En este sentido, aseguró que este gabinete no debe tener el objetivo de "asustar", sino de "dar confianza", y criticó las medidas adoptadas por el Ejecutivo para paliar la crisis porque, a su juicio, hay que "cambiar el modelo" en favor de un sistema de "flexiseguridad".
En estos términos se refirió el economista durante las jornadas 'La crisis económica y sus repercusiones en España: problemas y soluciones', patrocinada por Fundación Ética y Economía. Así, consideró necesario crear un comité de sabios para "despiezar el puzzle de la crisis" y encontrar "tratamientos más adecuados", ya que los políticos "van a decir lo que quieren y no lo que existe en realidad".
Al respecto, recordó los Pactos de la Moncloa e indicó que esta coyuntura es "mucho más complicada" que en aquella época, por lo que, a su juicio, esta situación "no se resuelve echando dinero por aquí y por allá, porque existe un límite los ingresos fiscales, que han caído casi un 20%, la deuda es más costosa y el panorama es muy siniestro". Además, recordó que en los Pactos de la Moncloa los análisis se elaboraron "colectivamente, cosa que aquí el Gobierno no ha ofrecido".
Tamames afirmó que "lo más problemático" de esta crisis es "no tener diagnóstico ni terapia". Asimismo, criticó que el Gobierno central haya entrado en la crisis "con diez meses de retraso" y lo haya hecho "con grandes frases grandilocuentes" como que España está "mejor que nadie" y que esta coyuntura se debía a un "contagio de Estados Unidos".
Sin embargo, afirmó que "nada de eso es cierto", porque aunque Estados Unidos ha propiciado la crisis mundial por ser la locomotora económica del mundo y el centro del sistema financiero, en España existía "una burbuja inmobiliaria que estalló y que arrastró a la banca que, aunque no tiene activos tóxicos procedentes de las 'subprimes', sí que tiene una deuda, de las constructoras con la banca, de unos 250.000 millones de euros, "que prácticamente equivale a esos activos tóxicos", ilustró.
En su opinión, esto significa que el Ejecutivo "no sabe donde está" y subrayó que "la terapia es equivocada". En esta línea, criticó las medidas adoptadas, como "la asignación de paro que este año ronda los 40.000 millones de euros y el déficit" que, según sus cálculos, "no es del 3,8% sino del 6%, porque el año anterior existía un superávit del 2,2%, que se han comido y, además, hay una deuda que va creciendo".
Por este motivo, aseveró que hay que "cambiar el modelo", aunque lamentó que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "no quiera cambiarlo", ya que para él "el dogma es mantener los salarios y que sigan creciendo. Si hay muchos parados, tenerlos a todos asistidos y no plantear un sistema de flexiseguridad como el danés o austríaco, que preconiza el gobernador del Banco de España".
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