VALENCIA.- La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, se escudó tras el “ingente esfuerzo y trabajo de los 140.000 militantes” y las sucesivas victorias del PP desde 1991 en la Comunidad Valenciana para echarle en cara a Mariano Rajoy, líder del PP, su distanciamiento de Francisco Camps desde que el expresidente valenciano fue procesado por un presunto delito de cohecho pasivo impropio, publica hoy 'El País'.
Barberá, con la excusa de aclarar su hipotética candidatura en las próximas elecciones generales por Valencia, utilizó su habitual rueda de prensa de los viernes para lamentar la “ausencia de cariño y reconocimiento en el seno de mi partido a la fortaleza de la militancia del PP durante estos dos últimos años y medio”, justo cuando se conoció la imputación de Camps por la Fiscalía Anticorrupción.
La intervención de la alcaldesa valenciana giró siempre alrededor del maltrato que reciben los militantes de su comunidad por parte de la dirección nacional de su partido. En un momento determinado llegó a decir: “Quiero la consideración que Génova [en alusión a la sede de la dirección nacional del PP] tiene con otras comunidades autónomas, cuando somos el pilar de España. Por eso estoy levantando esta bandera”.
El estandarte de la militancia ocultaba, en realidad, una nada soterrada crítica a Rajoy por no haber apoyado suficientemente a Camps, “un magnífico presidente y una persona honrada que necesita tener mucha cercanía y mucho cariño en estos momentos”, según Barberá, que, a renglón seguido, no tuvo empacho en calificar a Alberto Fabra de “coleguita mío como alcalde, que tiene que entrar ahora en el cargo de presidente de la Generalitat”.
La intervención de Barberá sorprendió a la dirección nacional del PP por las críticas a Rajoy y por lo que tenía de reivindicación del legado de Camps. La alcaldesa ya había manifestado de forma vehemente su malestar por la ausencia del líder del PP en la apertura del curso político en la Comunidad Valenciana el pasado día 2 y por el hecho de que la convención de su partido coincida con el 9 d’Octubre, día de la Comunidad Valenciana.
Tres días después, Rajoy, tras reunirse con Fabra, anunció que la convención de los populares se retrasará para no coincidir con el 9 d’Octubre y que Valencia, durante la segunda quincena de ese mes, será sede de una asamblea que debatirá propuestas relacionadas con las pymes.
A Barberá, sin embargo, estos gestos no le han debido parecer suficiente y ayer insistió en la necesidad de cercanía y cariño hacia los militantes populares valencianos. Una intervención que incomodó en la cúpula del PP y en la dirección regional porque, según diversas fuentes, “le ha echado un pulso a Rajoy abriendo un frente innecesario y ha ninguneado a Fabra, que es el presidente del partido en la Comunidad Valenciana. Barberá ha puesto los intereses de Camps por encima de todos”.
Sobre su posible candidatura el 20-N, Barberá no quiso confirmarla ni desmentirla; pero del tono de su intervención parecía claro su aspiración a presentarse. Lo que no quedó claro fue el porqué de sus lamentaciones. “Si quiere ir de número uno no necesita toda esa retórica. Nadie se lo va a discutir”, comentaron fuentes populares.
Miembros de la dirección del PP valenciano consideran que Barberá aspira a ser presidenta del Congreso de los Diputados y retirarse de la vida pública después de ser 20 años alcaldesa y tener que enfrentarse ahora a un panorama económico difícil.
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