Sanz, en un comunicado, se pronunció en estos términos en relación al anuncio realizado ayer por el presidente de Ford en Europa, John Fleming, de que la factoría de Almussafes perderá la fabricación del nuevo Focus, aunque mantendrá la del Fiesta y concentrará la producción del nuevo C-Max.
Así, ante la posible reducción de la plantilla de trabajadores de Almussafes, Sanz afirmó que la factoría valenciana "está pagando el reajuste de las fábricas de Ford de toda Europa". Asimismo, criticó que la administración central y autonómica "permiten que una empresa que sólo el año pasado ingresó beneficios por un total de 1.000 millones de euros presente en Almussafes un expediente de regulación de empleo tras otro".
La coordinadora de EUPV reprochó que los ERE de Ford "están financiándose con dinero público", por lo que es necesario "exigir responsabilidades a las administraciones, que permiten que centenares de trabajadores se queden sin trabajo", lamentó.
En su opinión, la situación en Almussafes es "sumamente preocupante", porque, según dijo, la factoría valenciana "asume el reajuste de la producción de toda Ford Europa, en una proporción alarmante que llega a un 44,83 por ciento menos de producción", mientras que a nivel europeo, en los cinco primeros meses del año "sólo han dejado de vender un 6,63 por ciento menos".
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