Signes se ha pronunciado así en un comunicado sobre los datos hechos públicos por la Federación de Empresas de la Comunitat Valenciana (Fecoval), que ha denunciado la "grave" situación del sector tras caer un 45 por ciento la licitación estatal y un 60 por ciento la autonómica, al tiempo que ha asegurado que el Gobierno central "paga puntualmente" y el Consell tarda en pagar "entre 190 y 220 días" vía presupuesto y sus empresas públicas, "hasta dos años".
Al respecto, ha indicado que "era previsible" la "reacción" de Fecoval y ha asegurado que las cifras dadas a conocer por la federación "son claras" y "contundentes" y que, además, "no vienen más que a confirmar una situación denunciada por todos".
Signes ha criticado que "mientras el Gobierno central, a pesar de la crisis, hace frente a sus pagos con puntualidad, el retraso en el cobro por parte de la Generalitat --siempre según las cifras facilitadas por Fecoval, ha apostillado-- se sitúa entre los 220 días y los dos años", por lo que ha incidido en que "Camps y el PPCV son una rémora que está llevando a la Comunitat al desastre".
El diputado socialista ha precisado que "el presupuesto de la Generalitat para 2009 destinado a obra nueva en Ferrocarriles y Carreteras fue de 172,3 millones de euros, de los cuales un 50,3 por ciento, es decir, 86,9 millones, se van destinar a pagar actuaciones ya finalizadas y que se debian de ejercicios anteriores".
Signes ha alertado asimismo de que las expectativas para 2010 "son peores", puesto que, según los datos aportados por la Cámara de Contratistas de la Comunitat, "para este año la Conselleria de Infraestructuras sólo va a destinar para la licitación de obra nueva 26,6 millones de euros, de los 500 millones que había presupuestado".
Ha reprobado, en este sentido, que "el resto del presupuesto tenga que ser destinado a seguir pagando los mil millones que todavía adeudan a los contratistas de obra pública" porque "se ha incumplido el Plan de Apoyo Avanzado que anunció Gerardo Camps en febrero de 2010".
En opinión de Signes, ese hecho "quiere decir cierre de empresas y más paro, porque Camps y su Consell han despilfarrado tanto en eventos inútiles que han dejado la caja de la Generalitat totalmente vacía hasta el punto de no poder pagar no solamente a las empresas sino a ningún servicio público".
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