VALENCIA.- El Comité de Empresa y la Asamblea de Trabajadores de la depuradora de Pinedo Emarsa, en proceso de liquidación, aseguran en un comunicado que ha sido a lo largo de su historia "una empresa rentable y modelo de funcionamiento y depuración de aguas residuales a nivel nacional: Por ello, asegura que "no la ha hundido la crisis" sino que "su declive desde hace algunos años se ha producido por conductas presuntamente delictivas como malversación de fondos públicos, delitos societarios varios, estafa, entre otras".
Así, señalan que estas actuaciones han estado "programadas y orquestadas por gerentes y consejos de administración todos ellos de carácter político y al servicio de intereses partidistas, sin otro cometido que no fuera enriquecerse a través de contratas externas y del disfrute de privilegios ilimitados".
"En definitiva, un reino de taifa donde ha gobernado el descontrol, la desidia y la irresponsabilidad de sus gestores en todos sus niveles", recriminan.
Por otra parte, deja claro que la inmensa mayoría de los trabajadores "no cobramos los sueldos que se han publicado" ya que sus emolumentos "se corresponden con las condiciones laborales propias de la actividad de depuración de aguas residuales, teniendo en cuenta los riesgos tóxicos, biológicos e insalubres que conlleva el desarrollo de este tipo de actividad, así como horarios de trabajo a turnos rotativos de 24 horas, nocturnidades, festivos,". "Y son fruto de una tensa y dura negación colectiva a lo largo de la historia de la depuradora de Pinedo", agregan.
Por todo ello, recalcan que los trabajadores "no somos en absoluto responsables de la situación caótica a la que nos han llevado, y tampoco queremos ser los damnificados y perjudicados de esta presunta trama, confiando en la Justicia para depurar, nunca mejor dicho, las responsabilidades que procedan en su caso".
"Nosotros por nuestra parte, y en la coyuntura en la que nos encontramos como clase trabajadora, solo queremos defender el derecho a conservar nuestro puesto de trabajo, en garantías suficientes de continuidad. Quedándonos totalmente al margen en esta epidemia de corrupción, de la que no somos ni hemos sido nunca parte", concluyen.
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