al estudio que ya hizo en su momento el gobierno de Francisco Camps para el subtramo Castellón-límite con Cataluña.
Tramo valenciano: 950 millones
Mientras que el subtramo valenciano -82,4 kilómetros de trazado con un coste en 2007 de 950 millones- evita el sobrecargado corredor litoral buscando el interior de la provincia, en paralelo a la autovía de la Plana , la propuesta para el tramo catalán es más conservadora en cuanto a su dibujo. Según explicó Manel Nadal, la nueva propuesta para la línea AVE aprovecha en gran parte el corredor natural que forman bien la autopista AP-7, bien el actual trazado ferroviario, intentando minimizar el impacto sobre el territorio.
«En el plazo de dos o tres meses los técnicos ya habrán fundido en un único documento el proyecto valenciano y el catalán», concreta Manel Nadal, en un estudio que será en extremo detallado (escala 1: 5.000) y que tendría que valer a Fomento para ponerse ya al tajo. «Cuando tengan el documento ya no habrá excusas para ponerse a la obra», remacha el responsable de Movilidad del gobierno catalán.
Tanto desde Cataluña como desde Valencia se confía en que esta propuesta sea el empujón definitivo a un proyecto considerado clave para el desarrollo económico de las dos comunidades, y por el que llevan presionando tanto ambos gobiernos autónomos como sectores empresariales.
Mientras que los gobiernos Montilla y Camps coordinan estrategias, las cosas en Fomento transcurren mucho más despacio. Desde el ministerio se precisó a este diario que evidentemente que existe el compromiso político para desdoblar el corredor mediterráneo, pero que en ningún momento la vicepresidenta -en aquel entonces en su papel de candidata del PSOE al Congreso por Castellón- habló de calendario alguno.
La secretaria de Estado de Infraestructuras, Josefina Cruz, aseguró el mes pasado en la comisión de Fomento del Congreso que durante 2009 se va a dar inicio a la redacción del estudio de trazado, el mismo estudio por cierto que ahora le remitirán los gobiernos catalán y valenciano. Por primera vez, en los presupuestos de 2009 se han consignado dos partidas que suman 300.000 euros para estudios sobre el corredor.
En paralelo, Fomento recuerda que sigue trabajando para que este corredor se incluya como obra prioritaria dentro de las Redes de Transporte Transeuropeo de la Unión Europea -lo que garantizaría financiación comunitaria-, y para lo que ya existe el compromiso verbal del comisario de Transportes.
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