Ante ello, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F) resaltó la "predisposición" de estos trabajadores a realizar otras tareas con el fin de completar las horas de su jornada de trabajo, toda vez que el volumen de actividad en estos momentos es similar al que podía haber en otras épocas en el mes de agosto. El cierre de empresas constituye la principal causa de la importante caída de la correspondencia, explicaron.
Por otro lado, CSI·F indicó que el uso de máquinas dedicadas a detectar de forma automática los códigos postales de los envíos está haciendo que todas aquellas cartas en las que este dato no resulte correcto sean devueltas a sus remitentes.
Dado que antes de la entrada en funcionamiento de estas máquinas eran los propios operarios los que clasificaban los envíos y trataban de localizar la zona a la que se dirigían en el caso de que tuviesen mal su código postal, en la actualidad se devuelven todas en los que este dato no es correcto, por lo que se ha incrementado notablemente el número de devoluciones.
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