VALENCIA.- Standard & Poor's (S&P) ha rebajado el rating a largo plazo de la Comunidad Valenciana a 'A-' desde 'A' y el de corto plazo a 'A-2' desde 'A-1', porque considera que ha "retrasado" la puesta en marcha de "medidas significativas" de recorte de gasto en la primera mitad de 2011, y sostiene que excederá los objetivos de déficit fiscal para el ejercicio.
Además, añade que ve al Gobierno valenciano "poco dispuesto a hacer un uso completo de su flexibilidad en la recaudación de impuestos".
Para esta decisión, la agencia precisa que ha tenido en cuenta "el deterioro del proceso presupuestario" en la Comunidad, incluyendo "el historial de desviaciones presupuestarias, la sobreestimación de ingresos teniendo en cuenta la ejecución a mitad de 2011", así como su opinión de que el plan de reequilibrio "introduce diversas suposiciones de difícil cumplimiento".
La agencia de calificación cree que las estimaciones presupuestarias y financieras de la comunidad "aumentan el riesgo de desviación presupuestaria" y considera que la capacidad de la Generalitat para equilibrar ingresos y gastos "se ve lastrada por su falta de disposición a incrementar impuestos y por la tardanza en poner en marcha una reducción de costes ambiciosa".
Así, señala que al final del primer semestre de 2011, el déficit presupuestario de la Comunidad Valenciana era del 1,9% del PIB regional, comparado con un objetivo de déficit fiscal para el conjunto del año del 1,3%.
S&P añade que el rating de Valencia está apoyado en "gran medida" en su visión sobre el "alto nivel de apoyo que presta el sistema intergubernamental español", que espera que continúe. La agencia prevé que la carga de deuda del Gobierno valenciano llegará a un "máximo" en 2012 para reducirse después, y llega a la conclusión de que las contingencias "parecen moderadas".
La agencia especifica que el rating se ve limitado por su opinión sobre la "débil ejecución presupuestaria" de la Comunidad, la "alta carga" de deuda, la "más alta" de todas las regiones españolas en relación al PIB, y una situación de liquidez "negativa" de acuerdo con sus criterios.
También espera que la Comunidad modere sus inversiones, reduciendo así su déficit, con unas expectativas de crecimiento a medio plazo similares a las que prevé para el resto de España. La agencia constata que la economía valenciana "se está recuperando lentamente", después de sufrir el impacto de la crisis el sector de la construcción.
Según S&P, la Comunidad se encuentra en situación de "liquidez negativa" por sus "menores niveles de efectivo, casi total uso de las líneas de crédito y deterioro del remanente de tesorería", incluido la "negativa" del Gobierno central a transferir el anticipo de 633 millones de euros, contabilizados en el presupuesto de 2011. No obstante, piensa que mejorará parcialmente estas tensiones "acudiendo de forma exitosa al mercado minorista español en el mes de diciembre de 2011".
En caso de que tuviera "dificultades" para conseguir fondos, algo que ve "poco probable", apunta que el Gobierno central tiene "fuertes incentivos" para proporcionar apoyo a través de adelantos en transferencias, préstamos, compra de deuda o avales para emitir deuda, porque "cualquier dificultad financiera en la región afectaría negativamente la reputación de España en los mercados financieros internacionales".
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